Crysis Remastered
- PlataformaXBONSW6.5PS4PC
- GéneroAcción
- DesarrolladorCrytek Studios
- Lanzamiento23/07/2020 (NSW)18/09/2020 (XBO, PS4, PC)
- TextoEspañol
- EditorCrytek Studios
Crysis Remastered, análisis Switch
Analizamos el mítico Crysis en su versión Remastered para Nintendo Switch. ¿Mantiene el tipo en 2020 el juego que fue punta de lanza tecnológica en 2007?
“Flight Simulator 2020 es el Crysis de nuestra época”. Con alguna variación, esta frase se ha podido leer en multitud de lugares al respecto del flamante simulador exclusivo de Microsoft. Cuando tiran de ti, una gloria del pasado, para definir la grandeza del presente, es que dejaste una marca significativa en la historia. Es habitual toparse con algo así en los géneros. Al igual que en la literatura, kafkiano define vidas ahogadas hasta el absurdo por la burocracia, o Lynchiano, Buñuelesco y Felliniano recogen, reinterpretan, exponen en el cine las obsesiones de personalísimos autores bajo otra mirada, en el videojuego encontramos ejemplos desde el ya clásico metroidvania al más contemporáneo Soulslike. Son nombres, conceptos, enfoques, formas de hacer las cosas que han marcado tantísimo en su momento que han creado líneas de influencia posterior. También ocurre en lo tecnológico, como es el caso que nos ocupa hoy. Dejadnos rematar ahí este lío de referencias con una más.
The Dark Side of the Moon se lanzó a las ondas y llegó a las tiendas de discos en 1973. El disco de Pink Floyd con producción de Alan Parson fue un éxito tal que, cuando el grupo estrenó The Wall en el 79, todavía se encontraba en el top 100. El disco era muy bueno, pero había algo más. Su perfección sonora era tal que había gente que lo compraba para comprobar la calidad de su equipo de música. Esa excelencia sonora le valió una segunda vida con la llegada del CD (había una fábrica en Alemania que solo fabricaba ese disco) y variaciones que lo llevaron hasta las mezclas para aprovechar los equipos de sonido 5.1 (recordemos que los Floyd implementaron en sus conciertos el sonido cuadrafónico, efecto soundround que luego se estandarizó en el cine y en los mejores equipos domésticos). ¿Por qué comentamos esto? A día de hoy se dice que no hay ordenador personal que haga correr Flight Simulator 2020 como debería en resolución y fps. Ocurrió con Crysis en el 2007. Era una bestia parda que muchos instalaban para poner a prueba sus potentes equipos recién comprados. Crysis se convirtió en el baremo por el que medir la Master Race. Y aquí llega la pregunta clave. The Dark Side of the Moon era una maravilla técnica en su momento que perdura hoy por la calidad de su contenido. ¿Podemos decir lo mismo de Crysis?
El huevo, la gallina y la tostadora
Crytek, compañía alemana fundada a finales del siglo pasado por tres hermanos turcos, los Yerli, fue muy reconocida y respetada por el usuario gracias a sus juegos, pero a nivel de industria lo fue por su motor CryEngine. De hecho, podríamos decir que los juegos estaban supeditados a ejercer de demostración tecnológica, que fue antes la gallina que el huevo. En el 2000 deslumbraron con una demo del motor que terminaría convirtiéndose en un título jugable completo en 2004: Far Cry. La segunda versión, CryEngine2, repetía el atractivo y versátil entorno de la isla selvática pero con distinto argumento. Se trataría de Crysis, lanzado tres años después. Los juegos ejercían la mejor publicidad posible para la tecnología desarrollada por Crytek. Esta no se limitaba a exhibir músculo con demos técnicas, lo hacía con total solvencia en juegos completos que podía disfrutar todo el mundo (con un buen PC). Obviaremos desde aquí el resto de la historia de la compañía, que ha tenido altibajos muy gordos pero que no es lo que compete en este texto.
Crysis, el portentoso juego que hacía sufrir a los ordenadores de la época, tenía sin embargo un guion típico de película de serie B. Como si Depredador hubiera estado preñada de muchos más millones de presupuesto en su filmación. Al igual que en la querida película de Schwarzenegger, una misión de rescate por parte de un equipo de élite en un remoto territorio selvático, da el vuelco de la acción a la scifi con la entrada en juego de letales extraterrestres. Lo que supuso un giro loco e inesperado, avanzado el metraje, para el público de cine de 1987, en Crysis se malograba porque ya se mostraba a los bichos en la primera media hora de juego. No tomaban protagonismo hasta el último tercio, pero su punch hacía horas que se había diluido por la torpe narrativa empleada. Las líneas de dialogo tampoco eran para tirar cohetes (“¡No tenemos garantía de que esto vaya a funcionar!”, le espeta una de las investigadoras a un alto mando militar que quiere utilizar armamento pesado contra los bichos. “Si quiere garantía cómprese una tostadora”, le responde altivo el tipo), pero hey! aquí habíamos venido para flipar con el envoltorio. Y sí, el papel de regalo, de tan avanzado en su momento, reluce incluso hoy. Impresiona todavía ver cómo la física se luce tumbando palmeras barridas por nuestra ametralladora (exacto, como en Depredador).
