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F1 2015

F1 2015

  • PlataformaXBO7.5PC7.5PS47.5
  • GéneroDeportes, Conducción
  • DesarrolladorCodemasters
  • Lanzamiento10/07/2015

F1 2015, análisis

El Gran Circo de la Formula 1 deja en el retrovisor todo lo anterior, rehaciendo por completo su formato jugable y audiovisual esta temporada, que también incluye la 2014 para quienes la echaron de menos en sistemas de nueva generación. Codemasters Racing devuelve la ventaja a su simulador fetiche.

Era absolutamente necesario. Por fin el videojuego F1 2015 hace renacer la licencia esta calurosa semana de julio, anteponiéndose a la temporada que empieza y dejando atrás aquellos lanzamientos en octubre, dando una vuelta de tuerca a las ideas de Codemasters Racing y dejándoles trabajar solo en la nueva generación, y amortizando la tecnología puntera de los sistemas a la última. Lo que contiene este Blu-Ray de PlayStation 4 y Xbox One -DVD en PC- deja bastante atrás lo que eran los simuladores F1 hasta la temporada pasada. Ahora Hamilton, Rosberg, Vettel, Sainz, Alonso y compañía corren en posiciones preferentes dentro del mundo del motor virtual, con menos que envidiar a los exponentes más vistosos y realistas del automovilismo en consolas, con mucho terreno por delante para hacer del deporte de los monoplazas una nueva fuente de ilusión y grandes producciones. Ahora se entiende por qué F1 2014 añadió o experimentó tan poco, estaban trabajando en todo esto.

Y para compensar a los aficionados, F1 2015 no se corta e incluye toda la temporada 2014, sus grandes momentos y particularidades, solo que adaptadas al nuevo estilo gráfico y jugable de la serie. Hablamos aquí de la entrega que va a ser base clave para los próximos años, el banderazo de salida para los títulos Formula One, que viven este reestyling que empieza por la misma portada y artes oficiales del juego. Siguiendo la línea de otros simuladores deportivos como FIFA o NBA 2K, F1 2015 da mayor presencia y protagonismo a los pilotos, no solo incorporando sus rostros en la carátula y los menús principales, sino también por lo que significa ahora correr con una escudería u otra, conocer el estilo de cada conductor y prestaciones de su coche, y buscar cómo aprovechar ese tipo de conocimientos en nuestro favor. Para empezar, se ha trabajado en una IA y animaciones que plagie en cierto sentido algunas de las actitudes características de cada estrella, así como las de su posición en los campeonatos.

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Tampoco demasiado, esto no es FIFA y su potente tratamiento personalizado a Messi, Ronaldo y otros astros. Pero sí que se percibe una mayor intención de clavar a los 8 o 10 corredores más populares, los que han sorprendido con sus bajos resultados, como Alonso con McLaren-Honda o incluso Vettel con Ferrari, o Williams y Red Bull, claramente por debajo de Mercedes con Hamilton y Rosberg ya imparables esta temporada. Este transcurrir de la competición internacional se refleja en algunos elementos del juego, como la colocación en selectores de cada escudería y protagonistas, o los resultados que hacen en pista cuando jugamos con la IA en su máxima dificultad -realista- o se plagian pruebas reales del Campeonato de Constructores, por ejemplo. De hecho, las modalidades singleplayer intentan reflejar más que antes este devenir, algo que a los españoles nos escocerá especialmente dados los acontecimientos de este año. Siempre podremos elegir jugar la temporada 2014 y ver a Alonso de rojo y con el cavallino rampante...

