Dead Rising Deluxe Remaster
Review
Análisis de Dead Rising Deluxe Remaster: Frank West vuelve por todo lo alto
Analizamos las versiones de PlayStation 5 y Xbox Series X de Dead Rising Deluxe Remaster. Frank West regresa a Willamette como nunca antes lo habíamos visto.
Su anuncio nos cogió por sorpresa, y no era para menos. Nadie esperaba que Capcom decidiese darle el trato “Resident Evil 2 Remake” a otro de sus juegos clásicos: el Dead Rising original lanzado en 2006 en Xbox 360, y menos aún tras haber recibido un lavado de cara técnico y de rendimiento en 2016. Pero, ocho años después, aquí estamos. Ante nosotros tenemos a Dead Rising Deluxe Remaster, la pretendida versión definitiva del juego clásico de zombis lanzado hace casi dos décadas. Solo queda una cuestión por responder: ¿merece la pena? Ya os adelantamos que sí, y mucho.
Análisis de Dead Rising Deluxe Remaster para PlayStation 5 y Xbox Series X
Antes de empezar, hay que tener claro qué es y qué no es Dead Rísing Deluxe Remaster. La propia Capcom lo cataloga como una remasterización de Dead Rising, pero en la práctica es más un remake con todas las de la ley. A grandes rasgos se ha rehecho el juego en el RE Engine: tanto entornos como personajes y los sempiternos zombis se ven de escándalo.
Lo que no ha cambiado es la jugabilidad básica del título, motivo por el que Capcom ha pecado de modestia. Como en el original, manejamos a Frank West, un reportero fotográfico que debe sobrevivir 72 horas en un centro comercial atestado de zombis. Todo ello mientras, además, intenta revelar al mundo la realidad de lo sucedido y el origen del brote zombi. Este intrépido periodista puede utilizar casi cualquier objeto como arma, aunque, claro está, otro tema es que sea eficaz.
El tiempo ajustado que tenemos para llegar a todos los encargos sin que ningún superviviente se nos muera por el camino sigue siendo una de las principales fuentes de tensión del título. Como ya pasara antaño, si vamos a ciegas seguramente nos perderemos muchas misiones secundarias de rescate de supervivientes o encontronazos con psicópatas y sus correspondientes recompensas. Con sucesivas partidas esto se solventa porque ya sabemos a qué atenernos y cuál es la “ruta óptima” del reparto de tareas y tiempo.
Nada más empezar la aventura Frank es un completo inútil. Pero a medida que vamos ganando Puntos de Prestigio —como se llama la experiencia aquí— por realizar acciones como matar zombis, derrotar psicópatas, hacer buenas fotos o rescatar supervivientes, vamos subiendo de nivel y desbloqueando un amplio abanico de habilidades para el protagonista. No solo eso: también aumentan varias estadísticas pasivas como la velocidad de movimiento o el poder de ataque.
Uno de los grandes puntos fuertes de Dead Rising Deluxe Remaster es su lavado de cara gráfico y técnico. El estilo artístico se mantiene, con rostros muy característicos como el de Frank y alguno de los psicópatas que dotan al juego de un carácter visual único. Además, la iluminación en tiempo real es bastante convincente y dota al título de una gran capa de realismo, algo a lo que también ayudan las nuevas y mejoradas texturas.
En cuanto al rendimiento, Dead Rising Deluxe Remaster tiene resolución 4K nativa y una tasa de frames estable que no siempre es de 60. El título adapta los FPS de forma dinámica para no enturbiar la jugabilidad con parones o cambios bruscos, por lo que las transiciones son suaves. En los entornos abiertos y repletos de zombis como el parque los frames por segundo se reducen, una concesión algo comprensible que no afecta al juego hasta extremos de arruinar la experiencia del jugador. Eso sí, las cargas entre zonas son bastante rápidas, lo cual ayuda a no perder el hilo de la acción en ningún momento.
El Dead Rising original coqueteaba con muchos géneros: mundo abierto, supervivencia y gestión de inventario limitado, brawler 3D/musou o shooter en tercera persona con cámara al hombro. Todos estos sistemas codependientes se siguen manteniendo aquí y continúan funcionando como un reloj suizo. Pero eso sí: se han añadido mejoras de la calidad de vida muy significativas.
Una de estas grandes mejoras es el sistema de autoguardado, que facilita considerablemente el juego en contraste con el original, donde los guardados eran estrictamente manuales y morir suponía reiniciar la partida desde el último lavabo público donde Frank se pusiese a hacer sus cosas. Eso sí: hay que matizar la reducción de dificultad general que supone el guardado automático.
