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Freedom Planet

Freedom Planet

  • PlataformaPC8.5WiiUPS4NSW
  • GéneroPlataformas
  • DesarrolladorGalaxyTrail Games
  • Lanzamiento21/07/2014 (PC)29/10/2015 (WiiU)25/08/2017 (PS4)30/08/2017 (NSW)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorGalaxyTrail Games

Freedom Planet

Imaginad un mundo en el que la desarrolladora Treasure hubiera realizado un juego de Sonic en dos dimensiones. Sería maravilloso, ¿verdad? Pues Freedom Planet viene a hacer realidad esa fantasía. Apuntad su nombre, es un juego obligado.

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Parece imposible alejarnos de una percepción y es que los 'gamers' son los que toman ahora las riendas de la industria del videojuego. ¿Redundante? No tanto. Hablo de aquellas personas que crecieron en este sector de poco más de treinta años, y que ahora en su madurez se dedican a crear videojuegos, algunos, como los que disfrutaron en su abandono de la infancia, otros, radicalmente opuestos. El caso es que este tema generacional lleva dándose en otras artes desde hace décadas, lo que explica porqué existe un 'revival' exagerado del cine ochentero en la actualidad. ¿Cómo no iba a suceder, si los directores jóvenes vivieron esa época como simples espectadores? Al final da igual el medio en el que trabajes porque hay algo común a todas las personas, independientemente de medio, profesión o experiencia: la nostalgia. Nos tira aquello con lo que crecimos y en los videojuegos independientes estamos viéndolo claramente. Primero fue el excelente Shovel Knight, y ahora llega Freedom Planet de GalaxyTrail, que en opinión de este redactor es tan bueno como aquel. Los motivos los veremos a continuación, por supuesto.

El proyecto, liderado por Stephen DiDuro, nace en Kickstarter de la necesidad de recuperar algunas mecánicas del pasado que incluso sus estandartes han optado por olvidar. Así es fácil ver un vídeo del juego y recordar automáticamente a la saga Sonic de SEGA; fácil y necesario, pero matizable. Porque más allá de ser un ripoff, lo que tenemos aquí es básicamente una actualiación de aquellas ideas ejecutada con asombrosa precisión, siendo el Sonic 2D que habría hecho la compañía Treasure (Gunstar Heroes, Ikaruga, Astro Boy: Omega Factor) si la franquicia del erizo hubiera caído en sus manos. Técnicamente sobresaliente, con acabado en dos dimensiones que sorprende por su riqueza y variedad, sprites de buen tamaño, numerosos tipos de enemigos con tamaños en algunos casos titánicos, fluidez y apenas alguna bajada de frame rate puntual, se trata de un puro deleite para la vista que además goza de un trabajo de 'acting' muy notable, en el que podemos ver cómo los personajes realmente reaccionan como si fueran animados a lápiz con una buena variedad de rostros y posiciones. La escala de los escenarios y su tamaño también es digna de mención, pero queda ya claro que a nivel gráfico se trata de un juego excelente, al que se le pueden poner muy, muy pocas pegas.


 

Lo mismo ocurre con lo verdaderamente importante en un videojuego de estas características, su aspecto jugable. Shovel Knight supo crearse una personalidad propia a pesar de rendir un homenaje nada disimulado a clásicos como Megaman, tanto en la estructura de las fases como en el control sobre nuestro caballero de la pala. Freedom Planet hace algo parecido con el tipo de plataformas en 2D que inaguró Sonic, por lo que la base se mantiene inalterada en gran medida: controlamos a uno de los tres personajes disponibles y avanzamos a lo largo de nueve fases (la última se divide en cuatro etapas de duración variable) hasta dar con la salida, donde encontraremos a un jefe al que deberemos vencer en prácticamente todas ellas. Lo interesante aquí no radica en el llegar de A a B sino en el trayecto que recorremos, porque es un juego que permite a cada jugador experimentar a su modo las fases; no hay numerosos caminos, en un sentido estricto, ni funciona como un Metroidvania. Pero los niveles son grandes, lo suficiente como para que pueda haber una docena de secretos en cada uno de ellos y que no sean de fácil acceso.

