Un día de furia al volante

Por fin Full Auto está en la calle y en Meristation hemos podido probar el primer juego que une destrucción y coches en la nueva generación. Desde que este título fuera anunciado en el E3 del año pasado para Xbox 360 y PS3, mucha gente fue la que se sintió atraída por el concepto que mostraba, se prometía unas físicas muy cuidadas, destrucción total de escenarios, gran variedad de automóviles y armas y mucha velocidad parece que eran los ingredientes que SEGA había metido en su coctelera para Full Auto.

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La beta que probamos hace unos meses no nos dejó con un mal sabor de boca, si bien vimos en ella ciertos fallos gráficos y algunos jugables que nos hicieron ser precavidos con lo que podríamos llegar a encontrarnos. Hoy, ya con el producto final en las manos podemos decir que algunos de estos fallos han sido resueltos, pero otros siguen en el juego, lo cual hace bajar nuestra valoración final del título.

El objetivo de Full Auto es mantenernos pegados al mando de nuestra Xbox 360 a base de ofrecer acción y más acción, y la verdad es que lo consigue con creces. No hay argumento, no hay un hilo que siga la historia, ni tan siquiera un vínculo de unión entre misiones, sino que todo consiste en ponernos al volante de nuestro coche y pasar la misión que nos ha sido encomendada. No es que, por el tipo de juego que es, tenga por obligación tener un argumento, pero si nos hubiese gustado encontrarnos con al menos una cara protagonista o alguna explicación de porqué tan arriesgadas carreras.

Cuando encendemos la consola, una espectacular intro realizada con imágenes realizadas con el propio motor del juego nos muestra unas espectaculares carreras de las que minutos después seremos protagonistas. Una vez en el menú tendremos cinco opciones para elegir.

Modos de juego

El modo carrera es el modo de juego principal en Full Auto. Cuando accedamos a él tendremos por delante dieciséis misiones por delante divididas cada una de ellas en varias submisiones más el modo de tutoriales que en un primer momento será lo único a lo que tengamos acceso. Una vez superados estos primeros tutoriales se nos abrirán varias de las series, a las cuales podremos libre e individualmente. Es decir, si alguna de las submisiones de una serie se nos queda atragantada podremos pasar a otra sin ningún problema (siempre y cuando esté desbloqueada). En este modo también podremos ir desbloqueando vehículos y armas para usarlos en las otras opciones de juego.

Los objetivos de las distintas misiones son poco variados: correr de un punto a otro, correr en un circuito frente a rivales o destruir a varios enemigos engloban la casi totalidad de los retos a los que nos enfrentaremos. Al cabo de un rato acabaremos aburriéndonos de hacer siempre lo mismo durante el juego.

Junto al modo carrera se encuentra el modo de carrera arcade, ideal si no queremos complicarnos y echar una carrera rápida con la que descargar la adrenalina acumulada del día.

Por supuesto también habrá dos modos de juego multijugador. El primero a pantalla partida compitiendo con nuestra propia consola frente a nuestros amigos y el segundo a través de Xbox Live. Lo cierto es que las opciones de juego a través del servicio online de Microsoft no han sido muy bien aprovechadas, mostrando muy poca variedad para lo que podía haber sido el modo más divertido de juego de Full Auto. Tan sólo podremos correr en varios circuitos frente a nuestros rivales, aunque ya profundizaremos más adelante en estos modos multijugador.

La última de las opciones que podremos elegir será el ranking, donde podremos consultar las estadísticas de nuestro perfil y nuestros progresos en el juego.

Gráficos

La beta de Full Auto nos dejó un sabor agridulce en cuanto a sus gráficos. En aquel momento comentamos que el juego, pese a mostrar en pantalla gran cantidad de elementos destructibles y una ciudad bastante bien construida, adolecía de ciertas ralentizaciones y una creación de escenarios en la línea del horizonte bastante pronunciada para ser un título de Xbox 360.

La versión final del juego ha corregido algunos de estos problemas, como las alarmantes caídas de frames por segundo cuando había una explosión o demasiados elementos en pantalla, pero otros siguen presentes, y muchos elementos que componen la ciudad por la que correremos se irán creando al fondo del escenario. No es exagerado ni muchísimo menos, pero sí lo suficiente visible para darnos cuenta a simple vista. Y no sólo ocurre con la creación de escenarios, sino también con la corrección de texturas y la aparición súbita de vehículos, lo cual afecta a la jugabilidad.

Es especialmente frustrante cuando vamos a una velocidad elevada y de repente nos encontramos con un vehículo que viene de frente y aparece súbitamente de la nada dirigiéndose hacia nosotros. El golpe en ocasiones es inevitable. Respecto a esta aparición súbita de coches, también hemos notado un defecto cuando usamos la propulsión del vehículo. Cuando alcanzamos una velocidad muy alta veremos como ciertos coches desaparecen repentinamente al pasar a nuestro lado o a escasos metros de nosotros.

En cuanto a los distintos circuitos su variedad no es excesiva y básicamente son cuatro los entornos por los que correremos: el centro de la ciudad con su ayuntamiento, una autopista a las afueras de la ciudad, la zona industrial y el puerto marítimo. En todos estos entornos predominan los tonos ocres y marrones, dando un aspecto bastante apagado a la urbe. Si a esto le añadimos la ausencia total de peatones por las calles (parece ser que en este lugar la gente sólo se desplaza en coche), acabamos teniendo un apartado gráfico poco inspirado.

