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Kingdom Hearts III Re Mind, análisis. ¿Vale la pena el DLC?

Aclara algunas dudas y genera otras. Así es ReMind, el DLC de Kingdom Hearts III que aterriza en PS4 y Xbox One, aunque en la segunda lo hará un mes después, para celebrar el primer aniversario del lanzamiento del juego.

Kingdom Hearts III Re Mind, análisis. ¿Vale la pena el DLC?

Tras una larga espera, Kingdom Hearts III, también conocido como el final de la saga Xehanort, salió a la venta hace ya un año. Con él, los fans pudieron disfrutar al fin del que prometía ser el viaje final del incansable Xehanort. Y decimos prometía porque, a estas alturas, a nadie pillará por sorpresa decir que esta entrega cumplió esa, pero otras no. Por supuesto, no vamos a realizar otro análisis del juego aquí, puesto que eso ya lo hicimos en su momento, pero cabe mencionarlo por su relación directa con Re Mind. Y es que el primero de estos contenidos de expansión tiene lugar justo al final de Kingdom Hearts III, a partir de la Necrópolis de las llaves espada.

Tras algún salto temporal que otro en el mundo de la Necrópolis, el DLC arranca con la decisión de Sora de recuperar a Kairi una vez que el maestro Xehanort ha sido derrotado. Su iniciativa le lleva hasta el Mundo final, en el que Chirithy le revela que, si vuelve a hacer uso del poder del despertar, pagará un precio muy alto: perderá su poder para siempre y ya no podrá regresar. Ya sabemos cómo es Sora, y sin reparar ni un solo segundo en lo que eso significa, se embarca en un viaje al pasado, hasta el momento en el que aparece Terra-Xehanort ante los guardianes de la luz, en la Necrópolis. Para recuperar a Kairi, debe alcanzar su corazón y restaurarlo, a través de los de los portadores de la llave espada. Así, nos sumergimos en una aventura que produce placer y cierta desilusión a partes iguales, de la que solo vamos a analizar todos aquellos contenidos no vistos en Kingdom Hearts III.

Hacer recordar

Tal y como habréis podido intuir ya, tanto por el significado del nombre del DLC como por lo que os acabamos de explicar más arriba, este contenido de expansión nos traslada al pasado, pero por partida doble: dentro y fuera del juego. El hecho de que volvamos a vivir parte de los acontecimientos que se producen al final de Kingdom Hearts III no hace más que producir una especie de sensación de déjà vu constante que logra paliarse, en parte, con los pocos, pero sensacionales momentos en los que Re Mind logra brillar. Sí, tenemos que volver a enfrentarnos a parte de la Nueva organización XIII en esa especie de laberinto con piedras gigantes que se alza en la Necrópolis. Sí, tenemos que volver a Scala ad Caelum. Por supuesto, tenemos que derrotar a Xehanort blindado de nuevo. Pero ni volvemos a hacerlo todo ni sucede del mismo modo exactamente.

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Re Mind realiza perfectamente el proceso por el que pasaríamos cualquiera de nosotros a la hora de tener que recordar algo. Pensaríamos en los momentos más destacados de un acontecimiento, pero sin llegar a recordarlo todo, pudiendo a llegar a olvidar algunos detalles incluso. Detalles que a veces dan las pistas o claves de un asunto, y eso es precisamente lo que sucede aquí. Porque si habéis terminado Kingdom Hearts III, recordaréis que al final del juego se producen ciertas apariciones y hechos, como el regreso tanto de la armadura de Terra como de Roxas, sin ningún sentido o de los que nos explicaron su porqué de una manera vaga, pero que ahora cobran todo el sentido del mundo gracias a los nuevos combates y cinemáticas que han sido añadidos.

Como ya os hemos adelantado, Sora tiene que viajar a través de los guardianes de la luz para llegar hasta Kairi, por lo que no nos queda otra que adentrarnos en cada uno de sus corazones conforme avanza el final original del juego. Así pues, al mismo tiempo que se reproducen las mismas cinemáticas que ya vimos en Kingdom Hearts III, visualizamos otras nuevas que van ofreciendo las diferentes explicaciones, de las que cabe destacar que son tan cortas que nos devuelven más rápido de lo que nos gustaría al contenido que ya habíamos jugado previamente. Entonces, es en los combates y en las novedades jugables donde recae el mayor peso paliativo en Re Mind.

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Llegados a este punto, es fácil pensar que Square Enix ha ido tomando nota de los mayores deseos de los fans, pues ofrece la oportunidad de controlar, de una manera o de otra, a todos los guardianes de la luz. El estudio ha hecho un buen ejercicio de desarrollo a la hora de dotar a aquellos portadores que no habíamos podido controlar hasta ahora con movimientos y ataques tanto finales como en equipo, que llegan a sorprender bastante y resultan muy gratificantes de experimentar. Puesto que no queremos destriparos todos, vamos a centrarnos únicamente en el que ha sido para nosotros, sin duda, la mayor sorpresa: Kairi. Sí, Kairi.

