Una bruja efímera

Bullet Witch ofrece, al mismo tiempo, las dos caras de la misma moneda en lo que respecta a su papel como juego de la nueva generación. En su concepto, sus espectaculares diseños, la ambientación, e incluso en ciertos detalles gráficos, está al mejor nivel. Sin embargo, en otros muchos se queda a medias, impidiéndole convertirse en un imprescindible ni explotar todo el potencial que tiene.

Este ha sido un sentimiento constante durante todo el tiempo que nos ha durado el juego, y deja hasta cierta sensación de impotencia el saber que tiene tantísimo potencial latente y que no se ha podido explotar, por las razones que fuesen. A diferencia de otros juegos, que pecan sólo de un apartado que lastra al resto, Bullet Witch no es resultón en ninguno, a pesar de ofrecer excelentes ideas en todos.

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El protagonismo del juego recae sobre Alicia, una bruja que se pone al servicio de la humanidad para detener la invasión, con la intención de llegar al portal que permite la entrada de los demonios en este mundo para cerrarlo. Su poder se basa en su magia, ciertamente poderosa, y otorgada por una entidad que no se ve y que sólo ella escucha cuando habla.

La historia de Bullet Witch, si bien no resulta del todo original ni novedosa, es capaz de sorprender en momentos puntuales, con unas cuantas secuencias de vídeo en momentos inesperados en medio de los niveles, que mantienen la tensión argumental y provocan la curiosidad del jugador. No sorprende, en gran medida por la corta duración del juego que no permite desarrollarla más, pero despierta inquietudes en el jugador.

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El arma de Alicia tiene distintas funciones: metralleta, francotirador, escopeta y gatling. De principio tan sólo está disponible la primera, las otras tres se pueden adquirir en la tienda de habilidades al finalizar cada nivel. Este arma, que será la más utilizada durante el juego, es muy aparatosa, pero igualmente efectiva; se sustenta de la magia de Alicia al recargar.

Haciendo honor a su título de bruja, Alicia cuenta con un buen número de magias: levantar una muralla que sirve de barrera, empalar a los enemigos, la fuerza de voluntad que permite empujar y lanzar objetos del escenario (más o menos pesado según lo evolucionada que esté la magia), curar a humanos heridos con nuestra propia sangre, dotar de un elemental (fuego, viento) a nuestra arma, enviar cuervos para que ataquen al enemigo, y las tres grandes magias: trueno, tornado y meteoro.

La variedad es digna de mención, y cada una de ellas consume un nivel diferente de magia según el poder necesario para realizarlas. Los tres arcanos precisan de toda la barra de magia, y sus efectos son ciertamente devastadores, afectando incluso a los escenarios, que se destruyen al realizarlas. Para acceder a ellas tenemos un menú que se despliega mediante LB o RB, y consta de varias páginas, que iremos pasando hasta que encontremos la magia que queremos realizar.

El problema radica en que el juego sigue adelante mientras utilizamos dicho menú, resultando engorroso no saberse de memoria la situación de la magia que queremos realizar para no perder tiempo ni vida mientras la seleccionamos. En cuanto a otros movimientos, Alicia no tiene salto, pero sí esquiva, aparte de los inevitables botones de recargar y cambiar de arma, y un ataque cuerpo a cuerpo.

Un conjunto variado y muy atractivo, que permite al usuario determinar la mejor manera para acabar con los enemigos. Sin embargo, son demasiadas opciones y demasiados botones, que provocan una cierta confusión en determinados momentos. La lentitud del giro de cámara no ayuda, resultando bastante complicado apuntar para disparar, ya que mientras los enemigos acaban con la vida de Alicia el jugador se encuentra intentando apuntar a la velocidad de giro permitida.

También afecta en estos términos jugables la dificultad para asestar un golpe cuerpo a cuerpo. El concepto sencillo de acercarse y atacar se ve emborronado por lo mal que apunta Alicia, quien muchas veces pasa al enemigo de largo, y tarda una eternidad en volver a darse la vuelta para volver a intentarlo, lo cual incita al jugador a usar siempre un arma de fuego o magia a una distancia prudencial.