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Desde luego no es lo mismo jugar una temporada u otra, empezando por los circuitos y el orden, como el recuperado GP México del Autódromo Hermanos Rodríguez que nos da la bienvenida al Modo Campeonato para un jugador. También están los cambios de reglas y normativas de una temporada a otra. Por ejemplo, aquí lo notaremos en seguida con los dobles puntos para la última carrera, que el año pasado sí estuvieron y en la temporada 2015 no. Caso parecido el del Safety Car Virtual, traducido en laobligación de los pilotos de reducir la velocidad en caso de peligro en pista. Hockenheim sí está en la temporada 2014, claro. La nueva competición cuenta con trazados totalmente homologados de 19 países y las 10 escuderías principales -Manor mediante descarga del parche Day1 gratuito- con los dos hombres que las representan. Y otro punto importante que no nos ha gustado nada, desaparece el Modo Trayectoria donde el jugador se creaba su piloto e iba subiendo escalones desde lo más bajo. Ni rastro tampoco de Desafíos, Cronos de medalla o Mundial cooperativo. Muy duro.

El Modo Campeonato es el principal para un jugador, trasladando la furia del enfrentamiento de los fines de semana reales al videojuego, los momentazos, los comentarios, lo que se vive alrededor de las carreras, presentación de normas y circuitos, penalizaciones particulares, etc. Ahora son más importantes las decisiones de equipo y todo lo externo que rodea a la carrera en sí, esencialmente en dificultades de juego altas de entre los 5 modos de dificultad que incorpora cambiando ajustes y ayudas para hacer a cada una más desafiante y realista que la anterior. F1 2015 incorpora consejos y modalides que servirán de aprendizaje o entrenamiento en todo tipo de situaciones climáticas, lumínicas y pistas. Contrarreloj o Carrera Rápida serán el mejor aliado para preparar una prueba concreta. Es crucial, pues la lluvia y los charcos que van creándose poco a poco en carretera, o los focos nocturnos y sol deslumbrantes son nuevos enemigos más activos que parecen también buscar hacernos salir de pista.

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La experiencia de conducción se adecúa a las ayudas que habilitemos, como no podía ser de otra forma, yendo de lo más arcade a unas sensaciones volante en mano bastante dignas. Pero también se le pueden tachar aspectos respecto a los referentes de la simulación actuales, por ejemploel ‘force feedback’ no es tan satisfactorio como el que acabó consiguiendo Project Cars en cuestión de monoplazas. Por otro lado están todas las exigencias estratégicas o tácticas, ya no solo conformadas con saber cuándo parar en boxes o cómo sobrellevar los daños. Ahora el técnico nos da información, instrucciones y consejos de todo tipo, a los que habrá que hacer caso. Con la cruceta podemos modificar el reparto de frenada y la mezcla de combustible. Al entrar en boxes y cambiar de neumáticos, notaremos directamente en las manos que necesitaremos un par de curvas para calentarlos. Detalles como éste son un acierto total en niveles altos.

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También podremos elegir si jugar siempre con la trazada óptima o desactivarla, o si queremos rebobinado para evitar truculentos errores que suponen el desastre. Una vez dominado su manejo, bastante satisfactorio y que plantea un desafío a cualquier tipo de jugador gracias a la cantidad de parámetros que se pueden manipular o automatizar y englobar en los distintos niveles de dificultad, es momento de adentrarse en el Modo Profesional y el Multijugador. El primero nos pone frente a un listado de pruebas únicas, muchas de ellas conocidas para revivir algunos de los momentos más épicos que hemos vivido últimamente en esto del Gran Circo. Situaciones donde la IA va descaradamente a por nosotros, carreras de vueltas muy rápidas y donde no se permite ni un fallo, o fines de semana completos bajo condiciones climáticas bastante adversas. Como en Campeonato, hay buena variedad sin excesos. La IA rival a veces se equivoca y la aliada llega a meterse inexplicablemente en boxes junto a nuestro corredor, lo que le resta parte de realismo en las modalidades más arduas y exigentes.