Después de tantos años y entregas, al fin, este personaje ha cobrado la relevancia que merece, hasta el punto de poder ser controlable. Es cierto que tan solo podemos jugar con ella en un combate, pero merece la pena por completo. Kairi nos tenía muy engañados. No es nada frágil ni delicada como podíamos ver en las cinemáticas. En combate, se transforma por completo en una atacante muy ágil. De hecho, podríamos decir que es uno de los personajes que más distancia recorre cuando se trata de acercarse al enemigo para atacar. Pero la mayor y más gratificante sorpresa de este personaje viene con el ataque en equipo que realiza con Sora. Un movimiento en el que a ambos les sale un ala blanca con plumas y se cogen de la mano para ser “uno solo” y atacar a la vez, con el colofón de ver plumas volando con recuerdos, que tantas veces hemos visto en entregas anteriores, reflejados en ellas. Un buen ataque para acabar con Xehanort, sí, pero que también va directo a nuestro corazón.

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A las nuevas cinemáticas y al manejo de diferentes personajes se añade la exploración de Scala ad Caelum. Al fin, el precioso mundo compuesto por montañas de edificios blancos y dorados que flotan sobre el agua se puede recorrer con total libertad. La búsqueda del corazón de Kairi nos lleva hasta esta localización de la que no pudimos reparar en detalles cuando la visitamos por primera vez en el juego original por tener que combatir contra Xehanort y los Buscadores de oscuridad. Aunque solo podemos recorrer una parte reducida, tiene tantas calles, recovecos y zonas preciosas para ver que resulta difícil no quedarse embobado mirando en vez de completar la misión: recoger cinco fragmentos del corazón de Kairi. Es digno de mención que, para ello, Square Enix ha introducido una serie de pequeños puzles de fácil resolución, pero que mantienen una de las intenciones del juego original: ofrecer mecánicas diferentes en cada mundo.

Sudando la gota gorda con la Nueva Organización XIII

Pero el DLC no se queda en el episodio Re Mind, sino que va un poco más allá con Limitcut. Se trata de un contenido adicional que ya habíamos visto anteriormente en la saga y del que cabe destacar que, aunque tenga una premisa parecida, enfrentarse a cada uno de los miembros de la Nueva Organización XIII en batallas de uno contra uno, a la hora de la verdad se siente diferente. Los movimientos y habilidades de cada uno de los jefes incluidos aquí han sido ampliamente mejorados y perfeccionados, dando lugar a combates que suponen todo un reto incluso habiendo mejorado a Sora al máximo y conseguido la mejor llave espada.

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A diferencia de Re Mind, Limitcut avanza, aunque poco, la trama y da pistas de lo que podría estar por llegar en los siguientes juegos de la saga. Riku y algunos de los personajes de Final Fantasy que ya habíamos visto en entregas anteriores, pero no en Kingdom Hearts III, como Aerith o Yuffie, se unen al resto de los guardianes y sus amigos para dar con el modo de encontrar a Sora. Esto no se queda aquí, sino que incluso podemos ver un poco más allá sobre dónde se encuentra nuestro protagonista, gracias al jefe secreto que se desbloquea al terminar este capítulo, pero que no mencionaremos para evitar revelaros todas las sorpresas. Un auténtico reto que satisfará a los jugadores más exigentes.

Exprimiendo el juego original

Aprovechando el lanzamiento de este DLC, Square Enix ha creído que era la oportunidad perfecta de ofrecer a los fans herramientas para exprimir al máximo esta entrega. Hablamos del modo Composición fotográfica, con el que podemos crear prácticamente cualquier imagen que se nos ocurra dentro del universo Kingdom Hearts, y de la Presentación de diapositivas, con la que se pueden generar vídeos con las fotos anteriores y presentarlas de una manera diferente y divertida que si simplemente las compartimos en redes sociales con el botón share. Pero también tenemos que mencionar los estilos de juego. Estos nos ofrecen la posibilidad de determinar nuestra aventura si empezamos una nueva partida: de una manera clásica, sin el menú Extra del DLC; sencilla, gracias a los códigos de principiantes; o compleja, en la que los que los códigos de experto realizan ciertas restricciones en el juego para que lo pasemos todavía peor que si jugamos en Modo Maestro simplemente. Lo curioso de estos códigos es que, de activarlos, permiten conseguir una serie de puntos de mérito para subir de clase. Un contenido sin duda interesante, pero que tal vez hubiese estado mejor ofrecerlo de base.

Kingdom Hearts 3 Re Mind

  • PS4
  • XBO
  • Acción
  • RPG

Dispuesto a rescatar a Kairi, Sora se dirige a la Necrópolis de Llaves espada poco antes de que tenga lugar la batalla final. Sin su forma corpórea, sigue los corazones de los siete guardianes de la luz. En esta aventura, Sora vivirá sus batallas personales de primera mano y descubrirá verdades que jamás habría imaginado. Kingdom Hearts 3 Re Mind es un DLC para el RPG de acción de Square Enix para PlayStation 4 y Xbox One.

Carátula de Kingdom Hearts 3 Re Mind