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Luftrausers

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Luftrausers

Los creadores de Super Crate Box y Ridiculous Fishing lanzan otro excelente título imbuido en esencia arcade y cargado de dinamismo, energía, explosiones y mucha habilidad.

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Al pequeño grupo Vlambeer le ha sonreído el karma, después de que el destino les jugara una mala pasada. Este grupo holandés independiente es un dúo compuesto por Rami Ismail y Jan Willem Nijman, que hace un tiempo protagonizaron las noticias por un hecho nada amable. El grupo había creado un exitoso y brillante juego en Flash: Radical Fishing, un juego que fue directamente clonado por otro estudio y llevado a iOS como juego de pago, levantando una gran polémica al mismo tiempo que Vlambeer ganaba reconocimiento con nuevos títulos como Super Crate Box. El dúo tuvo que vencer muchos miedos e inseguridades, pero junto a otros colaboradores lucharon contra esa injusticia de la mejor forma que sabían: haciendo juegos. Cogieron su concepto original con Radical Fishing y lo convirtieron en Ridiculous Fishing, lanzándolo también en móviles para competir con Ninja Fishing, el exitoso juego que tan descaradamente había copiado su idea original. El destino premió a la pareja holandesa convirtiendo su propuesta en uno de los grandes éxitos del año en iOS, hasta el punto de ser galardonado como el mejor juego de Iphone 2013 por Apple.

Ha sido un año extraordinario para el grupo y este 2014 están dispuestos a mantener su buena estrella, empezando con el lanzamiento del esperado Luftrausers, un juego de combate aéreo arcade que empezó en Vita y ha terminado apareciendo multiplataforma en PC, PS3 y en la propia portátil de Sony. Desde el principio destacó por sus curiosos gráficos limitados a un número reducido de colores y por la espectacularidad de su acción, sus explosiones y sus movimientos, hasta el punto de que se ha hecho bastante popular en gifs animados en ciertos foros. Realmente es un título para ver en movimiento y las pantallas estáticas no sólo no le hacen justicia sino que además dan una imagen de él mucho más pobre de lo que en realidad.

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La idea principal no puede ser más sencilla. Aparecemos desde un submarino en un espacio aéreo limitado por el mar abajo y las nubes arriba, todo en perfecto 2D. Nuestro avión tiene un movimiento fuertemente condicionado por el impulso y la inercia, de una forma que nos recuerda a una versión hipervitaminadada del clásico Asteroids, pero con gravedad. Podemos rotar en 360ª y usar nuestro motor para impulsarnos en la dirección que queramos, teniendo en cuenta que cuando paremos el motor seguiremos impulsándonos aunque cayéndonos progresivamente según nuestra inclinación. Cosas como compensar la inercia de una caída para impulsarnos y remontar el vuelo cuestan un valioso tiempo, pero todo ajustado perfectamente para resultar satisfactorio. En estas circunstancias, nuestra aeronave está constantemente en movimiento, sin poder detenerse del todo, avanzando rauda en línea recta, elevándose a los cielos, cayendo en picado al mar, o dibujando extraños arcos que tienen poco que ver con la aeronaútica y mucho con un diseño de juego que entiende que todo buen arcade empieza con un control divertido.

Sin mucho tiempo a familiarizarnos con los controles, comienzan a aparecer enemigos en pantalla. Pequeños aviones que nos persiguen, y embarcaciones modestas que nos atacan desde el mar. Estamos completamente solos y además con una aeronave que no se estabiliza, ni se mantiene en el aire como si fuera un Shoot’em Up. Encontramos que nos las tenemos que ingeniar para apuntar y movernos al mismo tiempo, y es un reto. Pronto se multiplican el número de proyectiles en pantalla, empezamos a chocarnos directamente con los enemigos que llenan el espacio y a los pocos segundos morimos en una espectacular explosión. Vuelta a empezar, y aguantamos un poco más sin saber exactamente cómo, pero pasándolo bien en el proceso. Aprendemos a controlar nuestro vehículo un poco mejor, descubrimos que podemos tocar enemigos e incluso destruirlos sin disparar, pero también encontramos que tenemos una resistencias limitada, y que varios impactos muy seguidos nos destruyen muy rápidamente. Es en esta fase de descubrimiento cuando encontramos que tenemos “regeneración de vida”, podemos regenerar la delicada salud de nuestra nave si aguantamos unos segundos sin recibir impactos.