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En la otra parte, en el Multi para hasta 16 corredores se nota mejoría en cuanto a configuraciones y posibilidades de creación de pruebas específicas, revisado el matchmaking para que sea más satisfactorio y, aunque sigue haciendo algunos emparejamientos confusos, en general funciona bien. También se ha rediseñado toda la interfaz y menús previos a la carrera respecto al año pasado así como lo parámetros interactivos del pit. Eso sí, seguimos con un multijugador al que le faltan algunas opciones más para ser realmente competente y estar a la orden del día que sí consiguen otros juegos de conducción, tanto en términos sociales como en modalidades y posibilidades para ser verdaderamente duradero y trascendente. No hay pantalla partida, y eso dolerá a los asiduos a este modo.

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La cantidad de ángulos de cámara en carrera -siete en total- y el nuevo tratamiento completamente televisivo de las repeticiones de cámara libre, rebobinado y guardado, etc., las previas a las carreras, las entrevistas en el paddock, las ayudas previsoras de los técnicos revisando todo, las caravanas, etc. hacen la experiencia más redonda y satisfactoria en lo visual y de presentación. Hay rótulos que indican la climatología del día, tablas de clasificación bien presentadas y claras, etc. además de todo el despliegue gráfico que se ha autoimpuesto Codemasters para esta entrega renacida, empezando por las animaciones de los pilotos, ingenieros y periodistas fuera de pista o en el podio. Y, lo más llamativo en el primer minuto, la lluvia, los destellos y los desenfoques. Nunca antes un juego de F1 había conseguido estos efectos del agua, no al nivel abrumador de Driveclub o Project Cars, pero desde luego más cerca gracias al estreno de una versión refinada del EVO Engine, el EVO3.

1080p (900p en One) y 60 frames por segundo, una tendencia ya obligatoria en el género que aquí cumple como debe. También es impresionante el comportamiento de iluminación de las carrocerías o la adherencia y respuesta calentada de los neumáticos a las distintas superficies como barro, gravilla o hierba. No nos ha gustado tanto, en cambio, el acabado del público y algunas texturas planas. Las pistas nocturnas, como Baréin, Singapur y el paso de la tarde a la noche en Abu Dabi son un espectáculo ambiental, la parte gráfica donde el juego mejor partido se saca. No hay popping alguno y la tasa de frames es bastante estable, salvo en alguna situación de estrés, rebobinados o algún que otro paso de partida a la repetición -activable, guardable y compartible en cualquier momento respecto a los últimos segundos-.

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Eso sí, más importante ya que afecta a la jugabilidad, la desenvoltura de las físicas, pesos e inercias se mantienen algo extrañas en colisiones múltiples y muy aparatosas, donde a veces está exagerado o es irrisorio el castigo y sus consecuencias. No es que sea poco creíble o desmesurado, pero hay daños y derrapes que no terminan de funcionar al mejor nivel cuando veníamos con unas expectativas muy altas en este sentido y otros títulos del género brillantes en esto. Además, de momento hay algunos bugs leves como interfaces que se bloquean o penalizaciones que no se quitan tras un rebobinado. Pero todo apunta, según el feedback recogido por Codemasters, a que con la siguiente actualización se arreglarán.

Para recuperarnos de este tipo de incidentes, habrá que medir bien las paradas en boxes, que ahora se pueden programar y solicitar a través de la voz, con Kinect y el micrófono de PC y PS4. En esta última versión, el DualShock 4 aprovecha su altavoz autónomo para lanzar los comentarios de nuestro asistente técnico, la voz en castellano que mejor parada sale ya que los sobreactuados comentaristas, unos sacados de la manga Antonio Dávila y David Casas (¿?), ni tienen muchas intervenciones distintas ni parecen tener del todo ganas de emular a comentaristas reales de la F1, interpretación austera que al menos sí que está puesta al día en las frases e información. El sonido del juego se viene ligeramente abajo por esta localización en castellano o por el elenco de temas musicales para los menús, no tan bueno ni identificativo como pide el género. En cambio, los motores, los FX de las colisiones y rozaduras o frenadas, el clima, las pisadas de los pianos, etc. sí rayan a un magnífico nivel que traslada bien a lo que se oye en pista.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.