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Bujingai; Impresiones (PlayStation 2)

Un mundo desolado por el error humano, un mundo oprimido por hordas de demonios, un mundo donde los héroes desafían las leyes de la gravedad e imparten justicia a golpe de espada. Es la Edad Marcial y nuestra única esperanza es un mítico guerrero que responde al nombre de Lau Wong.

¿Quién no ha pasado grandes momentos pegado a una recreativa de Taito en algún momento de su vida? ¿Cuántas personas se han iniciado en el mundo de los videojuegos con la imperecedera obra de Toshihiro Nishikado, Space Invaders, de finales de los setenta?

Bujingai (PlayStation 2)

Arkanoid, Bubble Bobble, Operation Wolf, Rastan Saga, The New Zealand Story,  Elevator Action, Darius o Puzzle Bobble han labrado con letras de oro el esplendor y notoriedad que esta mítica compañía llegó a ostentar durante la década los ochenta y los primeros años de los noventa. Lamentablemente, esta productividad y capacidad creativa se vio marchita con el ocaso de los salones recreativos.

Bujingai (PlayStation 2)

Taito cumplía sus bodas de oro en 2003 y para conmemorar este evento nacía el proyecto Bujingai: The Forsaken City a finales del 2001. Nacía con ambición, mucha ambición. Para dotar de mayor robustez y envergadura al desarrollo del juego, se buscó la cooperación de la joven compañía Red Entertainment. Se perseguía algo importante y, por tanto, había que seguir reuniendo el mayor número posible de personas capaces.

Bujingai (PlayStation 2)

Así pues, el ídolo de masas, Gackt, se unía al equipo junto con personalidades tan notables como la cantante y actriz de doblaje Maaya Sakamoto, el guionista Yousuke Kuroda o el diseñador de personajes Toshihiro Kawamoto. Comenzaba de esta prometedora forma la andadura de este reconocido homenaje a la fantasía heroica medieval china, conocida como Wu Xia Pian.


Poco que contar

Impresiones del autor.

Yousuke Kuroda no se muestra demasiado fino a la hora de insuflar alma a los personajes de este relato fantástico. De hecho, sus méritos distan mucho de ser un autentico dechado de virtudes. Dado su bagaje en la industria de animación japonesa como autor de guiones tan dispares como Onegai Teacher, Photon, Gungrave o Scryed, se podría esperar una propuesta digna de un artesano no excesivamente brillante pero versado en los entresijos de un oficio que conoce a la perfección. Craso error pues la pluma con la cual Kuroda escribe los pormenores de Bujingai denota una falta total de ideas y continuidad narrativa.

Bujingai (PlayStation 2)

Nos encontramos aquí con la sempiterna figura mesiánica, Lau Wong; el antiguo compañero de fatigas convertido ahora en nuestro némesis, Ray Jenron; la frágil doncella que supuestamente debemos salvar, Johfa, y, por supuesto, el socorrido e innecesario recurso del mundo post-apocalíptico, con el fin de trasladar el género Wu Xia Pian a un ambiente más urbano.

Bujingai (PlayStation 2)

Para aderezar este manido cóctel, se nos obsequia con una narración torpe e incapaz de manejar con soltura la fragmentación temporal de la que hace gala el relato y con unos diálogos capaces de codearse con cualquier panfleto folletinesco de tres al cuarto. Tal es la desazón que provoca el resultado final que cabría preguntarse si Kuroda creyó realmente en este proyecto en algún momento.


Acción y estilo a raudales

Bujingai (PlayStation 2)

Bujingai se destapa como un arcade inusual en el que predomina el ritmo, la acrobacia y la acción a partes iguales. En un primer vistazo, se pueden identificar los elementos típicos que pueblan el género en la actualidad: localizador, barra de magia, dos botones de ataques, doble salto, orbes azules que podremos canjear por mejoras en ciertos parámetros de nuestro personaje, ítems que nos permitirán conseguir nuevos conjuros, etc. ¿Qué cualidad, pues, distingue a esta obra? ¿Qué elemento definitorio han introducido los chicos de Taito y RED? El más importante: su sistema de combate.