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Aún así, no todo son cosas malas dentro de los gráficos de Full Auto. Por un lado, la sensación de velocidad está muy bien conseguida y realmente sentiremos que vamos a 200 kilómetros hora por las calles. Esta sensación se incrementa más aún cuando obtenemos la propulsión. Por otro lado, también nos encontramos con un tráfico bastante denso durante el juego, el cual nos hará estar especialmente concentrados y ojo avizor de lo que pueda ocurrir con aquellos automóviles no partícipes de la carrera, ya que cualquier despiste puede hacernos llevarnos uno de estos vehículos por delante y perder bastante tiempo.

No obstante, lo más espectacular de este juego en cuanto a sus gráficos es la posibilidad de destruir todos y cada uno de los elementos que conforman el escenario, ya sean vehículos, mobiliario urbano, o incluso todos los edificios que se encuentren a nuestro paso. Por supuesto nuestro automóvil también se irá destruyendo poco a poco, así que tendremos que tener especial cuidado con no recibir demasiados impactos si no queremos que nuestra carrera acabe antes de tiempo.

La mayoría de estos elementos podremos llevárnoslos por delante y veremos cómo salen volando gracias a unas cuidadas físicas que en más de una ocasión hará que nuestro coche vuele al coger un obstáculo de forma incorrecta, con nuestra consiguiente desesperación. Sillas, mesas, paradas de bus, farolas, cristales,… todo es absolutamente susceptible de ser destruido, y lo cierto es que confiere bastante espectacularidad al juego.

También es digno destacar los múltiples filtros y  efectos de los que hace gala el juego para mostrar el fuego, el humo,… Estos efectos disimulan levemente el en ocasiones discreto apartado gráfico.

Sonido

El sonido de Full Auto no destaca especialmente por su calidad. La banda sonora está compuesta por temas con tintes rockeros y guitarras eléctricas poco inspirados. No destaca por su calidad ninguna de las composiciones, están ahí  y acompañan, quedando en un segundo plano.

Los efectos de sonido se limitan al rugir de los motores (todos bastante similares entre sí, da igual que conduzcamos una grua que un deportivo), el tronar repetitivo de las ametralladoras y las explosiones que están bastante más conseguidas. En definitiva un apartado sonoro bastante justo y poco trabajado.

Jugabilidad

El manejo de Full Auto es el propio de cualquier juego de conducción, aunque posee ciertas novedades que lo hacen interesante. Con el stick izquierdo manejaremos el vehículo y con el stick derecho apuntaremos con el arma secundaria. El acelerador será el gatillo derecho y el freno el izquierdo. Con el botón A dispararemos el arma principal y con el botón B el arma secundaria (un arma que saldrá por la parte de atrás del vehículo). El botón X será el freno de mano y el botón Y la vista atrás. En definitiva, una configuración bastante simple que nos permitirá ponernos al mando de nuestro coche sin ningún tipo de problemas.

Los botones RB y LB tendrán funciones especiales. LB nos permitirá activar la propulsión, la cual nos proporcionará especial velocidad durante un tiempo limitado. El botón RB por su parte nos permitirá controlar el tiempo como ya hemos podido hacerlo en otros títulos como Prince of Persia o Blinx. Así, si en un momento dado no hemos reaccionado como debiéramos, podremos retroceder hasta momentos atrás y cambiar nuestro futuro. Esta opción es especialmente útil cuando nos chocamos con uno de esos coches que aparecen súbitamente en el horizonte y que se dirigen irremediablemente contra nosotros.

El uso de estos dos botones está limitado, y tendremos que recargarlos haciendo espectaculares saltos con los elementos que nos proporciona el escenario. El tener la propulsión al máximo y aprovecharla en los momentos claves puede significar la diferencia entre ganar y perder.

En cuanto a las armas, tendremos un arsenal total de ocho distintas: ametralladoras, minimisiles, cohetes, cañones, minas, pantallas de humo, granadas y escopetas. Su uso adecuado puede permitirnos destruir a nuestros más directos rivales durante la carrera y colocarnos en primeras posiciones.

El número de vehículos disponible alcanza la cifra de veintiuno, y entre ellos encontraremos deportivos, limusinas, pick-ups, todoterrenos, gruas y turismos. Lo cierto es que la diferencia de conducir unos u otros no es excesivamente palpable, pero si notaremos la mayor resistencia a los impactos de unos vehículos frente a otros.

El modo carrera no es ni excesivamente largo ni excesivamente variado, y al cabo de un tiempo estaremos cansados de repetir básicamente las mismas misiones basadas en correr contrareloj o frente a rivales o destruir un número determinado de vehículos y cruzar la línea de meta antes de que acabe el tiempo. Unido a su escasa duración, nos encontramos con una dificultad media tirando a baja, lo cual nos ayudará más si cabe a la hora de finalizar el juego antes de lo que nos gustaría.

Esto no hubiese sido un problema si Full Auto hubiese mostrado unos buenos modos multijugador, pero no ha sido así. Tanto en el modo online como en el modo a pantalla partida tan sólo podremos correr carreras contra nuestros rivales. Lo cierto es que estos modos podrían haber dado más de sí, máxime si tenemos en cuenta la combinación armas-conducción que nos podría haber metido en un foso lleno de rivales con los que acabar antes de que acabaran con nosotros. Aún queda la posibilidad de que el botón Bazar Xbox Live que posee el modo online nos traiga descargas (esperemos que no sean pagando) que aumenten los modos de juego tanto online como offline y la duración general del título.

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