Gunbrella
- PlataformaNSW7.5PC
- GéneroAcción, Plataformas
- Desarrolladordoinksoft
- Lanzamiento13/09/2023
- TextoEspañol
- EditorDevolver Digital
Review
Análisis de Gunbrella, una cruda aventura de acción noir punk
Los creadores de Gato Roboto vuelven a la carga junto a Devolver Digital con una nueva aventura de acción y plataformas 2D con aires de metroidvania para PC y Switch.
Si hay algo por lo que llama la atención Gunbrella es por su puesta en escena, tanto en lo visual (pixel art) como por lo sonoro. Esos cartuchos de escopeta cayendo al suelo tras un par de tremendos cañonazos se convierten en una auténtica sinfonía, todo ello amenizado por una ambientación tan oscura y demencial como misteriosa y atrayente. Así es lo nuevo de doinksoft, creadores de los más que interesantes Gato Roboto y Demon Throttle, ahora bajo el paraguas -nunca mejor dicho- de Devolver Digital, editora que se hacía con los servicios de los pequeños desarrolladores indie estadounidenses para sacar adelante su último trabajo. Título que ya dejó muy buenas sensaciones con su demo tiempo atrás y que con el lanzamiento de su versión final confirma el gran momento de forma de los de Oregon. A continuación analizamos Gunbrella para PC y Nintendo Switch.
Un paraguas que es una escopeta (y algo más)
Gunbrella nos sumerge en un mundo casi de aspecto postapocalíptico -noir punk, tal y como sugieren sus creadores-, una realidad cruda y oscura que mantiene en vilo a sus habitantes ante ciertas tendencias homicidas. Para tratar de desentrañar todos los enigmas -y de paso, resolver el asesinato de su mujer-, nos metemos en la piel de un leñador movido por la venganza armado con la verdadera protagonista de esta macabra historia: la Gunbrella. Y es que tal y como su nombre sugiere, se trata de un versátil paraguas multiuso en el que se integra una potente escopeta de gran calibre. ¿Qué más se puede pedir?
Armados con tan peculiar arma, empezamos nuestro viaje en mitad de la nada, literalmente. Pronto empezaremos a viajar entre distintas ciudades y asentamientos, relacionándonos con sus habitantes y conociendo más de esta amenazadora realidad. Aunque pronto nos veremos inmersos en frenéticos enfrentamientos arma en mano contra toda clase de enemigos, desde sangrientas criaturas mutantes a miembros de una peligrosa secta. Todo ello provocando el caos más absoluto y tiñendo la pantalla de rojo. Sin duda, un cambio radical respecto a los anteriores proyectos de sus creadores.
Si bien podríamos pensar que su desarrollo tiene mucho de metroidvania, lo cierto es que la exploración es bastante libre. Sí, podremos volver sobre nuestros pasos en determinados momentos, pero no es la tónica habitual de su desarrollo. Gunbrella nos anima a explorar y seguir adelante, además de tener que superar ciertas secciones algo más laberínticas, ya sean cloacas, bosques o edificios. Con una única pista del asesino de su esposa -la propia Gunbrella-, nuestro protagonista iniciará un viaje a través de este inquietante universo, visitando diferentes lugares, hablando con sus habitantes y desentrañando una conspiración cuya sombra llega más lejos de lo que parece.
Eso sí, debemos tener claro desde un principio que Gunbrella no es un run and gun plataformero frenético con constantes tiroteos; para nada. De hecho, el juego es bastante pausado en muchas situaciones en las que exploramos los niveles, hablamos con numerosos secundarios y completamos misiones secundarias más allá de nuestro principal objetivo: la venganza. Incluso nos atreveríamos a decir que puede desilusionar a jugadores de gatillo fácil que se encontrarán con no pocos diálogos, todos ellos traducidos al castellano, y que profundizan en las motivaciones de sus personajes y su narrativa. Por suerte, la personalidad oscura y macabra de Gunbrella se combina a la perfección con un tono jocoso con suficientes chanzas como para arrancarnos una sonrisa en mitad de la barbarie.