Bujingai (PlayStation 2)

Tratando de emular las imposibles y espectaculares coreografías que inundan la Wu Xia Pian, se nos otorgará la posibilidad de poder protegernos y contrarrestar las embestidas enemigas, siempre y cuando tengamos localizado al enemigo o éste nos ataque de frente. De esta forma, los combates se tornarán en continuos intercambios de golpes en los que pasaremos de posiciones defensivas a ofensivas y viceversa casi constantemente, dando pie a espectaculares encuentros llenos de energía y color. Por desgracia, esta realidad sólo se hará patente con los monstruos finales y enemigos de cierta relevancia, ya que la inteligencia artificial del monstruo medio distará mucho de ser agresiva hasta bien avanzado el juego.

Bujingai (PlayStation 2)
Bujingai (PlayStation 2)

Por supuesto, para evitar intercambios infinitos de golpes se ha incluido un marcador circular que nos indicará cuantos golpes podremos contrarrestar sin que el enemigo nos inflija daño alguno.

Bujingai (PlayStation 2)

Para igualar la contienda, los demonios de cierta categoría dispondrán de un marcador idéntico ya que, en el caso de los demonios de a pie, el jugador no necesitará esta información. Si no recibimos ningún golpe en un determinado tiempo, el marcador se irá recuperando progresivamente. Es por ello por lo que habrá que dosificar nuestros ataques y defensas con sabiduría.

Bujingai (PlayStation 2)

De igual forma, podremos bloquear y devolver los ataques mágicos de nuestros enemigos. Para lograrlo, deberemos procurar que la barra de magia esté completa o esperar a que la parte vacía se rellene durante el bloqueo antes de que el marcador circular expire. Esta técnica se mostrará especialmente útil contra los monstruos finales o enemigos importantes pues el daño que inflinge es considerable. En caso de no proyectar el ataque enemigo, nos permitirá rellenar la barra mágica de una forma más inmediata que la consecución de interminables combos.

Bujingai (PlayStation 2)

Combos que tendremos que maximizar cuanto podamos y a los que dotar de la mayor variedad posible, empleando el escaso elenco de posibilidades de que disponemos, si queremos obtener buenas puntuaciones. De vital importancia será la gestión de nuestra disposición espacial pues un tiempo excesivo entre estocadas sucesivas o un golpe enemigo nos privarán de continuar engordando los dígitos de nuestro combo.

Bujingai (PlayStation 2)

Los enemigos finales constituyen uno de los puntos álgidos del juego. Mientras que sus patrones de ataque son, por norma general, bastante sencillos de dilucidar, obligan al jugador a usar todas las variables y posibilidades que los desarrolladores le ofrecen, desembocando en encuentros bastante vistosos, divertidos y variados. A destacar el duro y espectacular encuentro con el enorme dragón blanco de la fase "Cloud Sea". Es una pena que los méritos logrados se vean enturbiados por una excesiva reutilización de monstruos finales y de mitad de fase. La máxima de la variedad nunca se debe incumplir, señores.

Bujingai (PlayStation 2)

Al final de cada fase se evaluará nuestro comportamiento a lo largo de la misma en función de la longitud del combo máximo realizado, el daño que nos han infligido nuestros enemigos, el tiempo empleado, el número de orbes azules recolectados y los puntos de acción estilizada. Éstos últimos dependerán de nuestra inventiva a la hora de enlazar los combos, el tempo de nuestra ejecución y la utilización de habilidades externas como caminar por las paredes en el fragor de la batalla. Aunque en un primer momento se podría pensar que nos encontramos ante la piedra filosofal que esconde Bujingai, la realidad es bien distinta pues el baremo empleado para medir dicho apartado se muestra bastante difuso en la práctica. No será difícil conseguir la máxima puntuación aplicando únicamente la escasa variedad que ofrecen los combos.

Bujingai (PlayStation 2)

Bujingai (PlayStation 2)

Resulta criticable también el no incluir la recogida de monedas, que nos permiten desbloquear nuevos extras, en el cómputo global de la fase.

Bujingai (PlayStation 2)

Provoca una escisión importante en la mecánica de juego pues su búsqueda sólo penaliza indirectamente en el tiempo empleado en la misma y nunca recompensa, cuantitativamente hablando, su descubrimiento, salvo en apartados externos al núcleo jugable. Posibilita la degeneración en tretas jugables como dedicarse únicamente a encontrar las monedas y no fuerza la consecución de ambas metas para obtener una mejora en las puntuaciones.

