Castlevania: Order of Ecclesia
Exorcismo brujo
Una de las series más importantes de Konami regresa a Nintendo DS con una de sus mejores entregas en los últimos años. Un título muy completo en todos sus aspectos y que recupera la dificultad de los Castlevania clásicos para contarnos una historia en un tono mucho más adulto que en ocasiones anteriores.
Order of Ecclesia es el tercer Castlevania para Nintendo DS. Dicho así en frío, podría parecer que la franquicia es demasiado prolífica y que, tal vez, pueda estar cayendo en una repetición y reutilización de elementos exagerada, sobre todo teniendo en cuenta que ya en Game Boy Advance se vieron otros tres títulos. Pero nada más lejos de la realidad; Igarashi conoce muy bien lo que tiene entre manos, y sabe sacarle el máximo partido posible para que, entrega tras entrega, la leyenda de Drácula se siga expandiendo, siempre rodeada de elevadas cotas de calidad. Algo sólo al alcance de los mayores genios de esta industria.
Esta nueva entrega consigue unificar todos los elementos que hicieron grande a la franquicia en el pasado con muchísimo acierto. Dividido en dos actos perfectamente diferenciados, la bruja Shanoa se convierte en una aliada asombrosa, que por momentos va mucho más allá de lo que cualquier Belmont nos ha mostrado en el pasado. Los giros y cambios introducidos en la franquicia no son numerosos, y hasta cierto punto se antojan una evolución natural de lo visto en anteriores entregas, pero funcionan con muchísima solvencia y consiguen que Order of Ecclesia se convierta en una de las mejores entregas de la franquicia de Konami hasta la fecha.
Barlowe es el hombre que dirige dicha organización, y bajo su manto tendrá a Shanoa, una joven bruja que, en teoría, es la única capaz de asimilar en su ser el Dominus, el sello mágico que mantiene a Drácula lejos del mundo de los vivos. Sin embargo, las cosas se complicarán y Albus, el mejor amigo de Shanoa, se llevará dicho sello. Nuestra protagonista se someterá a un duro entrenamiento tras el cual no recordará nada de su pasado, y se centrará única y exclusivamente en cumplir su misión de recuperar los tres fragmentos del sello que se ha llevado Albus. Eso sí, no será su única preocupación, ya que durante su huída, nuestro antiguo amigo ha capturado a todos los habitantes de la aldea de Wygol.
De hecho, siguiendo en la tradición Castlevania, salvar a todos y cada uno de esos aldeanos será esencial para poder llegar a la segunda parte del juego, y no vernos limitados al final malo. Pese a que será una ardua labor, ya que habrá algunos que estarán muy bien ocultos, no se antoja tan complicado como en otras ocasiones, en las que debíamos encontrar objetos ocultos o habilidades especiales que estaban especialmente ocultas y cuyo conocimiento no se encontraba precisamente al alcance del usuario. La historia estará cargada de grandes sorpresas y giros, con conversaciones muy inteligentes y repletas de tensión, que consiguen mantener al usuario pegado a la portátil hasta llegar al final de la aventura.
Es una mezcla que se lleva a cabo con mucho acierto, muy estudiada y con un ritmo idóneo, transmitiendo una auténtica sensación de progresión. Si en los últimos Castlevania nos quejábamos de una relativa sencillez para llegar al final, Order of Ecclesia exige dar el máximo en todo momento. Es un juego difícil pero sin llegar a ese punto de desesperación; más bien, es un título complicado, en el que debemos tener cuidado con todas las criaturas, ya que hasta el más débil de los enemigos puede ponernos las cosas muy cuesta arriba. Esa tensión constante se convierte en satisfacción cada vez que superamos una sección y llegamos al siguiente punto de guardado.
Ante tal cantidad de situaciones y criaturas a las que enfrentarnos, es necesario tener un buen armamento, y Shanoa tiene recursos de sobra. La protagonista cuenta con la habilidad de absorber glyphs de los enemigos (o que estén guardados/escondidos en los escenarios), adquiriendo sus habilidades. Aquí no habrá ningún tipo de ataque físico, sino que todo girará en torno a la magia y a nuestra barra de maná. Como bruja que es, dicha barra se regenerará sola con el tiempo, por lo que esa no será nuestra principal preocupación, centrando nuestra atención en calcular bien los tiempos de cada ataque y la cantidad de energía que consume para no quedarnos indefensos durante unos segundos.