El guardado automático no hace magia pero sí facilita el querer probar cosas nuevas ante la “ausencia de consecuencias” salvo perder el tiempo que tendrá morir o fracasar de otra manera. Es decir: nos facilita la vida si generalmente sabemos lo que hacemos porque ya tenemos experiencia tras haber completado este juego o el original, pero puede ser un arma de doble filo ya que depender en exceso de él puede dar lugar a situaciones en las que la partida se nos arruina porque nos resulta imposible llegar a tiempo a alguna misión de historia o secundaria.
En este Deluxe Remaster se ha renovado el funcionamiento de la cámara de fotos. Se la ha dotado de mejoras en forma de escoger inclinación, brillo, flash o enfoque al recoger las mejoras correspondientes, lo cual la hace más “realista” y nos permite sacar mejores instantáneas. No afecta de gran forma a la jugabilidad, pero es un detalle de agradecer. Otro elemento destacado es el nuevo tipo de control, cuya gran novedad es la posibilidad de poder movernos mientras disparamos. No es que el juego se convierta ahora en un juego de disparos en tercera persona frenético, ya que el movimiento sigue siendo limitado al apuntar, pero es de agradecer que se elimine el control torreta que durante muchos años caracterizó a la saga Resident Evil y que por extensión permeó en el primer Dead Rising.
También se ha mejorado considerablemente la IA de los supervivientes, que ahora son menos propensos a quedarse atascados por el escenario o a ser agarrados por un zombi y quedarse atrapados entre una multitud sin ni siquiera intentar zafarse de ellos, algo que era realmente frustrante en el título de 2006. Además de esto, ahora pueden darnos pistas útiles como marcar armas y objetos concretos cercanos o Pegatinas PP, un coleccionable que nos da “experiencia” al ser fotografiado. Estas nuevas funciones hacen que nos animemos más a rescatarlos dado que ahora son casi más una ayuda que una carga.
La lista de logros y trofeos también ha sido modificada levemente. Mientras que para algunos tendremos que buscar nuevas soluciones ingeniosas debido a sutiles cambios en el escenario, el gran cambio es el hecho de que varios de los más duros ahora se pueden desbloquear a lo largo de varias partidas en lugar de en una sola. Rescatar a cincuenta supervivientes o hacerles fotos a todos ahora es más sencillo que antes, ya que podemos hacerlo a lo largo de sucesivos recorridos en la historia del juego.
Al margen de la historia principal, también está disponible el terrorífico Modo Infinito del original que desbloqueamos tras obtener el final verdadero, todo un sálvese quien pueda. Aquí hay un medidor de hambre que hace que Frank vaya perdiendo vida poco a poco, y todos los humanos —incluyendo supervivientes anteriormente amistosos— son hostiles. ¿El objetivo? Sobrevivir el mayor tiempo posible con unos recursos muy limitados.
Por fortuna, podemos suspenderlo en cualquier momento para retomar nuestra partida en otro momento, algo que no era posible en el título de 2006 y que formaba parte intrínseca de su dificultad.
Por último, pero no menos importante, y relacionado con el punto anterior: hay varias ranuras de guardado. El original solo tenía una, lo cual sumado al guardado manual sí o sí hacía de la experiencia general algo muy duro y tenso. Ahora podemos dejarnos guardados manuales en puntos clave donde sea más sencillo desbloquear determinados logros o trofeos, lo cual mejora la rejugabilidad.
Música, maestro: Dead Rising Deluxe Remaster conserva la banda sonora del juego original y añade nuevos temas
La música, por otro lado, se mantiene intacta, lo cual es una buena noticia para los fans de la banda sonora original, donde podíamos escuchar temas variados que sonaban con fuerza principalmente en las peleas contra los psicópatas. ‘Justified’ de Drea o ‘Gone Guru’ de Lifeseeker eran dos de las composiciones más destacadas que siguen estando presentes en Deluxe Remaster.
Además de las composiciones del original tanto propias como licenciadas se han añadido nuevos temas como parte del nuevo contenido adicional del juego: trajes extra con los que Frank puede hacer cosplay de otras leyendas de Capcom como Chris Redfield, Leon S. Kennedy, Ken Masters o el mismísimo Némesis. Eso sí, estas novedades no están incluidas en el juego base.
Otra gran novedad es el hecho de que Dead Rising Deluxe Remaster está completamente doblado al castellano, cosa que no sucedía en el original. Y el trabajo de doblaje ha sido notable. Es una maravilla escuchar en nuestra lengua patria no solo al bueno de Frank, sino también al resto de personajes —supervivientes y psicópatas— e incluso al propio sistema de megafonía del centro comercial.
