Lo simple hecho obra de arte

El género táctico se complace en aumentar su escasa oferta con un título tan interesante como Disgaea. Ante nosotros se presenta la posibilidad de controlar al ejercito del inframundo en pos de recuperar el trono como legítimo heredero. ¿Parece serio, no? Olvidaos, Disgaea es un desmadre...

Disgaea, Hour of Darkness es un producto redondo hecho con tesón, cariño y buen hacer. Que no os engañe su simplicidad gráfica, nunca unos sprites tan simples en PlayStation2 pasaron tan desapercibidos ante una jugabilidad que he roto moldes tanto en el mercado nipón como el americano.

Ahora llega a Europa dispuesto a triunfar y convencer, cualidades no le faltan ya que posiblemente estemos ante el mejor exponente actual del RPG táctico de la presente generación.

Nippon Ichi Software, una compañía consagrada a este género, ha conseguido con Disgaea aunar cientos de tópicos de los SRPG (Strategic Role Playing Game) y aportar suficientes ideas novedosas para revolucionar un estilo de juego que parecía algo estancado.

Hace unos meses os presentamos en estas paginas un completísimo avance de nuestro compañero Francisco Alberto Serrano donde os desvelábamos todos los secretos de este título. En esta ocasión nos centraremos más en los detalles propios de la versión PAL y sus características técnicas.

Como podéis imaginar la historia de Disgaea parece sacada de la mente de los guionistas de alguna serie de anime japonés con ganas de hacer reír al público: Un príncipe demonio que se va echar una siesta y se levanta 3 años después con su reino patas arriba: su padre ha muerto y numerosos demonios quieren el trono del inframundo para sí.

Etna, una alocada diablilla con un escuadrón de pingüinos como lacayos, ayudará en los primeros pasos de Laharl en la reconquista de su legítimo puesto como heredero.

Pero todo no es tan sencillo, el argumento de Disgaea se retuerce hasta el punto de que los ángeles residentes en Celestia también tienen algo que decir. Flonne una linda ángel asesina, que mete de todo menos miedo, es enviada al inframundo a matar al padre de Laharl, pero al encontrarse que su cometido ya está resuelto decide unirse a Laharl y enseñarle que es el amor y la paz (Al príncipe de los demonios???).

Estos son los personajes principales, pero muchos más pasaran por nuestros ojos como Vyers, un guapo y poderoso demonio con acento francés que se autoproclamará rápidamente el rival de Laharl...

Yo mismo, la primera vez que puse a dar vueltas este DVD en mi PlayStation2, me quede un poco parado. Sin ir más lejos, Final Fantasy Tactics de GBA (por comparar dos títulos de un mismo género) cuenta con un apartado gráfico más sugerente a primera vista siendo de una portátil. Pero, ¿Tan cutre es Disgaea? ¿Tanto se deja notar este aspecto durante las horas de juego? La respuesta es NO.

Disgaea a diferencia de FF Tactics hace uso de las 3D, mostrando escenarios más enrevesados llenos de plataformas y desniveles más pronunciados, aportando una dificultad más a las estrategias del jugador. Podemos girar los escenarios para obtener mejores vistas de la acción e incluso poder hacer zoom para tener una vista más aérea de la zona de conflicto o más detallada. Por contra estos escenarios son sencillismos y muy simples, apenas cuentan con algún detalle propio del terreno adornado con texturas totalmente monocolores.

Los personajes a diferencia de los escenarios son en 2D, con un estilo manga muy marcado y unos diseños graciosos y sugerentes. De hecho, en USA se va a comercializar un ArtBook del juego debido al éxito de sus diseños. Los personajes son carismáticos, Nippon Ichi ha conseguido desterrar la sensación de 'soldado' de los personajes no principales, algo típico en este género, haciendo de todos los miembros de nuestro ejercito algo más próximo y querido.

Los personajes a pesar de estar en dos dimensiones, no desentonan en el entorno 3D y las animaciones de las que hacen gala son buenas. Los efectos de luz y de cámara merecen comer aparte, ya que son lo mejor de este apartado sin duda. Las técnicas especiales ligadas a cada personaje según su clase o los combos son lo más espectacular de Disgaea (Aunque no esperéis tampoco animaciones tipo Final Fantasy), donde algunas secuencias con diversos giros y zooms de cámara junto con destellos y efectos de luz serán la salsa de cada combate.

Por lo demás tampoco hay mucho que destacar salvo la adaptación PAL del título. Disgaea llega al mercado europeo sin selector de Hrz, pero con Overscan. Los 50 Hrz de Disgaea no son ningún handicap, a pesar de que siempre es deseable el selector, ya que en un título de estas características donde todas las acciones van por turnos los problemas derivados de una mala optimización no se hacen palpables en ningún momento.

El resultado final es realmente bueno hasta el punto de que en los hechizos hacen rimas al lanzarlos, o en los combates cada tipo de personaje y técnica tiene su invocación o grito perfectamente identificables.

El resto de sonidos cumplen bien sin sobresalir tanto como las voces, al menos con el cometido de ambientar las peleas y efectos de las técnicas o combos.

En el avance al que os remitíamos al principio de este análisis, describíamos con pelos y señales todas las innovaciones que Disgaea presentaba en el mundo de los SPRG, entre las que destacan la ejecución de combos por afinidad, el senado del inframundo para aprobar nuevas reglas en el juego o la evolución de los ítems en el 'Item World'.

Al principio Disgaea nos abrumará, su complejidad en determinadas opciones de juego (como la aprobación de nuevas reglas en el senado), la cantidad de posibilidades y acciones disponibles, sumado a que el juego nos llega en completo ingles dificultará nuestros inicios. Y es que el idioma anglosajón será un pequeño handicap que frenará nuestro aprendizaje, debido a los numerosos tutorial que tendremos que tragarnos hasta que empecemos a coger las riendas al juego.

Disgaea es un juego rocoso y muy amplio, tenemos muchas opciones para pasar las horas de juego (repitiendo niveles, aprobando nuevas reglas, creando personajes, adentrándonos en el Item World...) pero la satisfacción es plena cuando vamos tomándole la medida al juego. La estrategia toma mucha mayor relevancia de los que estamos acostumbrados a los títulos del género, donde un personaje poderoso puede acabar con docenas de enemigos. En Disgaea no, ya que los ataques en grupo están muy bien premiados dando énfasis a las estrategias en grupo, pero sin desequilibrar lo más mínimo el sistema de combate.

Es un juego que nos mantendrá muchas horas sentados delante del televisor si queremos sacarle un buen rendimiento ya que requiere mucho tiempo mejorar tanto personajes, como ítems a la vez que avanzamos en la historia y nos hacemos con más poder en el senado del inframundo.

Apartado aparte merece la historia y el desmadre de personalidades que pasearan por los escenarios de Disgaea empezando por el príncipe Lahral, que por echarse una siesta de tres años pierde el trono del inframundo al morir su padre. No tenemos secuencias animadas, todo transcurre con bocadillos e ilustraciones estáticas, pero si seguimos las conversaciones en ingles que sirven de antesala a muchos enfrentamientos las risas están aseguradas.

El estilo de juego podría compararse con FF Tactics por su proximidad en el tiempo, pero dada sus posibilidades, al RPG táctico de los de Square Enix se le descubren las vergüenzas. Nippon Ichi ha consagrado en Disgaea la evolución de los SRPG, que como sabemos tendrá su continuidad en La Puccelle y Phantom Brave.

l  o    m  e  j  o  r :

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