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He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)

¿Sirve la añoranza para vender juegos? Lo retro está de moda; si en la tele triunfa la serie Cuéntame y los pantalones de pana se vuelven a llevar, toca el turno de los juguetes, aprovechando las posibilidades del nuevo siglo, convirtiéndose en videojuegos. A más de uno se le escapará una lagrimita.

¿Sirve la añoranza para vender juegos? Lo retro está de moda; si en la tele triunfa la serie Cuéntame y los pantalones de pana se vuelven a llevar, toca el turno de los juguetes, aprovechando las posibilidades del nuevo siglo, convirtiéndose en videojuegos. A más de uno se le escapará una lagrimita. Yo tengo el poder!

He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)

A mediados de los 80, los videoadictos de hoy éramos niños que correteaban por jugueterías con los ojos muy abiertos dirigiéndonos en plan zombie hacia la estantería de muñecos articulados. Por aquel entonces no había Action Man, ni Pokémon, ni mercantilismo en los videojuegos tal y como los conocemos. Era una época donde las ventas de playmobil eran estratosféricas, en los bollycaos aparecían las pegatinas del 'No toy' y Alaska tenía su programa en la tele. Y por encima de todo eso, unos juguetes eran los reyes en las habitaciones de cada niño. Por algo eran los más fuertes, los más poderosos: Los Masters del Universo.

Mamá, cómprame la espada de He-man
¿Qué tenían aquellos muñecos que tanto nos atraían? Estaban desproporcionados, si no tenían las piernas más cortas que los brazos tenían la cintura del mismo grosor que el cuello. Pero no importaba, eran los Masters. Los había de todos los tipos, tamaños y colores. Llegué a tener uno que apestaba -era una especie de hombre mofeta-, otro lleno de montones de pelos y varios que escupían agua. No había dos iguales, incluso se hacían versiones del mismo, una por ejemplo con su dragón mascota vomita fuego en la espalda, y otra con una armadura en el pecho que al abollarse se arreglaba por si sola. Ni punto de comparación con los muñecos actuales. Los Masters molaban tanto que incluso las niñas querían tener alguno y hacían lo que fuera por jugar con ellos, me consta XD.

He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)

He de admitir que siempre me fascinaron los malos. No tenía nada en contra de He-man y su ridículo tanga, ni prejuicios con el bigotón de Man-at-arms. Pero los malos eran muchísimo más divertidos. Dando por sentado que cuanto más feos fueran, mejor -y los había horrendos-, había algo con lo que los malos ganaban por goleada a los compañeros de He-man, y eso era sin duda sus castillos. Cada bando tenía sus 'cuarteles generales', y los de los malos tenían de todo, desde un micrófono con altavoz para imitar la voz de Skelleton, pasando por trampas en las que el tonto de Orko caía siempre, o el maravilloso blandyblú, esa pringue de mocos verdes que tanto éxito tuvo por aquel entonces. Y los malos eran más polifacéticos, incluso con subdivisiones internas ¿alguien recuerda 'La Horda'?

Luego vinieron las Tortugas Ninja, e incluso los Caballeros del Zodíaco y Bioman -de quienes después se copiaron los Power Rangers-, pero el éxito de los Masters si no más intenso, fue más duradero, prácticamente arrasaron en toda una década, al contrario que el resto de modas, que tan rápido como vinieron, se fueron. En una década dio tiempo para todo, desde merchandising variado como caretas, escudos y espadas oficiales, pasando por una serie de dibujos, y cómo no una ridícula película que por supuesto muchos nos tragamos sin pestañear en el cine, sin apenas sobrepasar en altura al asiento delantero. En realidad los Masters vinieron a rellenar un hueco en la generación siguiente a Star Wars, que no vivieron ni sintieron el estreno de las películas, bien por edad o porque simplemente no habían nacido. Pero rellenaron el hueco muy bien.

¿Un regreso esperanzador?
Se han realizado varios juegos de los Masters, sobre todo para game boy, pero en todos se ha mantenido el mismo nivel de calidad: bodrio infumable. Por lo poco que se conoce del nuevo Masters of the Universe, tal vez se vaya a  romper la tradición. Pero ¿qué nos vamos a encontrar en el juego? La respuesta es clara, un beat em'up a la antigua; muchos tortazos a los malos, largas caminatas por niveles gigantescos y más tortazos a todo lo que se acerque, hasta llegar al jefe de final de nivel. Suena sencillo y retrógrado, pero le va a la esencia del juego: He-man nunca se detendría ante un puzzle; pese a que siempre se diga que el conocimiento es poder, no es ése el tipo de poder que suele poner en práctica.

He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)
He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)

El juego promete más de 30 niveles distintos, pero con el añadido de que cada vez que arranquemos la consola se generará un diseño arquitectónico diferente. Su motor gráfico dispone de la opción de crear aleatoriamente los escenarios, y nunca sabremos dónde se esconden los enemigos e items; mala noticias para quienes suelan memorizar las localizaciones y buenas para los que deseen liarse a golpes una y otra vez, sobre todo si se llega a confirmar el modo multijugador -repartir con un compañero siempre ha sido la verdadera esencia de estos juegos desde la época del street of rage-.

Al título se le puede acusar de tener pocos movimientos, de que los combos vistos hasta la fecha sean repetitivos, pero ofrece la posibilidad de montarnos sobre nuestro tigre color pistacho y cruzar los escenarios sobre su lomo, lo que enriquecerá notablemente el arte de soltar leña. Además se han mencionado muchas sorpresas, como la aparición en forma de secundarios, y posiblemente también jugable, de una inmensa cantidad de personajes de la franquicia, además de muchos guiños para quienes siguieran la antigua serie de televisión.

Me refiero a la 'antigua' serie, porque es a la más reciente a la que los diseñadores han tenido en cuenta para los modelos, de ahí el aspecto cartoon de los personajes y enemigos -aunque con texturas menos complejas de lo deseable-. Los escenarios, siempre sustentados de los 'típicos tópicos', nos llevarán desde los valles de Grayskull, a montañas de hielo, cavernas con lava y demás regiones imaginables. Todo con tal de sustentar la historia por antonomasia: Skelleton tiene un nuevo y peligroso plan para apoderarse de Grayskull, y el príncipe, siempre el factor determinante, será quien ponga las cosas en su sitio gracias a su oculta personalidad de musculitos.

He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)
He-Man: Defender of Greyskull (PlayStation 2)

No nos engañemos, el juego no será ni de lejos un gran hit, ni alcanzará notas espectaculares ni dejará a nadie con la boca abierta, pero últimamente no abundan juegos de concepción tan simple que mantengan encendida la llama de los beat 'em up. Por un lado, atraerá a los nostálgicos de los muñecos, y por el otro a los amantes de los final fight y demás. Llegado el momento, si se mantienen los planes de aparición allá por el primer cuarto del año que viene, veremos si el juego se escapa de la quema o si, por qué no, consigue llamar la atención además de por la añoranza por virtudes de índole técnica y jugable. Sorpresas más grandes se han visto.

Masters of the Universe. He-Man: Defender of Greyskull

  • PS2
  • Acción
La popular franquicia de juguetes, cómics y dibujos animados de los 80 salta a los videojuegos en esta nueva generación con este juego de acción desarrollado por TDK.
Carátula de Masters of the Universe. He-Man: Defender of Greyskull
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