Bujingai (PlayStation 2)

A pesar de proporcionar una experiencia de juego satisfactoria, Bujingai peca de no pocas manchas en su concepción. La variedad estructural de los niveles es bastante deficiente, degenerando en más casos de los necesarios en la socorrida explanada donde nos atacan numerosos enemigos. Las secciones de plataformas no terminan de encajar en la vertiente puramente arcade que profesa el juego. Se sienten en exceso artificiales y rompen el frenético tempo impuesto por la acción predominante al no implicar combate o enfrentamiento alguno en la mayoría de los casos.

Bujingai (PlayStation 2)

Además, estas secciones sufren el agravante de verse enormemente perjudicadas por una inoperante cámara que obligará al jugador a realizar numerosas correcciones a las mínimas de cambio. Molestias que se verán sobredimensionadas en ciertos fragmentos de la fase "Cloud Sea", auténtico caballo de batalla del juego. Para rematar el encuentro, aquí también se hará patente, por su uso extensivo, el poco margen de precisión que permite el pequeño planeo que realiza nuestro personaje al pulsar por segunda vez el botón de salto.

Bujingai (PlayStation 2)

Por si fuera poco, a todo esto hay que añadir el pésimo algoritmo de localización de enemigos, cuyo comportamiento constituye un misterio para el redactor de este artículo. En contadas ocasiones, el localizador aplicará soluciones lógicas cuando rota de un monstruo a otro, dejando desprotegido a un jugador que termina por preguntarse para qué demonios sirve semejante despropósito.


Extra, Extra

Bujingai (PlayStation 2)

Los desarrolladores se han preocupado en incluir numerosos y jugosos extras con el fin de motivar a aquellos usuarios no interesados en mejorar sus puntuaciones. Al acabar nuestra aventura por primera vez, no sólo se desbloqueará los ya habituales nuevos modos de dificultad sino que, además, se habilitarán nuevas sorpresas en el menú de opciones especiales, como una tabla de puntuaciones, la posibilidad de seleccionar cualquier fase para pulir nuestras puntuaciones o el ingenioso editor de la secuencia inicial. Con esta última opción podremos grabar y visualizar nuestro avance a lo largo de esa pequeña fase con la que abre el juego.

Bujingai (PlayStation 2)

Es una pena que no permita hacer lo propio con el resto de localizaciones pero, en cierta manera, se entienden los problemas físicos de memoria que eso conllevaría. Como ya se notó anteriormente, en función del número de monedas recogidas, podremos desbloquear videos como la presentación en sociedad del juego, una entrevista con Gackt o las sesiones de captura de movimientos; también se habilitarán nuevas vestimentas para nuestro protagonista o nuevos enemigos a los que contemplar con el visor de personajes.


Mediocridad sonora

Bujingai (PlayStation 2)

El apartado sonoro no destaca especialmente por ser un compendio de virtudes. Dada la temática de juego y el tratamiento visual que ofrece esta obra, los compositores han optado por crear un acompañamiento musical que trata de conciliar tradición y dinamismo con desigual resultado. De esta manera, nos encontramos aquí con temas cuya base la conforman instrumentos y acordes propios del folklore oriental y cuyo ritmo lo imponen elementos puramente electrónicos o guitarras con alma roquera. El resultado de semejante cóctel es, en líneas generales, olvidable en el mejor de los casos y muestra su peor cara en los últimos compases de todas las fases, pues la longitud de éstas sobredimensiona la mortal herida de la reiteración que asola toda la banda sonora.

Bujingai (PlayStation 2)

Bujingai (PlayStation 2)

Con todo, existe alguna que otra composición de correcta factura como demuestra la melodía que acompaña a la secuencia inicial del juego.

Bujingai (PlayStation 2)

Hermanándose con el sentir de su inseparable compañera, los efectos de sonidos rayan una mediocridad y autismo absoluto. Falta contundencia en los continuos choques de espadas, falta energía en las magias y explosiones, falta intensidad en los rugidos de las criaturas demoníacas... Falta alma, falta vida.

Bujingai (PlayStation 2)

Se trata de una obra con un presupuesto algo discreto, con una tímida distribución en el mercado americano y ha sido doblada al idioma de Shakespeare. Todos los signos apuntan de forma irremediable hacia un espantoso trabajo por parte de los "sufridos" actores de doblaje y, lamentablemente, Bujingai cumple con el peor de los pronósticos.

