Mass Effect 2: Arrival, Impresiones
Los segadores se acercan. El próximo septiembre disfrutaremos del cierre de la trilogía de Mass Effect. Para adelantar los acontecimientos y enlazar con lo que veremos en Mass Effect 3, llega Arrival, el último de los contenidos descargables para esta segunda entrega. Shepard se enfrenta en esta ocasión solo, ante un enemigo inesperado. La invasión está más cerca de lo que creemos.
Bioware pone punto y final a la experiencia de Mass Effect 2 con el último contenido descargable para la epopeya espacial de Shepard para defender al universo de los segadores. A través de los DLCs no sólo hemos conocido nuevos rostros como Kasumi, también hemos conocido nuevos detalles que tendrán una relativa importancia en los futuros acontecimientos que se darán lugar en el cierre de la trilogía. Repasamos en los próximos párrafos, todo el contenido importante antes de Arrival.
ATENCIÓN: A continuación, encontraréis algunos spoilers de los anteriores contenidos descargables. La información sobre Arrival está en la siguiente página.
Tras varios DLC's gratuitos disponibles a través de la Red Cerberus, Kasumi:La Memoria Robada se convierte en el primer DLC de pago en añadir no solamente armas o armaduras al arsenal disponible, sino una nueva misión y un nuevo compañero de pelotón: Kasumi Goto. Después de recibir un aviso del Hombre Ilusorio, Shepard se dirige a la Ciudadela para contratar a la experta ladrona, cuyas habilidades resultan muy valiosas para el éxito de la misión. Tras la primera toma de contacto, Kasumi pide la ayuda de Shepard para recuperar un artefacto que pertenecía a un compañero de Kasumi y que ahora se encuentra en manos del señor del crimen Donovan Hock. La misión consiste en infiltrarse - aprovechando la multitud de señores del crimen y líderes de bandas que acuden a una fiesta - en la mansión de Hock, y así recuperar el valioso artefacto. A lo largo de la misión, Shepard debe infiltrarse entre la multitud y llegar hasta la cámara acorazada de Hock donde éste guarda todos sus tesoros, mientras Kasumi le ayuda a desactivar todos los sistemas de seguridad necesarios usando dispositivos de camuflaje y de pirateo. Poco después de recuperar tanto sus armas y armadura como el artefacto robado, Shepard y su compañera son descubiertos y deben abrirse paso a través de las fuerzas de seguridad de Hock.
Kasumi: La Memoria Robada añade al arsenal de Shepard un potente subfusil M-12 Locust que se puede encontrar en la cámara acorazada de Hock, y un nuevo atuendo, el de gala usado en la primera parte de la misión, a los disponibles en el camarote de Shepard. Al finalizar la misión se obtiene la lealtad de Kasumi, activando su poder especial - granada cegadora - que Shepard puede aprender a través del laboratorio de la nave. Este poder ciega momentáneamente a los enemigos cercanos a la granada, permitiendo a Shepard aprovechar la ocasión para disparar. Con este poder y junto con los que tiene disponibles desde buen principio, Kasumi se convierte rápidamente en un valioso miembro del pelotón ya que es el único personaje, a excepción de Shepard de clase Infiltrado, con la habilidad de usar dispositivos de camuflaje.
El siguiente DLC en añadir una misión es Proyecto Overlord. Del mismo modo que en el anterior, el Hombre Ilusorio pide ayuda a Shepard para que compruebe el motivo por el cual una de las células de Cerberus ha dejado de responder. Shepard y dos compañeros de pelotón se trasladan al planeta dónde descubren que Cerberus está llevando a cabo experimentos sobre los geth para controlarlos y que, por un motivo desconocido, todo el personal ha resultado muerto excepto el científico jefe de la instalación. La misión consiste en trasladarse entre las distintas instalaciones ubicadas en la superficie del planeta y reactivarlas, permitiendo llegar a la instalación principal, fuente del problema. Shepard y sus compañeros tienen que abrirse paso entre droides y geth pirateados, así como contra una IA que parece ser la fuente del pirateo que no duda en obstaculizar al máximo el avance de Shepard por las instalaciones. Proyecto Overlord es el único DLC de pago dónde buena parte del desarrollo transcurre en el M-44 Hammerhead, el vehículo de exploración facilitado en el Proyecto Ascuas a través de la Red Cerberus. A nivel argumental, profundiza sobre el funcionamiento y ética de Cerberus, la compañía cuya cabeza más visible es el propio Hombre Ilusorio.
El penúltimo DLC de pago es La Guarida del Corredor Sombrío. Tras la muerte de Shepard dos años antes del transcurso de la misión, dos organizaciones competían por obtener su cuerpo: Cerberus y El Corredor Sombrío, un poderoso traficante de información. Liara, junto con su compañero drell Feron, consiguen en el último momento arrebatar el cuerpo de las manos del Corredor Sombrío y entregárselo a Cerberus, pero el drell es capturado en la huída. Desde entonces Liara hace todo lo posible por vengar la muerte de su compañero, convirtiéndose con el tiempo en una gran traficante de información. Al inicio del DLC, el Hombre Ilusorio transmite a Shepard información vital sobre el Corredor Sombrío y el comandante, a su vez, a Liara en su oficina de Illium. La asari pronto descubre que su compañero drell, el que hasta ahora creía muerto y quería vengar, sigue vivo pero presumiblemente torturado desde hace dos largos años. Tras este nuevo giro de los acontecimientos, decide partir de inmediato a reunir toda la información posible y preparar la misión de rescate pero, en el camino, Liara es atacada por un atacante desconocido.