No están mal diseñados ni mal pensados, de hecho resultan bastante agradables en términos generales, aunque la longitud de los mismos varíe un poco. Lo que no resulta muy agradable es que, de tan sólo seis niveles, dos sean el mismo (sólo que en diferente grado de destrucción); aunque esté justificado argumentalmente, la escasez de fases se hace todavía más palpable.

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Hay dos grandes enemigos finales, a mitad del juego (en el tercer nivel) y el temible jefe final. De tamaño gigantesco, diseño estupendo e importante dificultad, estas criaturas no se lo pondrán nada fácil a Alicia. El de mitad de juego es si cabe más espectacular, al tener lugar el combate en el exterior de un avión en pleno vuelo.

Anteriormente hemos mencionado la tienda de habilidades; esta aparece al acabar cada nivel y antes de empezar el siguiente. La moneda utilizada son los 'puntos de habilidad', que se ganan según la puntuación que se obtenga en cada fase. Para dicha puntuación se tienen en cuenta diversos factores, tales como la dificultad, el tiempo, o el número de supervivientes. Las habilidades suponen aumento de las barras de vida y magia o mejoras para armas o conjuros, hasta un total de tres niveles en cada elemento.

Los resultados están muy bien llevados, e incluso la propia Alicia tendrá que tener cuidado de no caer víctima de sus propios ataques. Del mismo modo, hay escenarios que se pueden romper, provocando que se caiga un techo sobre los enemigos, acabando con ellos con facilidad. Sin embargo, hasta aquí llega la lista de virtudes gráficas del juego.

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Personajes que resultan un tanto poligonales, texturas que parecen de la generación pasada por doquier, la animación de la capa de Alicia (algo que deberemos soportar durante todo el juego) deja bastante que desear, escenarios enormes y muy vacíos, estructuras cuadradas y simples, la sangre para curar a los humanos parece un borrón rojo en pantalla, sombras que aparecen y desaparecen a su antojo, reflejos inexistentes...

Del mismo modo, la física del suelo no convence, y los personajes y elementos del escenario parecen flotar en el aire todo el tiempo, algo que se acentúa cuando un enemigo gigante cae muerto flotando a unos centímetros del suelo. No son pocos defectos que, por mucho que las secuencias luzcan de forma agradable y que tenga detalles el juego dignos de mención, empañan el resultado de forma importante. La alta definición ensalza las virtudes, pero no hace nada por remediar los errores.

La variedad de los enemigos deja bastante que desear, ya que no llegan a diez criaturas diferentes contando a los enemigos finales. Eso teniendo en cuenta que hay variaciones de un tipo de enemigos, que es el mismo diseño pero con matices, porque sino hablaríamos de cuatro tipos de enemigos y dos jefes finales, por lo que la sensación de repetición es inevitable.

En cuanto al apartado sonoro, resulta bastante agradable, con melodías que no llegan a caer en la repetición y consiguen poner en situación; no hablamos de obras sinfónicas, pero cumplen, aunque en determinados momentos desaparecen y nos dejan sin acompañamiento musical. El doblaje, en inglés, está bastante bien llevado, y destacan los simpáticos comentarios de los enemigos en el campo de batalla.

Una lástima la corta duración del juego, ya que los seis niveles saben a poco, siendo posible acabarlo en unas cuatro-seis horas. La rejugabilidad está siempre presente, gracias a los diversos niveles de dificultad (fácil, normal y difícil de base, más Caos e Infierno secretos) y los consiguientes logros al irlos superando, así como los trajes secretos de Alicia (alguno muy sugerente).

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Para paliar los efectos de la corta duración se pondrá a disposición de los usuarios un sistema de descarga de misiones adicionales que amplían la experiencia de juego. Pese a todo, Bullet Witch es un juego muy entretenido, capaz de enganchar al aficionado a este tipo de títulos, ya que tiene bastante carisma y el uso de magias es una adición muy acertada.

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