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Pero la regeneración de vida no está aquí para facilitar las cosas, sino que existe para dar una oportunidad en medio del absoluto caos de proyectiles que llegan desde todas las direcciones. También ofrece un elemento de estrategia: mientras disparas, la regeneración no funciona, así que si quieres ponerte a disparar dando vueltas sin orden ni concierto, posiblemente acabarás muerto muy rápidamente. Además, este sistema es el que posibilita uno de los elementos más espectaculares de Luftrausers: las escapadas. La belleza con la que es posible escapar de situaciones aparentemente imposibles forma una de las bases del atractivo de este título. Rotaremos, nos elevaremos, bajaremos como una roca por la fuerza de la gravedad, e incluso nos sumergiremos momentáneamente en el agua para poder huir de situaciones comprometidas, algo que no podemos hacer demasiado tiempo porque tanto meterse en las nubes superiores como en el mar implica un riesgo de explosión. Y mientras hacemos todo eso, esquivaremos de forma casi milagrosa todo los que nos venga, o al menos lo intentaremos. Unas veces se deberá a nuestra pericia y reflejos, en otras se nos aparecerá directamente nuestro ángel de la guarda. No hay memorización, ni capacidad de predecir, no estamos hablando de un Bullet Hell de Cave en el que prime la disciplina y la ejecución impecables del jugador. El trabajo de Vlambeer es un juego de instinto, en el que podemos parecer ases de la aviación y al siguiente segundo quedar como auténticos monos borrachos, y esa es la gracia de este diseño.

Como todo buen Shoot’em Up, Luftrausers tiene un sistema de puntuación basado en cadenas de combos y con un cierto elemento de recompensa y riesgo. Podemos crear una cadena de hasta 20 combos, que irá multiplicando la puntuación obtenida por acabar con sucesivos enemigos. Pero no podremos acceder a los puntos acumulados hasta que rompamos la cadena, y los perderemos irremediablemente si caemos en combate antes de obtenerlos, así que a veces conviene saber cuando aflojar y poner tierra de por medio antes de arriesgarse a perder una bonita suma. Por otro lado, las puntuaciones no son el único objetivo del juego, ya que hay toda clase de objetivos disponibles en forma de Logros, que serán la clave para desbloquear todas las posibilidades del título. Cosas como vencer a un número de rivales en una misma partida, acumular puntos o eliminar a un cierto tipo de enemigo en una determinada condición, son sólo algunos de los ejemplos. Las partidas suelen ser bastante cortas, de apenas unos minutos, ya que a medida que vas sobreviviendo, van entrando enemigos más poderosos sin descanso, tales como grandes destructores en el mar, cazas en el aire, lanzamisiles y otros vehículos que hacen que cada segundo en el aire sea todo un milagro. 

Desbloquear logros y niveles es la llave para desbloquear el resto de posibilidades del título. Resulta que nuestro avión está compuesto de tres partes fundamentales, que alteran completamente su comportamiento. La parte frontal es el arma que utilizamos, la parte central es el cuerpo, y la trasera mide el tipo de propulsor, y cada parte es intercambiable con la otra, así que hay en total más de 100 posibles combinaciones. Por ejemplo, podemos equiparnos con un potente láser que tiene la desventaja de que nos frenará a la hora de rotar disparando, o podemos utilizar misiles con sistema de apunte automático con la desventaja de que su frecuencia de disparo es baja. Casi todas las piezas tienen ventajas y desventajas lo que permite un alto grado de experimentación y resultados muy divertidos que pueden servir bien a diferentes estilos de jugadores. Según como combinemos, podemos conseguir aviones más ágiles y rápidos pero poco resistentes, o podemos lograr aviones pesados con más resistencia pero menos velocidad y capacidad de giro. Podemos hacer cosas tan curiosas como equiparnos con un propulsor que lanza proyectiles, permitiéndonos aumentar nuestra capacidad de fuego a costa de un movimiento más lento y limitado. Una de las notas curiosas es un cuerpo que sirve como bomba atómica, que explotará cuando muramos -la utilidad de la misma es permitirnos acabar fácilmente con enemigos masivos y cumplir objetivos difíciles aunque sea a costa de morir en el proceso, ya que esos logros quedan acumulados y nos permitirán acceder a nuevas posibilidades-.

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8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.