Los glyps que absorberá serán de diverso tipo: estarán los que servirán para invocar armas (hachas, espadas, arcos, mazas ), los que serán magias de todo tipo (fuego, electricidad, hielo, oscuridad ), las invocaciones de familiares (criaturas que se pondrán de nuestra parte y atacarán a los rivales), o incluso transformaciones de Shanoa (en murciélago, en gato). Además, tendremos los glyphs de Drácula en nuestro haber, que serán muy poderosos y potenciarán nuestras habilidades, pero también consumirán nuestra vitalidad. Hará un conjuro en el botón X, otro en Y, y un último en R; al pulsar arriba en la cruceta y se pulsa X, se combinarán realizando un ataque especial muy poderoso, que consumirá corazones (un uso muy interesante a este elemento, que estaba cayendo en el olvido).
Las combinaciones posibles de ataque son, por tanto, muy numerosas, y cada usuario afrontará el juego a su manera, realizando sus propias combinaciones y jugando con las armas en su haber de formas muy diversas. Según el tipo de criatura a la que nos enfrentemos, habrá combinaciones más efectivas que otras, por lo que se agradece la posibilidad de tener varias predeterminadas que se cambian de forma rápida y ágil durante la partida. El menú será esencial para modificar nuestros glyphs, utilizar objetos, cambiar el equipo de Shanoa, etcétera; pero si estamos transformados no podremos acceder a él, ya que contaremos con ventajas particulares para cada tipo de transformación (por ejemplo, en forma de gato, los enemigos felinos se pondrán de nuestra parte y atacarán a los demás enemigos).
Además del avance por la aventura principal, o de nuestro interés por conseguir todos los glyphs del juego o alguno que nos pueda ayudar a mejorar nuestras habilidades de cara a un enfrentamiento complicado, o de completar el 100% del mapa o del bestiario, o de encontrar todas las armas y objetos secretos, o incluso de nuestra labor subiendo de nivel, Order of Ecclesia cuenta con numerosas misiones secundarias que podremos completar para mejorar nuestro equipo. Todos los aldeanos de la aldea de Wygol nos querrán recompensar por nuestro buen trabajo salvándoles y nos pedirán elementos y cosas para poder mejorar nuestro equipo. Desde conseguir piedras preciosas hasta hacer fotos y dibujos de determinados escenarios, la variedad de estas misiones es interesante, y añaden variedad al desarrollo; además de ser una excusa para la tan necesaria subida de nivel.
Todos los personajes, amigos y enemigos, están perfectamente representados y animados (mención especial para los gatos que podremos asustar atacándoles); Shanoa se mueve con gracilidad y soltura, da gusto ver cómo se enfrenta a mil y un problemas con esa solvencia, con giros acrobáticos y diversas transformaciones recreadas con mucho acierto. En cuanto a los enemigos, además de sus excelentes animaciones, hay que destacar que nos encontramos con un plantel de lo más variopinto y espectacular. Regresan muchos viejos conocidos (de inevitable reaparición, como son esqueletos, zombies, hombres lobo .), pero también se ha ampliado el repertorio con muchas nuevas incorporaciones que añaden espectacularidad al título.
Como ya hemos dicho, cualquiera de estas criaturas puede ponernos las cosas muy difíciles, y esto se debe principalmente a que sus dimensiones y habilidades se han visto muy aumentadas. Mención especial a los enemigos finales, de dimensiones muy diversas pero con un diseño espectacular, que quita el aliento antes de poder reaccionar a su primera embestida. Hablando de diseños, las ilustraciones de todos los personajes del juego abandonan el estilo anime de las últimas entregas para ofrecer un acabado más realista, propio de un retrato. Cada ilustración es una obra de arte, detallada y llena de vitalidad.
Su apartado sonoro alcanza también cotas muy elevadas, con grandes melodías que añaden vitalidad y transmiten un gran ritmo a nuestro avance. Los excelentes efectos de sonido son muy creíbles para todas las criaturas a las que nos enfrentamos. Una excelente ambientación que nos acompañará durante toda la partida, tanto si jugamos solos como acompañados por un amigo. Porque Order of Ecclesia esconde mucho en su interior. La historia principal dura unas 6-8 horas (a las que hay que sumar las muertes y repeticiones, por lo que la cifra puede doblarse según la habilidad de cada usuario), y aparte tendremos la posibilidad de disfrutar de la aventura acompañados.
Otras novedades que nos esperarán en el juego después de llegar a su final serán el modo los clásicos modo Difícil y Boss Rush, además de una nueva sección protagonizada por Albus, algo similar al modo de las Hermanas de Portrait of Ruin. Sin duda, se trata de un Castlevania muy completo en todos sus aspectos: contenido, plantel de enemigos, argumento, diseño, planteamiento, y lo más importante, jugabilidad, con un sistema de armas por magia que da pie a muchas opciones de control y a la elaboración de tácticas apropiadas para cada enemigo que nos topemos en nuestro camino.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.