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Hotline Miami 2: Wrong Number

Hotline Miami 2: Wrong Number

Hotline Miami 2, análisis

Hotline Miami 2: Wrong Number llega esta semana dispuesto a sacarte de quicio, a hacerte perder la esperanza en la humanidad para recuperarla a los pocos segundos. Segundo asalto de Dennaton Games en su violento experimento.

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Pocos juegos pueden permitirse el lujo de ser recordados como algo diferente. Muy pocos. Cuando Hotline Miami llegó a las plataformas de descarga se produjo una doble reacción. Por un lado, unos lo odiaron, lo criticaron y lo torturaron por ser como era. Lo desplazaron hasta un plano inferior, hasta un espacio donde sus gráficos bidimensionales y su dificultad endiablada eran motivos de peso como para marginarlo en el patio de los indies. Pero un segundo colectivo lo encumbró como un título fresco, rompedor y desafiante, un reto para el jugador harto de correr por pasillos y de pulsar botones en QTE’s. De aquel éxito inesperado, de aquel canto a la violencia explícita, nace ahora Hotline Miami 2: Wrong Number.

Sangre. Mucha. A borbotones. Golpeas a un enemigo con un palo de metal, con un bate de béisbol, con un cristal roto de una ventana. Te sientes invencible hasta que llega un rival a la altura. Son los enemigos especiales, aquellos que solo mueren con ciertas armas y que están preparados para amargarte la existencia. Ni los ves venir la primera vez. Mueres y punto. Esto es Hotline Miami 2: Wrong Number. Encuentras la solución, el elemento que los extermina, te crees superior y se rompe el castillo de naipes. Estás muerto de nuevo. Debes matar a los enemigos de la habitación contigua para evitar una embestida mortal. Darte cuenta de esto te ha costado quince intentos, pero no pasa nada, eres humano. 

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Como en su primer episodio, Hotline Miami 2: Wrong Number va de morir. De morir mucho. De probar y morir. De venirte arriba unos segundos cuando crees que ya está todo terminado cuando un disparo te acierta sin tener ni idea de dónde ha venido. Cada vez que falleces, comienzas el escenario desde el principio, y si dejas una misión a mitad -algo habitual, todo ser humano tiene un tope de frustración-, tendrás que comenzar desde cero. Tenlo en cuenta: cada misión está compuesta por varias plantas que debes limpiar de enemigos para avanzar a la siguiente. Esta secuela es, además, más larga que la primera parte en número de actos (casi el doble), lo que supone una mayor condena para los jugadores. Cuando parece que se va a acabar, la trama sigue y se complica.

La historia conecta con la primera parte, y aunque no es imprescindible haber jugado, sí que es altamente recomendable. Ya no sólo porque conocerás hechos a los que se hará referencia, sino porque la experiencia que te dará haber superado el primer juego será tu mejor compañera. Hotline Miami es la vaselina de Hotline Miami 2: Wrong Number. Bienvenido a una turbia Miami de la década de los ochenta, heredera decadente del Scarface de De Palma y de la ciudad del vicio del Rockstar más 80s que fue Vice City. Bienvenido a un grupo de asesinos enmascarados que se dejan mover por una rusofobia sin precedentes, bienvenido a una nueva experiencia donde matar, masacrar y desmembrar está moralmente justificado para todos los personajes que controlarás, y que son varios, incluyendo diferentes prismas de un mismo conflicto. Es la forma más elemental de entender el credo Hotline: Matas o mueres por tonto. ¿Compasión? ¿Piedad? Claro, mejor demostrar la misma que Liam Neeson en sus últimas películas si no queremos ver el Game Over constantemente.

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El argumento de Wrong Number guarda sorpresas, giros y momentos de depravación absoluta, y pone al jugador ante la posibilidad de ser todo lo contrario a lo que se promueve en los valores de la sociedad actual. La propuesta de Dennaton Games entierra el debate sobre el Bien o el Mal, sobre lo que debes hacer, sobre el respeto y sobre el buen samaritano que carga con una cruz y un bate de béisbol de metal. Aquí se justifica la violencia. Los personajes son vándalos por una razón y hasta llegas a comprenderlos. Hotline Miami 2: Wrong Number te enseña una lección: el ser humano puede ser una criatura depravada y vil capaz de disfrutar con la violencia. Son actos virtuales, sin duda, pero igual de violentos y muy satisfactores.  Y da igual que la primera escena que te encuentres sea algo tan condenado como es una violación -escena muy criticada durante la fase de beta al autor. Es una película dentro de un videojuego con tonos VHS, como todo el resto de la experiencia que cabalga entre rebobinados y ruido blanco dignos de las películas de los ochenta. Es la mecánica del juego la que te incentiva a seguir, la que te obliga a repetir, la que te lleva a estar hora y media para completar una misión. Imaginad que Rockstar decide volver a su época cenital y darle un aire sandbox a su ultraviolento y puro de culto Manhunt, cruzándolo con la estética Drive de Winding-Refn, y decidid si os gusta esa mezcla explosiva.