De esta forma, encontramos que un jugador puede hacer un 'speedrun' y terminar el juego en cuatro horas, evitando explorar las fases y yendo a toda velocidad. Hay un logro en Steam que de hecho sólo se consigue completando la campaña principal en menos de 90 minutos, tarea -ya avisamos- imposible en una primera partida, porque requiere conocerse los niveles al dedillo, con sus atajos y zonas evitables, para poder obtener esta puntuación. De media, si dedicamos el tiempo suficiente a cada fase, la cosa puede irse incluso a los treinta minutos, así que olvidad el prototipo de fase de un plataformas clásico: aquí la cosa va más allá, no es un pasillo a menos que, como decimos, sepáis el camino de memoria y evitéis la exploración, el combate con los enemigos, etcétera. Lo que, evidentemente, le quita parte de la gracia al juego. Esta duración correspondería a la modo historia, que cuenta una trama sencilla pero interesante de seguir (y divertida de leer, muy inspirada por el shonen) que involucra a una docena de personajes en total. De estos, llegaremos a controlar a un total de tres, cada uno con sus propias habilidades y particularidades.


 

Nuestra heroína principal es Lilac, una dragona con movimientos como lanzarse en picado a toda velocidad, golpear con su cola, hacer una divekick desde el aire, etcétera; sobre ella recaerá el peso de la trama, en gran medida. También tenemos a Carol, una especie de gata salvaje de color verde que es mucho más física: tiene combos cuerpo a cuerpo, es muy ágil, pero carece de los impulsos de velocidad de Lilac. Es indudablemente un personaje menos apto para novatos, por así decirlo, porque su juego se desarrolla en el suelo e impide reducir los tiempos de finalización de las fases. Por último tenemos a Milla, el típico personaje jovial e inmaduro, que cuenta no obstante con una barrera de energía, una "pistola" de plasma y la posibilidad de planear en el aire con sus orejas. No es controlable en el modo historia, pero sí en el arcade. En esta opción de juego recorremos los mismos escenarios con Lilac y Carol del modo principal, pero con Milla la cosa cambia y ofrece otros totalmente diferentes. En cualquier caso, jugar con un personaje u otro ofrece una experiencia distinta a nivel de control, habilidades y enfoque; merece la pena probar con todas ellas y descubrir qué ha preparado GalaxyTrail para otorgar variedad a su aventura.

Además del modo historia y un arcade en el que evitamos la parte argumental, tenemos la opción de superar desafíos para cada personaje consistentes en destrozar varios elementos del mapeado en tiempo record, además de un modo 'time attack' en el que podemos registrar nuestros mejores tiempos. El pack viene completo en ofertas para un jugador, siendo un título bastante cuidado a este respecto. Como decíamos a nivel de mecánicas puede recordar a los Sonic clásicos pero también se aleja de aquel al introducir características propias basadas en la velocidad extrema y las puertas que abre de cara a los combates contra jefes, el uso de potenciadores que duplican las habilidades de los personajes, numerosos extras ocultos que son obligados para sacar el 100% del juego, y elementos de exploración nada evidentes. Los combates contra enemigos por ejemplo son similares: podemos afrontrarlos cuerpo a cuerpo o con movimientos -saltos en caída, evasiones- diferentes, pero en el máximo nivel de dificultad nos pondrán en más de un apuro, sobre todo los jefes de final de nivel. Algunos son de un tamaño considerable, como decíamos anteriormente, por lo que la cosa se complica.


 

La variedad es la mejor carta de presentación de Freedom Planet, habiendo niveles en junglas, zonas heladas, templos abandonados, etcétera, en los que hay cosas diferentes por hacer: teletransportadores que nos dirigen a zonas determinadas, recolección de llaves para abrir puertas y poder progresar, impulsos dobles para llegar a zonas elevadas, pulsación de botones que abren puertas sólo temporalmente, etcétera. Uno de los niveles arranca de hecho con un modo shoo'em up en el que nos montamos sobre un dragón y disparamos proyectiles contra nuestros enemigos, como un matamarcianos clásico. Diduro y su equipo han sabido cómo recuperar elementos del pasado y traerlos de nuevo a un juego que desagraciadamente está pasando desapercibido por parte de la prensa y del público, pero que merece la mejor de las suertes por su calidad y entereza. Diremos de hecho que si el juego fuera de SEGA y hubiera tenido una promoción sólida, sería ahora mismo considerado el juego del mes por mucha gente. Tristemente el mercado independiente tiene estas cosas: a veces, se consigue exposición, y otras no.

Captura de pantalla - Freedom Planet (PC)
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Captura de pantalla - Freedom Planet (PC)
8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.