Like a Dragon: Ishin, ya lo hemos jugado. Los últimos años de los Samurai

Los fans de Yakuza cerrarán una vieja herida durante el mes de febrero. Ryu Ga Gotoku Studio traslada a Occidente una de las entregas de la franquicia que seguían aferradas al territorio asiático. Like a Dragon: Ishin supone no solo su desembarco fuera de sus fronteras, sino también una remodelación técnica y jugable de lo visto hace casi 10 años. Nos adentramos en la era Bakumatsu en pleno 1867, los últimos años de los Samurai.

Salto técnico

En MeriStation hemos tenido la oportunidad de pasar durante dos horas por los contenidos localizados en el capítulo 3, que todavía sirve como introducción al mundo y a su fórmula. Pocas sorpresas quedan a este lado si sois conocedores de la saga. Es el Yakuza (ahora Like a Dragon) que todos conocemos, pero con decisiones interesantes que le permiten tomar identidad.

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Uno de los principales cambios del remake se encuentra en el plano técnico. Por primera vez el equipo japonés salta a Unreal Engine 4; un campo de pruebas relevante para el futuro de la saga. La versatilidad que permite, sumado a la accesibilidad a la hora de trabajar entre el nuevo talento que se incorpore al equipo, pueden sellar un salto a la nueva versión en futuras entregas.

Había cierto miedo sobre el resultado a la hora de trasladar los assets originales al motor de Epic Games, pero nada más lejos de la realidad. El resultado es sólido. La imagen se ejecutaba limpia a 60 imágenes por segundo sin ningún tipo de caída, al menos en la versión de Xbox Series X. Tanto modelados, animaciones y mecánicas no difieren en absoluto de lo visto en las últimas entregas desde el salto al Dragon Engine con Yakuza 6: The Song of Life.

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Eso sí, como remake hay ciertos elementos que nos hubiera gustado ver renovados. Si tomamos en cuenta Yakuza Kiwami 2, donde el Ryu Ga Gotoku Studio hizo lo propio bajo Dragon Engine, había un salto notable en cuanto a cómo abordabas la exploración de la ciudad. Era un gustazo ver la cantidad de interiores a los que podíamos acceder sin ningún tipo de transición, todo en tiempo real. Sin embargo, la Kyo de Like a Dragon: Ishin sigue la estructura del original; incluso la división de la ciudad por pequeños distritos está presente. Afecta un poco a la exploración, al descubrimiento orgánico de las historias secundarias o abordar ciertos minijuegos. Eso sí, no es nada grave ni mucho menos. Nos hubiera gustado un poco más de ambición en este sentido.

Katana y revólver en mano

Las herramientas ofensivas a disposición de Sakamoto Ryoma giran alrededor de cuatro estilos de combate que hacen propia las armas protagonistas de Like a Dragon: Ishin. Al contrario que en otras entregas, aquí tanto la katana como el arma de fuego a una mano se encuentran perfectamente integradas en las mecánicas de combate. No sirven como un complemento limitado por el número de usos, sino que se despliegan para usarlas cuanto quieras y como quieras.

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Espadachín, por ejemplo, hace que Ryoma ataque con las posturas clásicas del Samurai con su katana a dos manos. Aunque es más lento que el resto de los estilos, sirve a la perfección para duelos uno contra uno o cuando necesitas un buen equilibrio entre daño y defensa. Tirador es el extremo puesto al comentado, solo que cambias la hoja afilada por el gatillo de tu revólver. Mucha agilidad a costa de poco daño.

Los otros dos restantes son los que más nos han sorprendido. Luchador es el estilo clásico de toda la saga Yakuza. Ryoma usa sus puños desnudos como armas contundentes. Esta forma de combatir ocupa el hueco del estilo Beast visto en la saga, es decir, es la que nos permite aprovechar al máximo el uso de objetos esparcidos por el escenario, solo que aquí la velocidad de los puñetazos es superior.

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El estilo más divertido que hemos encontrado es Bailarín Salvaje. Si has seguido la campaña promocional del juego sabrás de cuál hablamos. Con ella Ryoma utiliza la katana y el revólver al mismo tiempo. Aunque no pueda cubrir, su evasión es la más eficaz de todo el repertorio. Nos gusta bastante por la dependencia del combeo. Cuantos más golpes seguidos realicemos con la hoja, más críticos podremos realizar al disparar, y viceversa. Funciona realmente bien contra grupos de enemigos.

A falta de experimentar con el sistema de cartas, todavía no disponible en el juego durante el capítulo al que tuvimos acceso, el combate nos ha encantado… en mayúsculas. A medida que vas experimentando con los estilos percibes que se pueden crear sinergias cambiando al vuelo entre ellas. Los combos lo son todo, y alternar nos permitirá conseguir orbes de cada estilo para poder desbloquear nuevos movimientos. Además, tampoco pudimos profundizar en la forja, donde podremos construir nuevas armas que estarán ligadas a bonificaciones pasivas.

Sabor a Like a Dragon

Pasear por las calles de Kyo transmite una sensación similar que Kamurocho. Minijuegos, historias secundarias, tiendas y restaurantes se despliegan ante ti. Durante estas primeras horas nos ha gustado cómo lleva al jugador por una variedad de contenido de todo tipo. Es una carta de presentación fantástica para todos aquellos que no están tan familiarizados con la oferta de la franquicia.

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Más de 12 minijuegos estarán disponibles en la versión final, aunque nosotros tuvimos acceso a algunos de los más relevantes. El que más nos ha gustado ha sido el burdel, el famoso duelo contra la cortesana. Lo que empieza con un tonto reto por ver quién aguanta más rondas bebiendo sake, pasa a un piedra, papel o tijera en el que el perdedor va perdiendo poco a poco ropa. Si ganamos, llegamos al climax: un duelo emocional en el interior de Ryoma buscando el corazón de la joven como si fuese un shooter en vista cenital.

El karaoke estará presente acompañado de nuevas canciones, como la famosa Baka Mitai, que gracias a la localización al castellano podrás elegir entre leer la traducción o la letra original. Otro de los puntos fuertes es la posibilidad de bailar Buyo. Ryoma coge los abanicos y se marca los mejores pasos en un pequeño juego rítmico que atrapa. También encontramos minijuegos tan dispares como la pesca, los juegos de apuestas ya vistos en la saga, Mahjong, el entrenamiento de balas de cañón (como el béisbol, pero cortando balas con la katana) y mucho más. Lamentablemente, las carreras de pollos son solo apuestas por ver quién ganará.

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Las pocas historias secundarias a las que hemos tenido acceso aportan un poco más de contexto sobre el momento histórico en el que nos encontramos. Algunas aportan el punto emocional que ya hemos visto en el pasado, mientras que otras desatan la locura y el humor con sello Ryu Ga Gotoku Studio. La localización al castellano mantiene el tono extravagante de los personajes más especiales, incluso algunas veces se traslada el acento al texto, como ya ocurre en la versión inglesa. Aunque en general apunte bien, sí que en algunos momentos peca de ser demasiado literal, sobre todo por expresiones forzadas.

Camino al lanzamiento

Como habéis podido comprobar, hemos querido tocar lo menos posible lo referente a la historia. No queremos desvelar un solo ápice de las sorpresas que os esperan por el camino. En líneas generales, esta primera toma de contacto con Like a Dragon: Ishin rebosa empaque. En pocos momentos la trama toma tracción y no quieres despegarte del mando. No queda mucho para poder abrazar la versión final. Su lanzamiento está previsto para el próximo 21 de febrero en PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC.

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