
Hollow Knight: Silksong
- PlataformaPC9.3NSW9.3NSW29.3PS49.3XBO9.3PS59.3XBS9.3
- GéneroAcción, Plataformas
- DesarrolladorTeam Cherry
- Lanzamiento04/09/2025
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorTeam Cherry
Review
Análisis de Hollow Knight: Silksong, la reina de los metroidvania reclama el trono de su caballero
Definitivamente valió la pena cada año de espera.
Todos hemos tenido profesores que se negaban a poner dieces porque “la perfección no existe” y porque “si te pongo un diez en el primer trimestre, en los siguientes no te vas a esforzar”. Solo eran superados por aquellos genios de la enseñanza que defendían que el diez era para Dios, el nueve para ellos y el ocho lo máximo a lo que podían aspirar los demás. Maestros cuya estrategia lograba el efecto contrario. Desmotivaba y quitaba valor a la excelencia de ciertos alumnos. Silksong nos ha recordado el rostro de más de uno de esos profesores y nos ha puesto entre la espada y la pared. Es un juego tan, pero tan tan tan bueno que uno se siente mal si no le pone un diez. Siente que se está transformando en aquello que juró destruir cuando todavía estudiaba. Y sin embargo, nuestro amor por el género metroidvania y por el Hollow Knight original nos ha impedido darle la máxima puntuación.
Unas décimas más o menos no evitarán que Silksong sea recordado como uno de los mejores metroidvanias de la historia. Es la sublimación de un género, de una fórmula. Un paso adelante tan grande que dinamita cualquier rencor por estos años de espera. No se nos ocurre ni un solo aspecto del juego que sea inferior al original, al menos por separado (un matiz que será importante más adelante).
Había argumentos para defender que, desde su lanzamiento en 2018, al primer Hollow Knight ya lo habían superado otros títulos del género en determinados aspectos jugables. Era el caso de los Ori en lo que a plataformeo se refería, o de Lost Crown en lo relativo al combate. Silksong no deja ni un apartado sin reforzar y aunque quizás siga sin ser el que más despunta en determinados ámbitos, ahora no se queda demasiado rezagado en ninguno y logra la mejor nota media en el global. Ni el más optimista esperaba que la acción y la movilidad ganaran tantas opciones y ofrecieran tantas posibilidades.


El enfoque de esta secuela es un rara avis dentro de la industria. Team Cherry se ha consagrado a su comunidad de fieles y ha realizado un título por y para ellos. Aunque podría haber ido a lo fácil y haber perpetuado la misma fórmula que siguen el resto de juegos (es decir, podría haber reseteado las habilidades de Hornet y haberla hecho evolucionar poco a poco de la mano de la persona a los mandos), el estudio ha querido que desde el minuto uno la protagonista fuese tan rápida y habilidosa como la recordábamos. Consideraba que quienes tenían que mejorar eran los enemigos y desafíos a los que se enfrenta.
De ahí vienen las polémicas dos máscaras de vida que nos quitan los golpes y el daño elemental. Eso y el hecho de que ya desde el principio nos enfrentamos a rivales con el set de movimientos de la propia Hornet en el primer Hollow Knight. La dificultad parte de donde lo habíamos dejado. Si alguien quiere un tutorial, ahí está el juego original. La experiencia abraza a los suyos, a los que estos años han mantenido Hallownest vivo a base de speedruns, no hits y nuevas partidas en busca del 112%. Es una decisión arriesgada (y elitista), pero también valiente y respetable. Cabe preguntarse si de la otra forma hubiera alcanzado a imaginar algunos de los desafíos y diseños de niveles del Acto 3. O si ese logro valía los sacrificios que se cobra.


Sin embargo, lo que más nos ha gustado de la aventura no ha sido ese desafío, sino un mundo que no deja de crecer con nosotros. Telalejana es un reino a rebosar de detalles enfermizos que de no vivir en la era de las redes sociales, la mayoría se perderían. Enemigos que solo aparecen en determinadas situaciones, zonas que únicamente se desbloquean si te dejas atrapar, macabras alegorías en forma de misiones con requisitos nunca marcados en el menú y personajes con una historia que va desarrollándose en paralelo a la nuestra.
A pesar de que su narrativa es más convencional y menos abierta a la interpretación (lo que no evitará que devoremos la secuela del ‘Libro Hueco’ cuando salga), y aún no sintiendo esa melancolía que desprendía el mundo del original, Silksong también es precioso, y no lo decimos solo por su arte y banda sonora, sino por sus criaturas, sus vidas y los retazos de ellas que hay escondidos en otro mapa para el recuerdo.
Dicho eso, si la acción ha ganado enteros con los blasones, las plataformas con el dinamismo de Hornet y la exploración con ideas como la de los rosarios o los distintos sistemas de transporte, a nivel audiovisual el upgrade es semejante. El número de capas y la definición de sus fondos, el disparatado número de jefes y biomas, diseños de unos y otros que enamoran y una banda sonora con la que Christopher Larkin nos acompañará de por vida.