Dennaton Games sigue apostando por una historia turbia y oscura, por una trama donde las conexiones entre personajes se intuyen y los hechos se dejan a la interpretación del jugador, cuya inteligencia se pone a prueba para ver si es capaz de atar los cabos. El estudio ha conseguido, eso sí, perfeccionar la narrativa de la primera parte dejando menos espacio a lo onírico, a lo difuso, y más a los hechos. Son sus personajes quienes te irán introduciendo en una pervertida Miami donde las bandas rivalizan entre sí y las masacres copan los titulares de los medios de comunicación. Es una obra reprobable desde el punto de vista social, un videojuego que bien podría ser objeto de críticas y sujeto de largos debates, pero así lo han querido concebir sus creadores, Jonatan Söderström y Dennis Wedin, y por ello van a estar marcados toda su existencia. Y el que viva en un país censor como Australia y no pueda jugarlo tal y como fue concebido, que lo piratee.

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¿Que qué aporta Hotline Miami 2: Wrong Number con respecto a la primera parte? Nada que no vayas a echar en falta y todo lo que necesitas. Nuevas armas, nuevas situaciones, nuevos momentos de sufrimiento y nuevas maneras de matar. Diríamos que los personajes son más variados, que lo son, que las armas tienen más empuje, que también, pero eso da igual. Esta segunda parte es una experiencia, es un conjunto de elementos. Es un todo. Da igual que un personaje se llame Tony, Mark o Ash. Aquí se ha venido a matar, a recorrer un marco temporal con diferentes protagonistas, cada uno con sus propias habilidades como disparar con dos uzis a la vez, descuartizar con una motosierra y hasta no matar. Sí, porque por irónico que parezca, uno de los personajes solo puede noquear a los enemigos y dejarlos inconscientes. Un detalle entre tanta sangre.

La parte sonora vuelve a ser sublime. Más de cuarenta melodías que mezclan la psicodelia con la paz, la velocidad con la adicción. En Hotline Miami 2: Wrong Number no vas a medir las sesiones de juego por el número de muertes, sino por la cantidad de veces que se repite el tema musical. MOON, Dubmood, Carpenter Brut, Magic Sword, El Huervo, Auto Delta Time o Life Conpanions son algunos de los artistas que han sumado sus obras a esta segunda parte de la serie de Dennaton Games para ponerte en tal estado de transición en el que hacerte matar sin atender a razones. Algo así como un buen chute de pura lisergia sonora directa al oído y de ahí al cerebro, es una fusión sonora con claro sabor MIDI/Trance usado para que la música se adapte a la perfección a la estética sucia y desfasada con los píxeles por igual. Es una conjunción soberbia en la que el subidón en instantes de temas trance que estallan en los sentidos te pone alerta ante la matanza inmediata, para luego relajarte con la misma rapidez en la pausa tras las muertes con sonoridades ‘cool’, chill-outs de fusión menos fortissimo pero igual. Pura decadencia sonora en una mezcla sonora impresionante creada para estimularte y seguir los compases: Ahora matar, ahora relajarse.

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Novedad reseñable al margen de todo lo demás es el editor de niveles que Dennaton Games ha incorporado a esta segunda parte. Es simple, sencillo y por el momento en fase alpha. No es el invento del siglo, pero se agradece. Con él podrás crear tus propias campañas usando los personajes del juego. La versión definitiva se podrá descargar en abril con un parche gratuito y soporte para Steam Workshop. Y si quieres sufrir y desesperarte más (tú allá con tu salud mental...), todavía te queda el Modo Difícil que se desbloquea al terminar por primera vez la trama y que añade más escenas al desarrollo de los acontecimientos. No falta algún que otro bug en cuanto a comportamiento de la inteligencia artificial. Nada que no se pueda corregir con un parche, como los perros que giran sobre su propio eje. 

9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.