Hotline Miami Collection, análisis en Switch

Ha costado. Sudores, lágrimas, gritos a los dioses e incluso algún que otro tuit jocoso por parte de la editora, pero Hotline Miami por fin sale en Nintendo Switch. Y no lo hace sólo su primera parte, sino que aparece también la segunda en un pack denominado Hotline Miami Collection. Un paquete para dominarlos a todos.

Porque nadie entendía que Hotline Miami tardara tanto en salir para la portátil de Nintendo, independientemente de idas y venidas. Era una plataforma perfecta para disfrutar de esta propuesta de juego tan alocada. Ahora ya la tenemos entre nosotros, hemos podido probarla y salir de dudas sobre la adaptación realizada por Dennaton Games y Devolver Digital.

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Arreglar el desaguisado

Como suele ser habitual en este tipo de reviews, vamos a centrarnos única y exclusivamente en lo que es el port realizado para Nintendo Switch. En otras palabras, si se desea conocer más sobre Hotline Miami, lo aconsejable es dirigirse al análisis correspondiente de la primera parte y de la segunda.

Hecha la pertinente introducción, con Hotline Miami Collection en Nintendo Switch tenemos otra muestra más de lo bien que lucen los indies en la consola japonesa. La batería de títulos anunciados hace poco sólo sirve para manifestar, una y otra vez, que esta plataforma puede ser la más ideal para este tipo de juego.

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Con Hotline Miami Collection se ve a las mil maravillas. El control del personaje es perfecto gracias a los dos sticks de los joycon. A partir de aquí, los botones superiores hacen el resto. Nada que no se haya visto en el control de Hotline Miami con un pad, sólo que ahora en la vertiente Switch y algunas funciones asignadas para la pantalla táctil (como el fijar a enemigos).

Esto se complementa con un apartado gráfico que luce igual de bien que su entrega original. No se ha perdido ni un ápice de esta estética pixel art tan colorida que atesoran los juegos. Sigue contando con el mismo gore, y aunque pueda parecer repetitivo el comentario que va a decirse a continuación, es lo más parecido que vamos a ver a Keanu Reeves en John Wick versión videojuego.

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En cuanto a la resolución, lo más importante es que el juego corre a 60 frames por segundo y 1080p en su versión dock (y 720p en portátil). En una producción como Hotline Miami, esto es vital para jugar de manera correcta, sobre todo en lo que respecta a la celeridad de movimientos y para que un tiro no nos vuele la sien por una caída en la tasa de imágenes.

Pero no todo es oro. Hotline Miami Collection tiene algunos “pero”. Uno de ellos es que los bugs de las versiones anteriores están también en Nintendo Switch. Por ejemplo, durante nuestra partida al primer Hotline Miami tuvimos el error de que un personaje se quedara fuera de la pantalla y no pudiéramos superar el nivel.

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Este es uno de los varios bugs que hemos presenciado y que no han sido corregidos respecto a sus versiones mayores. Denota cierta falta de dejadez por parte del estudio, como si se hubiera hecho lo justo para portearlo de manera correcta, pero sin florituras o subsanando los percances ya vistos con anterioridad. De hecho, esto también se ve en que el editor de niveles de la segunda parte no está en la edición para Nintendo Switch, algo que debería haber venido de serie.