¿Merece la pena Dead Rising Deluxe Remaster?
Pese a todas las concesiones que se hacen en este nuevo título, no hay que confundirse lo más mínimo: Dead Rising era y sigue siendo un juego difícil, y Deluxe Remaster también. No obstante, las facilidades añadidas en 2024 ponen de manifiesto que gran parte de la dificultad del original radicaba sobre todo en la tosquedad de su control y en el reducidísimo margen de maniobra que nos dejaba su única ranura de guardado.
En este Deluxe Remaster, gracias a las mejoras en este apartado y al mejor rendimiento general es muy sencillo superar situaciones que en el de Xbox 360 suponían un reto considerable. Los que lleguen a ciegas, sin saber qué esperar, se encontrarán un juego muy duro y exigente con el jugador desde la primera partida, mientras que los veteranos podrán intentar conseguir el final verdadero comenzando con Frank en nivel 1 sin demasiados problemas.
Uno de los temas que suscitó cierta polémica durante las previews del juego fue el hecho de que hay una censura parcial en varios elementos que se han modificado con respecto al original. Por un lado, se ha eliminado la categoría “erótica” de los tipos de fotografías que podemos hacer... pero los elementos que pueden ser catalogados como eróticos no han desaparecido del juego propiamente dicho. Por ejemplo, Jessie —uno de los personajes secundarios— sigue teniendo un pronunciado escote que podemos fotografiar si así lo deseamos. Lo que pasa es que ahora el juego no nos da PP o Puntos de Prestigio por ello. Entendemos que se trata, por tanto, como una concesión para mantener las formas ante nuevas audiencias.
Por otra parte, se han modificado características clave de dos de los psicópatas: Cliff, que era un veterano de Vietnam trastornado, omite cualquier mención a los comunistas o a los Viet Cong y Larry, un carnicero de ascendencia china, tiene un diseño menos estereotipado y caricaturizado. Las razones tras los cambios seguramente tengan que ver con el hecho de que varios estudios chinos han codesarrollado esta versión del juego, y también se venderá en este enorme mercado.
En definitiva, Dead Rising Deluxe Remaster ha sido un título tan inesperado como bienvenido. No reinventa la rueda —ni lo necesita—, pero está tan bien hecho y sus distintos sistemas tienen tal nivel de cohesión que es un firme candidato al GOTY 2024 por méritos propios. Algunos problemas menores como clipping de los personajes dentro de paredes muy ocasional o un popping pronunciado en ciertas circunstancias lo alejan de la absoluta excelencia. Ojalá Capcom nos dé más gratas sorpresas de este tipo, y esperamos que también venda lo suficientemente bien como para que la compañía nipona se plantee darle le mismo trato a sus secuelas.
Completar la aventura obteniendo su mejor final —el que hace que el juego sea más largo— hará que empleemos unas diez horas. No obstante, una de sus grandes bazas es su enorme rejugabilidad, ya que podemos iniciar Nueva Partida+ en el momento que queramos, como forma de revertir alguna mala decisión pero conservando el nivel de Frank y sus habilidades. Y aparte tenemos el desafiante Modo Infinito, que es en sí un enorme pozo de horas si nos van los desafíos.
Conclusión
Dead Rising Deluxe Remaster coge un título repleto de virtudes y pule la mayoría de sus aspectos criticables, y lo que es más importante, sin perder un ápice de personalidad por el camino. Se trata, a todos los efectos, de la mejor forma posible de jugar a Dead Rising o de iniciarse en esta saga. Como tal, puede ser la primera piedra de cara a un "reinicio" de la misma donde posteriores títulos puedan recibir el mismo trato tras pasar por taller y aplicarles el RE Engine.
Lo mejor
- Apartado gráfico renovado respetando el diseño artístico del original
- Rendimiento generalmente estable con entornos grandes, detallados y con gran cantidad de personajes en pantalla
- Doblaje al castellano de calidad, que además mejora la inmersión
- Bases jugables sólidas
- Gran libertad de acción y elección
- Varias mejoras en sus sistemas de juego con respecto al original
Lo peor
- Las físicas y la "gravedad baja" pueden dar lugar a problemas de clipping
- Popping pronunciado en determinadas circunstancias con zombis que aparecen de repente
Nota de transparencia: este análisis se ha podido realizar gracias a un código de review proporcionado por PLAION España.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.