Dune: Spice Wars | La especia de Arrakis, en juego; así el RTS de Shiro Games

El conflicto de Arrakis, los Atreides y sus enemigos regresó a la primera plana mediática gracias a la película de 2021, que continuará a través de nuevos filmes en el futuro. La obra literaria de Frank Herbert también ha gozado de adaptaciones a los videojuegos. De hecho, la editora Funcom y el estudio Shiro Games trabajan desde hace un tiempo en un título de estrategia en tiempo real. En MeriStation hemos tenido la oportunidad de ver Dune: Spice Wars y de desbrozar sus características principales junto a los desarrolladores.

Dune: Spice Wars se define como un producto de estrategia 4K (Explore, Expand, Exploit and Exterminate), lo que se traduce en que los jugadores deberán abordar la estrategia desde el punto de vista de la macrogestión. En esta saga de ciencia ficción, la especia producida por los gusanos de la arena es uno de los bienes más preciados del planeta, además del agua. Sin embargo, las arenas del desierto esconden a estas majestuosas criaturas, por lo que habrá que estudiar si vale la pena arriesgar la seguridad de las tropas, todo ello en un contexto bélico entre las familias nobiliarias de la galaxia.

Primero en acceso anticipado

La decisión de optar por el early access la justifican en la página del juego en Steam: “Nuestro objetivo es hacer de Dune: Spice Wars el mejor juego posible y trabajar junto con nuestra comunidad en el acceso anticipado es la mejor forma de conseguirlo”. El estudio afirma que es la mejor solución “para colaborar con los jugadores y con los fans”, de manera que se cumplan sus dos objetivos principales: por un lado, garantizar la accesibilidad; por el otro, “ser fieles a la esencia de la obra de Frank Herbert y hacer un juego único” que combine las características propias del universo de Dune, plasmadas en un experiencia de jugable “convincente”.

Los cálculos realizados por Shiro Games apuntan a que el título se mantendrá en acceso anticipado entre 9 y 12 meses, aunque dependerá de la rapidez con la que alcancen sus hitos e implementen todas las funcionalidades y contenidos previstos. “Pero no tenemos prisa, ya que queremos asegurarnos de que, sea cuando sea el lanzamiento final, el juego esté exactamente donde queremos que esté”. MeriStation ha asistido a un evento en el que ha podido vislumbrar las características principales de la mano de los desarrolladores.

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Desde Shiro Games apuntan a primavera como fecha de lanzamiento del acceso anticipado, si bien no han concretado una fecha exacta.

Una lucha de facciones

Al principio, los jugadores tendrán que elegir entre una de las cuatro facciones disponibles. A día de hoy solo se han revelado dos de ellas, los Atreides y los Harkonnen, pero en el de lanzamiento estarán todas ellas operativas. Los desarrolladores nos muestran su partida en directo. Una base de operaciones se dibuja en en un horizonte donde reina la niebla, aunque en la espesura, los Atreides luchan contra la invasión de su más letal enemigo. Cada facción dispone de dos consejeros, que otorgan bonus especiales y que hay que elegir al principio de la partida.

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Los integrantes de Shiro Games explican que lo primero que van a hacer es explorar el mapa y escanear la zona con niebla para buscar recursos interesantes y puntos de interés. Después de investigar, por fin encuentran el pueblo, uno de los lugares clave, también para la especia, el recurso más codiciado. En cuanto a los puntos de interés, pueden ser ruinas, restos antiguos, caravanas, etc., espacios en las que recibiremos distintas ventajas.

Una vez hallado el pueblo, lo siguiente es intentar controlarlo. En este caso, despliegan dos unidades y tratan de conquistarlo por la fuerza. También se puede hacer a través de la diplomacia, por la vía pacífica, una particularidad propia de la facción de los Atreides. Eso sí, nos advierten de que en ese caso será mucho más complicado cumplir el objetivo.

La divisa del juego es la misma que la que aparece en los libros, el solari. Se puede ganar al vender especia, como dividendo o vendiendo recursos a otros jugadores. Todos estos materiales son cruciales para desarrollar la economía y construir los edificios y los ejércitos que necesitemos para asegurar la victoria. Por eso, la gestión del dinero es uno de los puntos a tener en cuenta.

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Especia, agua, la guerra y la diplomacia

Si la especia es un bien por el que se mata en Arrakis, ni que decir tiene que el agua es otro de los recursos que escasean en el planeta desértico. De él depende la estabilidad del pueblo, pues si escasea existe el riego de que se produzcan rebeliones. La producción se realiza utilizando distintos edificios como los molinos de viento, aunque también es posible fabricar un extractor de agua a fin de aumentar la producción.

Con la especia se abren distintas posibilidades, entre las que se encuentra la opción de venderla para recibir ingresos por su producción. Por otro lado, el impuesto imperial ha de pagarse puntualmente, porque de lo contrario habrá problemas en forma de ataques políticos, que pueden ser tan destructivos como los ataques por la fuerza.

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En este punto, los desarrolladores comentan el árbol de habilidades, que se despliega en distintas ramas (expansióm, militar, economía, etc). Todas las facciones cuentas con unidades militares únicas que se especializan en melee o combate a larga distancia, supervivencia..., así como en características especiales. Por ejemplo, los soldados Harkonnen se vuelven fuertes cuando pierden mucha salud.

Los ejércitos no pueden ir por zonas inexploradas sin pagar el precio del desierto. Cuando el jugador se aventure fuera de su territorio, los recursos decrecerán con el tiempo, y en el momento en el que hayan perdido todos los materiales empezarán a perder puntos de salud y morirán en en las áridas arenas. En el interior del desierto profundo soplan vientos fuertes y la actividad de los gusanos es intensa. Como los recursos decrecen de manera dramática, los usuarios deberán mejorar mucho sus atributos para poder abordar este reto.

Desde el punto de vista político, las relaciones dependen de la diplomacia con otras facciones. Cualquier aspecto influye en todo lo demás. Cada resolución requiere gastar votos o utilizar la influencia, que se obtiene al construir ciertos edificios. Las opciones de diplomacia son diversas: conversar, enviarles recursos y firmar acuerdos en función de si las condiciones les satisfacen o no. Esto se refleja en pantalla con unas pequeñas flechas, que indican si están inclinados a aceptar o a rechazar el acuerdo.

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El espionaje no podía faltar

El menú de espionaje nos permite posicionar a agentes en diferentes situaciones. Podemos espiar a otra facción y recibir información sobre sus recursos, unidades militares, lugares que controlan o las actividades que están desempeñando. Si posicionas un espía en el edificio dedicado a la política podrás aumentar tu influencia, mientras que si los llevas a Arrakis conseguirás más autoridad.

El recurso del espionaje se denomina intel y puede invertirse en enviar agentes o realizar asesinatos. Esto último requiere un sinfín de medios y es muy complicado, porque significa matar automáticamente al líder de otra facción. En otras palabras, esta acción puede cambiar el devenir de la partida. Es una victoria militar tan contundente como la de conquistar la capital del enemigo.

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¿Qué formas hay de ganar en el juego? Por un lado, la hegemonía, que consiste en progresar en la expansión de territorio, en ganar batallas, conseguir recursos y construir edificios: por otro lado, la victoria diplomática, que se logra cuando amasas la suficiente influencia como para forzar al resto de facciones a seguir tus dictados.

Las partidas de Dune: Spice Wars duran entre tres o cuatro horas, en función de aspectos como el número de facciones o el tamaño del mapa.