A lo largo de la misión, Shepard, Liara (que temporalmente es miembro de pelotón) y un tercer compañero deben luchar contra las fuerzas del Corredor Sombrío hasta su guarida. En este largo camino es donde el DLC muestra una de sus mayores virtudes: la variedad de escenarios. La acción tan pronto transcurre en un edificio en llamas, como en una trepidante persecución aérea entre las concurridas calles de automóviles de Illium, o como en un hotel de dudosa reputación y de magnífica ambientación. La Guarida del Corredor Sombrío es el más caro de los DLCs, pero también es el de más duración y el que más virtudes posee: gran variedad de escenarios (y de gran calidad); escenas de acción trepidante; argumento muy ligado a la trama de Mass Effect 2; el retorno de la habilidad estasis del primer Mass Effect, la capacidad de rememorar los viejos tiempos con Liara, de tenerla de compañera de pelotón e incluso de continuar un romance si se ha iniciado en Mass Effect; y no sólo diálogos acordes al momento del juego en que se ha jugado la misión, sino cambios que afectan a la partida que no vamos a desvelar.
Recién descargado el nuevo paquete de contenido y tras llegar a la sala de control de la Normandía, recibimos un mensaje privado y de carácter urgente del Almirante Hackett, nuevamente interpretado por el actor Lance Henriksen. El mensaje es corto y conciso: la doctora Amanda Kenson ha sido capturada en el espacio batariano y mantenida en prisión, tras haber reportado previamente que había encontrado pruebas concluyentes sobre una invasión de los segadores de forma inminente, al haber descubierto en el sector batariano un dispositivo de los segadores. Acusada de terrorismo y retenida en una prisión secreta, Hackett nos pide de forma personal que nos aventuremos para liberarla y que lo hagamos totalmente en solitario, sin ayuda de ninguno de los miembros de nuestro escuadrón.
Con las coordenadas de la prisión en nuestro haber, la Normandía se adentra en el sistema Bahak con rumbo al planeta Aratoht, dónde se encuentra la doctora Kenson. Shepard en soledad se adentra en el edificio batariano, dando comienzo así a la última aventura de Mass Effect 2. La soledad será el mayor hándicap y para muchos una de las peores decisiones de esta expansión. Miranda, Garrus, Legion o Tali se quedarán en la nave con un nulo protagonismo durante toda la aventura, sólo Joker será el único que tendrá alguna que otra aparición importante.
Hasta que demos con la doctora, el recorrido será bastante solitario en cuánto a los enemigos se refiere: unos pocos batarianos y varrens se cruzarán en nuestro camino. De hecho, uno de los 3 logros disponibles en esta expansión será completar esta primera parte sin llamar la atención de los guardias que custodian a Kenson. Con la doctora a nuestro lado y explicándonos en primera persona los detalles de la invasión y la importancia de los relés de masa, comienza la segunda parte de la aventura en la que deberemos llevarla sana y salva a su centro de investigación, dónde custodian la rareza segadora encontrada. La soledad de los primeros pasos ve un poco de luz, al contar a nuestro lado con la doctora que deberemos proteger ante varias tropas de enemigos que nos saldrán al frente. El ritmo de la acción mejora incuestionablemente en esta segura parte, pero peca de ser extremadamente pasillero y lineal, cosa que se extenderá a lo largo de todo el nuevo contenido. La tercera más extensa parte del DLC preferimos dejarla como una total sorpresa para vosotros, en ella se encuentran las mejores escenas del nuevo contenido y algunas respuestas respecto a la invasión de los segadores.
Mal llamado epílogo, Arrival es más un capítulo autoconclusivo que responde a sus propias cuestiones, en el que los enlaces frente al futuro Mass Effect 3 aunque presentes, son desde luego bien conocidos por todos los seguidores. En ese sentido no aporta prácticamente ninguna gran novedad hacia el devenir de la historia. ¿Que los segadores están de camino? Era algo que ya todos sabíamos, solo que ahora sabemos que están mucho más cerca. Es destacable - y a diferencia de otros DLC - que en función de nuestro trayecto en Mass Effect 2 los acontecimientos variarán ligeramente, dando pie a ser rejugado en varias partidas distintas. Quizás recomendado para aquellos que quieran disfrutar al completo de la aventura de Shepard, pero realmente resulta un DLC bastante pobre en contenido y duración - apenas hora y media de juego- si lo comparamos con anteriores como el excelente 'La Guarida del Corredor Sombrío' con una gran variedad de localizaciones, situaciones, buenos diálogos y acontecimientos que tendrán sin duda importancia en lo que queda de serie. De Arrival nos quedamos con las buenas intenciones de Bioware, pero el resultado es bastante agridulce.
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