El árbol, el bosque y la jugabilidad
En el deslumbrante Crysis el árbol sí deja ver el majestuoso bosque que hay detrás, el problema es que el bosque no deja ver la jugabilidad. Por lo menos al principio, cuando andamos flipando moviendo a nuestro paso la vegetación entre la tupida flora. Fastidia en Crysis la finísima, casi increíble vista de águila de los enemigos, también su puntería, un poco como en Far Cry 2, solo que allí era más difícil esconderse que aquí. El traje especial que vestimos nos permite tirar por tiempo limitado de invisibilidad (ejem, como el extraterrestre de la peli de Chuache) y de escudo absorbe impactos. También nos provee de velocidad y contundencia en nuestros golpes. Es posible ver en estos add-on una sofisticación de las reglas puestas sobre el tapete en Far Cry Instint (franquicia que empezaba a volar en otras manos). El caso es que las capacidades del traje nos salvan en muchos momentos de la frustración que supone un gunplay algo desfasado. El nanotraje es hoy un aliado mayor que en su momento, y junto a la inclusión del apuntado por giroscopio se consigue un mayor toque estratégico en los enfrentamientos. Es cuando nos acercamos a nuestros enemigos cuando nos damos cuenta de que no son tan listos, y que la IA hace aguas de forma hilarante en más de una ocasión.
Remastered o no remastered, esa no es la cuestión ante un juguete roto
Dejémoslo claro: estamos confusos. No nos queda clara la etiqueta de Remastered. El juego se asemeja demasiado a su versión para consolas de la pasada generación. Nos encontramos con elementos que se ven algo mejor y otros algo peor, con lo que la balanza queda más o menos igualada. No hay pues una mejora clara. Hay que tener en cuenta que la única versión disponible actualmente es la de Switch. Es posible que, cuando salga en las consolas más potentes, la mayor resolución y la inclusión de efectos que se le escapan a la híbrida puedan marcar la diferencia. Lo que tenemos ahora mismo se ve en el dock a 900p y a 720p en portátil, y la tasa de frames corre a duras penas los 30 por segundo. Es en este momento en el que nos adentramos en la cara oculta de la luna. Un lugar muy negro que tiñe de amarillo la nota del análisis.
Fue una alegría saber que el port (creemos que es más acertado ese término) de Crysis estaría a cargo de Saber Interactive. No parecía haber mejor opción que los magos que consiguieron meter The Witcher 3 dentro de una Switch. Tal vez por eso no se entiende que el juego sufra continuos bajones de fps y, lo más lamentable, que te expulse al menú de la consola cuando se da un excesivo estrés gráfico. No han sido una ni dos, en nuestra partida el juego se rompió hasta en seis ocasiones. Para no dar crédito (frase hecha que, dadas las circunstancias, podría aplicarse literalmente más allá de su significado habitual). Evidentemente es algo que no podemos dejar pasar de cara al usuario. El juego no debería haber llegado a sus manos en estas condiciones. Actualmente no hay un parche que arregle el despropósito, pero es de esperar que Saber esté trabajando en él. Consiguieron maravillas con los que llegaron a The Witcher 3, así que confiamos que ocurra aquí también. Crysis al fin y al cabo se ve estupendamente en Switch y se disfruta una barbaridad a pesar de su jugabilidad anclada trece años atrás. Nos duele que la experiencia se frustre por una más que cuestionable optimización. Si un futuro parche pone las cosas en su sitio cambiad sin dudarlo el amarillo de la nota por el verde, la oscura cara oculta de nuestro astro por una sonriente y esplendida luna llena.
Conclusión
El mítico Crysis llega a Switch rodeado de luces y sombras. Las luces nos las ofrece ese sol radiante sobre la isla repleta de vegetación en mitad del Pacífico, las sombras una tasa de frames en absoluto robusta y colapsos en el juego que te expulsan al menú de la consola. Resulta paradójico que lo mismo que podían sufrir en 2007 los que se atrevían a instalar el exigente juego en sus ordenadores, ahora lo padezcan los jugadores de 2020 en un involuntario y nada divertido homenaje. La elección de Saber Interactive para realizar el port (porque esa es otra, no apreciamos suficientes elementos diferenciadores por lo que llamarlo remasterización) nos parecía perfecta tras su increíble labor con The Witcher 3. Visto el resultado tal vez hubiera sido más efectivo tirar de Panic Button, un estudio igualmente experimentado en portar mastodontes a la híbrida, pero con excelentes resultados en first person shooter (Wolfenstein 2, Doom). Esperamos que el estudio esté trabajando en un parche que suba hasta el notable una nota que nos ha costado poner. Crysis y los usuarios son merecedores de ello.
Lo mejor
- Lo avanzado que era el juego gráficamente en su momento hace que aguante el tipo trece años después.
- El nanotraje resulta actualmente un aliado inesperado ante un gunplay en el que sí notamos el paso del tiempo.
- También ayuda en situaciones complicadas el solvente apuntado por giroscopio
- Es un sueño poder disfrutar Crysis en formato portátil
Lo peor
- La tasa de frames es inestable
- A falta de un parche, errores tan graves en el rendimiento que hasta pueden expulsarte del juego
- Nos choca el término Remastered por la ausencia de mejoras significativas
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.