La fiebre del baile ataca de nuevo!

La saga Dance Dance Revolution japonesa, que cosecha un relativo éxito también aquí en España, llega con su última versión adaptada al territorio PAL. A nivel general, y si hablamos de la inmensa mayoría de usuarios, sólo les aportará jugosas e importantes novedades. Pero la comunidad más apasionada de la saga, la más freak de los DDR, se dará cuenta de que no es oro todo lo que reluce...

Y eso por qué sucede? Pues porque, por suerte o por desgracia, en Meristation existe una sólida comunidad "freak" (tanto entre redactores como lectores y foreros) que goza disfrutando de nuevas experiencias frente a nuestra consola, que disfruta bailando mientras escucha canciones desconocidas para el gran público (como "La señorita"), que toca guitarras y baterías, que rapea con el beatmania... y como no podía ser menos, simultáneamente con la salida al mercado de esta nueva versión de Dance Dance Revolution, no hemos podido evitar entregaros nuestro análisis.

Podría extenderme mucho más en la historia de los juegos de baile, hacer una detallada cronografía de lanzamientos y mejores momentos de la saga, pero resulta verdaderamente absurdo cuando todas y cada una de las versiones que han salido en nuestro país se encuentran ya analizadas en esta web, junto con muchos análisis de importación de versiones americanas o japonesas. Por lo tanto, creo más útil dar un vistazo general al planteamiento del juego y profundizar en las pocas, aunque jugosas, novedades que incluye.

No obstante, para aquel lector despistado que a día de hoy todavía no sepa de que va esta rama de los juegos Bemani, se lo pondremos muy sencillo. Dancing Stage Fever es una nueva vuelta de tuerca a un simulador fuera de lo común; al ritmo de la música y de unas flechas que salgan en pantalla, deberemos mover los pies (algunos lo harán con más gracia, otros lo hacemos con menos) como si estuviéramos en una pista de baile. Por ello, Dancing Stage Fever es considerado un simulador de bailoteo.

Es por eso que la impresión visual para el espectador (que no para el jugador, en breve lo aclaro) no es demasiado elevada, pero no es menos cierto que se ha introducido una interesante mejora frente a versiones anteriores. Si bien los monigotes que aparecen en pantalla en la mayoría de medlodías siguen siendo prácticamente los mismos, en canciones puntuales (las más conocidas por el público) se ha incluído el correspondiente vídeo musical adornado con karaoke para hacer más ameno su visionado.

Por un lado no deja de ser una característica de agradecer, pero a nivel práctico, a nivel jugable, carece de sentido. Todos aquellos que hayan jugado a cualquier juego de esta saga lo entenderán perfectamente: uno está tan ocupado intentando no perder el ritmo de la música, dando saltos y giros y procurando que no salgan más "boo" de los deseados que importa verdaderamente un comino si por detrás están las Spice Girls, Madness, Ace of base o Aznar en persona en pleno discurso. Aunque puestos a escoger...

Por otro lado, cuando no hay videoclip en pantalla siguen saliendo aquella extraña mezcla de marionetas y monigotes que van dando una exhibición de... de... no se... de algo que se parece un baile, aunque a decir verdad nunca he tenido tiempo ni he ido tan sobrado en una canción como para ponerme a pensar en lo que hacía el muñeco. Es decir, en muchos momentos casi agradecería un fondo negro plano que no tanto colorido en pantalla.

Pero aparte de apreciaciones personales, el colorido está y está para bien. Los menús son más alegres, más divertidos, sin llegar a ser un prodigio de belleza en ninguno de los casos. A nivel gráfico en general el juego es "correcto", pero es que no necesita más, en serio. Es muy cierto que todos son iguales, y que incluso el Dancing Stage Euromix de la Psx (qué gran juego!) tenía un aspecto que no desentonaría en la nueva generación. Pero, de nuevo, tampoco mejores gráficos hubiesen hecho mejor a Tetris...

A la mayoría os sonarán clásicos como "One Step beyond" o "The Boys are back in town". A los fans tal vez Naoki, que no deja de ser sinónimo de calidad en cuanto a la confección de melodías para este tipo de juegos. La dificultad está bien ajustada, hay canciones lentas y más rápidas y otras son sencillamente imposibles. Pero, insisto, en mi opinión la cantidad es escasa y eso, aunque es algo muy sencillo de arreglar, Konami parece no querer hacerlo en el mercado europeo.

Obviamente, esto se sucede a toda velocidad, y no siempre las flechas aparecen de una en una. A menudo aparecen de dos en dos, obligándonos a saltar sobre ellas con ambos pies, en cualquiera de las combinaciones. En ocasiones deberemos dejar el pié pulsado y en otras deberemos hacerlo en una octava de tiempo. Y todo ello, generalmente, al ritmo de la música. Puedo aseguraros que, tras 15 minutos de juego, estaremos ya sudando la camiseta.

Las canciones se dividen en modos de dificultad: principiante, estándar, difícil y experto. El medidor de dificultad viene indicado en forma de pequeños pies. Si conseguís bailar BIEN una canción de 4 ó 5 pies (con AA o similar) podéis daros muy por satisfechos, pues os aseguro que estáis por encima de la media. Es cierto que hay títulos con 9 pies o así, pero rozan los límites de la posibilidad humana, haciendo honor al aviso que hay justo antes de empezar el juego: la ejecución de determinadas secuencias de baile puede ser peligrosa. Ahí es nada.

En el modo versus, ambos jugadores disputan la misma canción uno contra el otro, pudiendo además seleccionar distintos niveles de dificultad independientemente, lo cual es un gran acierto. Y no es menos cierto que el jugar este juego con amigos es el verdadero paradigma de la diversión; en primer lugar, no hay nada mejor que ver como hace el ridícul... digooo, como baila su primera canción la esposa, el primo o el vecino de la escalera. Desternillante, os lo juro. Y en segundo lugar, este es un juego de los llamados "party favourites", de aquellos que ganan enteros cuando se juega en grupo.

Por lo demás, poca cosa que añadir. Se ha incorporado un editor de canciones, que permite crear nuestra propia coreografía para una determinada canción (abusando de paso de requisitos de nuestra no demasiado amplia memory card), hay un modo de entrenamiento para practicar los pasos más difíciles, un muy completo tutorial para iniciarse en el mundo del bailoteo, una pantalla de los mejores tiempos... Y la verdad, es que tampoco echamos de menos nada expcepto, por supuesto, un modo online para descargar canciones y para comparar nuestras puntuaciones a nivel mundial.

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r