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Children of Silentown

Children of Silentown

Análisis

Análisis de Children of Silentown, la fusión de Tim Burton y Donde viven los monstruos

El panorama indie arranca el año con un precioso point and click de personajes y escenarios burtonescos al que le sobran algunos puzles y le faltan ideas.

En un lugar recóndito y perdido de la mano de Dios, existe un pueblecito flanqueado en su totalidad por un bosque. O mejor dicho, por un oscuro, frondoso y aterrador bosque. Ninguno de sus habitantes se interna entre los árboles y la gente ha aprendido a dormir con una banda sonora muy especial de fondo: los gruñidos que cada nochen surgen de la espesura. Por ese mismo motivo evitan salir al caer el sol y durante el día se desplazan de dos en dos por las calles, evitando levantar la voz y tratando de reducir al mínimo cualquier ruido. Los carteles sobre personas desaparecidas son ya parte de la decoración habitual y las historias sobre monstruos que acechan a los niños malos hace tiempo que dejaron de ser cuentos de viejas. Bienvenidos a Silentown.

Un lobo feroz, una manzana envenenada… El terror es uno de los ingredientes fundamentales en todo cuento infantil que se precie. El otro son sus lectores y protagonistas: los niños. Children of Silentown tiene ambos, un marco de pesadilla y una pandilla de amigos con muchas preguntas y teorías sobre lo que sucede en su pueblo. El juego que hoy nos ocupa es eso, un hermoso cuento sobre hacerse mayor que nos ha cautivado por lo audiovisual, pero del que no tardaremos en pasar página debido a su final y a su propuesta jugable.

El apartado sonoro es tan importante que hasta se ha compuesto una canción original para los créditos y una parte del planteamiento jugable pasa por aprender a cantar con nuestra protagonista, Lucy. Existe algo realmente bello en ese contraste entre el silencio y la música. En un pueblo donde el más mínimo ruido nos pone en peligro, la voz de Lucy es el tesoro más valioso que tenemos y se va abriendo camino en busca de respuestas.

De primeras, Children of Silentown es una aventura gráfica al uso. Tenemos una misión (hacer la compra, jugar al escondite, etcétera) y para solventarla deberemos completar antes una cadena de favores. Hasta aquí basta con hablar con las personas indicadas, interactuar con el escenario y usar el inventario para guardar y combinar objetos. Pero entonces iremos encontrando notas musicales, aprendiendo melodías y, de usarlas en la gente, desbloqueando puzles. Los dichosos puzles.

Pocos y no demasiado originales, los puzles del juego rompen el ritmo y a menudo se superan por insistencia y azar, no por lógica. Laberintos en los que hay que pasar por ciertos puntos antes de llegar a la meta, rompecabezas que recuerdan a los pirateos de BioShock y sus sistemas de tuberías… etcétera. Apenas hay de tres o cuatro tipos y la mitad de ellos son exasperantes. No tienen demasiada coherencia con el resto y hacen que la experiencia se nos atragante de tanto en tanto.

Por suerte, la duración evita que el tedio prolifere y Children of Silentown acaba siendo simplemente un hermoso y efímero cuento con algunas páginas pegadas que hacen que pasar de una a otra no sea todo lo satisfactorio que nos hubiera gustado. Por lo demás, resulta una aventura tan humilde y sencilla como ya vista que es verdad que mantiene pegados a la pantalla gracias a su historia, pero sólo hasta que ésta demuestra no saber resolver sus interrogantes y tira de una vaga y cómoda ambigüedad.

*Este análisis se ha realizado con un código para PC proporcionado por Daedalic.

Conclusión

Children of Silentown es un precioso point and click de personajes burtonescos y escenarios dibujados a mano. Una aventura gráfica humilde, sencilla y muy vista, para qué mentir, que cuenta con una ambientación cautivadora y una historia terrorífica. Durante las cuatro o cinco horas que dura, el juego es como un cuento infantil que ha cobrado vida y que narra el drama de crecer y lo terrible de la soledad y la pérdida a ciertas edades. Lástima que se componga de puzles tan poco inspirados como exasperantes, pues rompen cada vez más el ritmo y, cuando nos queremos dar cuenta, la dulzura de sus diálogos y la delicadeza de su apartado sonoro se han ahogado en el mar de ambigüedades al que va a desembocar la historia.

Lo mejor

  • Sus personajes y escenarios dibujados a mano.
  • La ambientación, su premisa y la dulzura de los diálogos.
  • El acompañamiento sonoro.

Lo peor

  • Finales abruptos y ambiguos.
  • Puzles exasperantes que rompen el ritmo.
  • Apenas cuatro horas sin ninguna sorpresa o novedad jugable.
6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.