Es entonces cuando, disfrutando de ese mundo sin parangón y buceando en sus nuevas posibilidades jugables, aparecen algunos contenidos mucho más terrenales. Las misiones de recadero y farmeo que en otros títulos tanto se critican (muchas obligatorias para el acto tres), el exceso de arenas de combate que ya se condenaron en Blasphemous, la necesidad de no actuar de manera natural y de ir golpeando las paredes como un cafre en busca de caminos alternativos, o los paseos interminables entre ciertos objetivos (antes de que me digáis que es por expreso deseos de sus creadores, os recuerdo que ellos mismos les ponen solución en el acto tres).
Existen momentos como esos en los que Silksong se vuelve mortal y hasta resulta un tanto tedioso. Son puntuales, es verdad, y la experiencia roza la excelencia aún con ellos, pero ahí están. Cuando estás acostumbrado a ver el paisaje desde la cima, los valles se antojan más pronunciados de lo que seguramente sean. Y quizás nuestros recuerdos hayan sido embadurnados de nostalgia, pero el primer Hollow Knight lo disfrutamos de principio a fin. Lo mismo con otros juegos del género. En ellos nunca quisimos soltar el mando y aquí sí ha ocurrido. El conjunto de la aventura nos resultó más redondo, más agradable aún sin tantos ramalazos de genialidad.


En cualquier caso, no se puede cerrar con quejas un análisis de un juego de 20 euros y 60 horas de excelencia. Es una de las cúspides del género metroidvania, un imprescindible que nadie debería perderse y una aventura llena de tesoros que guardarse en el alma. Ojalá tenga la influencia y el seguimiento de su antecesor. Resultará imposible no valorar una revisión de nota si tuviera los parches y las expansiones de aquel. Y aunque no lo hiciera, daría igual. No vais a encontrar mejor relación calidad precio ahí fuera. Tampoco un juego tan trascendental para nuestro panorama. Porque Silksong va mucho más allá de lo que ofrece a los mandos. Es también un mensaje a la industria. El mejor ejemplo de que no todo tiene por qué ser siempre más grande, más caro y más rápido. Existe vida fuera de las prácticas comerciales habituales, los desarrollos engorrosos y las propuestas sin personalidad e intención.

Conclusión
La espera mereció la pena. Hollow Knight: Silksong es uno de los mejores metroidvanias de la historia y una secuela que supera en prácticamente todo a su antecesor. No se nos ocurren muchos videojuegos que ofrezcan tanto por tan poco. Es recomendable hasta para aquellos que ya lo tienen (solo que en otra plataforma). Entra por los ojos, enamora por los oídos y ofrece un desafío a los mandos que convierte al original en un mero prológo y demuestra conocer al dedillo a sus fans. Hay pocas obras maestras con un mundo tan vivo y lleno de detalles. Dicho todo eso, y recalcando otra vez que se trata de un título excepcional, también tenemos la sensación de no haberlo disfrutado de principio a fin. Existen valles en la experiencia. Pequeños momentos de absoluto tedio que se deben a ciertos planteamientos más que a la dificultad. Sea o no redondo, Silksong es el nuevo referente del género.
Lo mejor
- La banda sonora de un Christopher Larkin que ha vuelto a superarse.
- Un apartado artístico arrebatador.
- Cómo evoluciona y reacciona su mundo a nuestros progresos; la ingente cantidad de detalles.
- La jugabilidad, todavía más profunda y desafiante que la del original. Llena de posibilidades en el combate y el plataformeo.
- Generoso en contenidos y con un precio inigualable.
Lo peor
- Ciertas partes de la experiencia (paseos, secundarias). Momentos repetitivos y tediosos.
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Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.
