SNK nos ofrece la segunda parte de una de sus sagas menos conocidas en occidente. ¿Será realmente esta la despedida que merece una de las grandes del género?
Durante muchos años, el sueño de todo buen aficionado a los juegos de lucha fue la consola NeoGeo. No había diferencia entre la placa arcade y la consola, pero el precio de sus cartuchos (por encima de las 25000 pesetas) hacía imposible para la mayoría tener una, y aunque algunas de las conversiones que se hicieron en Mega Drive y Super Nintendo fueron meritorias, las sensaciones que produjeron nunca llegaron a igualar al original.
Con la aparición de 3DO, PlayStation y, sobre todo Saturn en Japón, SNK dejó de vender las licencias de sus juegos a terceras partes (principalmente Takara y Saurus), y comenzó a realizar ella misma (a través de grupos de desarrollo internos) magníficas versiones que nada tenían que envidiar a los arcades. Samurai Shodown, King of Fighters, Fatal Fury y Last Blade fueron convertidas con bastante éxito para el mercado japonés, mientras que a Occidente apenas llegó el King of Fighters 95 para Saturn y PlayStation, y el Real Bout: Fatal Fury y el Samurai Shodown para PlayStation (SS3) y 3DO (la primera parte).
Last Blade 2: Final Edition
Last Blade 2: Final Edition
El jugador puede optar entre tres estilos de lucha, uno más que en la primera parte: más fuerza, mayor rapidez y el nuevo EX. El primero permite tener dos súper especiales adicionales (desesperación y superdesesperación), además de infligir mayor daño a los rivales. El segundo permite encadenar combos más variados, un súper especial y un Combo Special. Finalmente, el modo EX es una equilibrada mezcla de los anteriores.
Last Blade 2: Final Edition
La otra gran novedad de la serie, que ya aparecía en la primera parte, es el movimiento de repulsa. Con él se pueden repeler los ataques normales si se pulsa el botón en el momento oportuno, e incluso los especiales, aunque evidentemente será mucho más difícil conseguirlo.
En definitiva, una vuelta de tuerca más a un género muy trillado, en una consola donde se han visto maravillas visuales en 2D (han tenido que pasar 12 años para que un sistema doméstico superar a la sempiterna NeoGeo) que muestran mejor aspecto que este Last Blade, pero que sin duda parece que no defraudará a los seguidores de la compañía.
SNK nos ofrece la segunda parte de una de sus sagas menos conocidas en occidente. ¿Será realmente esta la despedida que merece una de las grandes del género?