Pero pasemos a lo verdaderamente importante de la propuesta de doinksoft: su jugabilidad. En este sentido, la llamada Gunbrella se siente verdaderamente versátil y nos permitirá efectuar dos acciones básicas, cada una de ellas con sus propias posibilidades, tanto en movilidad como en combate. Para empezar, el arma viene de serie con una contundente escopeta recortada de munición infinita, aunque de escaso alcance. Pronto podemos adquirir otro tipo de munición como balas de rifle, afilados discos o incluso granadas, con sus propios stats de daño, cadencia y más. Por otro lado, el paraguas también nos permitirá usar su amplia superficie a modo de escudo con el que incluso realizar parries si lo abrimos en el momento justo. A nivel de movilidad, la Gunbrella también nos ofrecerá la posibilidad de saltar más arriba o más lejos, planear, deslizarnos por tirolinas, escalar por las paredes... Sus posibilidades son muy amplias y todo gira en torno a tan polivalente gadget.
Aquí reside la verdadera preocupación de sus creadores, en hacer el combate divertido y adictivo; y lo consigue. Eso sí, los diferentes jefes finales, a pesar de ser más o menos difíciles de derrotar, nos han dejado a deber un poco, tanto por diseño como por mecánicas. En términos similares podemos hablar del diseño de niveles, algo básico en términos generales; si bien sí encontramos secciones bien planteadas, no ofrecen nada especial frente a otras tantas propuestas similares, resultando en conjunto algo simples. En general, Gunbrella se sienta algo disperso en su objetivo, como si sus creadores pretendieran abarcar demasiado -incluso la historia puede hacerse algo larga rozando las 6 o 7 horas- más allá de su satisfactorias sensaciones a los mandos, paraguas en mano.
Amor por el pixel art y... la decadencia
Gunbrella es deprimente en lo visual, algo que no es necesariamente negativo. Su originalidad reside en saber combinar su carácter inquietante y descarnado con un trabajo artesanal en lo gráfico. Con una personalidad que bien podría hacerse pasar por un juego de la era de los 16 bits, desde doinksoft se han preocupado por adornar su mundo con diversos efectos visuales que le dan un toque muy especial al conjunto. Desde la iluminación y el juego de sombras y luces o los reflejos a lo sangriento de su propuesta -cadáveres que estallan, salpicaduras por doquier o criaturas del averno- no apta para los más pequeños; ¡y todo ello mediante píxeles! En general, Gunbrella ofrece el suficiente detalle como para transmitir todas estas sensaciones al jugador, aunque echamos en falta un poco más de trabajo en aspectos como las diferentes capas de scroll o secciones excesivamente oscuras o vacías. A nivel sonoro se juega con melodías que acompañan correctamente a los niveles laberínticos o ciertos enfrentamientos, aunque sin destacar en exceso; donde sí brilla más es en los efectos de sonido que llegan a maravillar e incomodar a partes iguales. Que al final es lo que Gunbrella pretende.
Conclusión
Lo nuevo de doinksoft es un gran paso para el estudio respecto a sus anteriores proyectos, tanto en la puesta en escena como en la jugabilidad. Gunbrella resulta entretenido -incluso adictivo- a la par que inquietante, cuya historia nos invita a seguir avanzando para descubrir un guion de lo más alocado. Sus personajes y diálogos son de los más hilarantes, aportando ese toque de humor tan necesario entre tanto humedal repleto de muerte. Un metroidvania muy ligero que apuesta todo a la exploración y la jugabilidad paraguas en mano que cae en altibajos a nivel de ritmo en más ocasiones de las que nos gustaría. Recomendable para los que gusten del pixel art y de propuestas que se desmarquen de lo habitual entre tanto AAA. Una pequeña historia visceral con mecánicas muy cuidadas a nivel de satisfacción a los mandos que se resiente en más ocasiones de las que nos gustaría de cierta falta de profundidad.
Lo mejor
- Jugabilidad adictiva y versátil
- Ambientación inquietante y macabra
- Apuesta pixel-art con detalles llamativos
Lo peor
- Falta de profundidad en ciertos aspectos
- El diseño de niveles no sorprende
- Desajustes en el nivel de dificultad
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.