Bujingai (PlayStation 2)

El redactor que suscribe estas líneas desconoce el trabajo de los dobladores japoneses pero, contando con gente tan capaz como Maaya Sakamoto entre sus filas, resulta difícil imaginarse algo peor que la versión anglófona de la obra. Afortunadamente, la historia es tan irrelevante y escueta que hará nuestro calvario más llevadero. Al menos, Lau Wong mantiene la voz de Gackt. Consuelo a todas luces insuficiente, pues su personaje sólo se digna a hablar al realizar los conjuros. Ironías de la vida.


Coreografía efectista en su máxima expresión

Bujingai (PlayStation 2)

Visualmente, Bujingai se ciñe a los cánones más habituales que suelen poblar las obras japonesas de temática fantástica. Sirviéndose del habitual trasfondo post-apocalíptico tan arraigado, por desgracia, en su cultura y rindiendo homenaje a la fantasía medieval de su vecina china, los artistas de este proyecto construyen un retablo netamente ecléctico en el que tienen cabida desoladas urbes de rascacielos imposibles con templos medievales de corte religioso y cuyos títeres imparten justicia librando acrobáticos y coloridos combates contra demonios, ogros o dragones de dimensiones colosales.

Bujingai (PlayStation 2)

Y he aquí uno de los puntos álgidos de esta obra. Los combates dan pie a auténticos torrentes de luz y color que se materializan al asestar golpes con nuestras espadas. Festival para los sentidos que muestra su máximo esplendor en los continuos vaivenes con los monstruos finales donde convergen intercambios de espadas, devolución de ataques mágicos y realización de conjuros a niveles completamente alucinógenos. Espectáculo que, en ocasiones, dada la torpeza de la cámara, llega a enturbiar el campo de visión de un jugador completamente saturado ante tal conjunción de estelas, halos y luces multicolores.

Bujingai (PlayStation 2)

La variedad de localizaciones que exhibe el juego es, cuando menos, notable: bosques de bambú, metrópolis repletas de rascacielos en ruinas, templos religiosos, escarpadas montañas nevadas, océanos de nubes, etc. Lamentablemente, este aparente logro se ve completamente ensombrecido por la agotadora reiteración que hacen los artistas gráficos de la gran mayoría de texturas. Estancias completamente similares en cuanto a estructura y texturación se refieren constituirán la tónica habitual en nuestro deambular por las distintas fases de Bujingai. El hecho de que estén tan desprovistas de cualquier atisbo de vida o identidad, tan vacías, no hace nada más que acentuar la aprensión del jugador hacia semejante falta de interés por parte de los desarrolladores.

Bujingai (PlayStation 2)

Toshihiro Kawamoto, responsable de diseños tan notables como Cowboy Bepop o Wolf's Rain, moldea unos personajes relativamente eficaces y solventes que destacan por lo colorido y detallado de sus indumentarias. Respetando las directrices básicas que persigue la impronta visual del juego, Kawamoto trata de conciliar un excesivamente forzado abanico de colores con ropajes propios del medievo chino.

Bujingai (PlayStation 2)

Propone algunas metáforas visuales interesantes como el uso del blanco y negro en las ropas de los protagonistas para ejemplificar la eterna lucha entre el bien y el mal e, incluso, solventa con cierto oficio la necesidad de ceñirse a modelos reales para definir sus facciones pero, en general, sus logros quedan muy por debajo de sus mejores trabajos.

Bujingai (PlayStation 2)

Mucha más naturalidad e imaginería muestran las criaturas diseñadas por Tomohiro Kagawa, especialmente, los imponentes monstruos finales. Combinando de forma inteligente un amplio abanico de colores y demostrando un gusto por el detalle inusitado, da vida a tigres, pájaros de fuego, gatos gigantes, doncellas de fuego o enormes dragones blancos que denotan un arrojo visual y respeto por la mitología china digno de elogio. Lastima que su esfuerzo se vea manchado ligeramente por una escasa variedad de los mismos.

Las secuencias de video pregrabadas cumplen con su cometido y salvan con cierta notoriedad la responsabilidad que cae sobre ellas: los personajes ofrecen un gran acabado, los escenarios están bien recreados e incluso pueden llegar a ser bastante espectaculares como bien ejemplifica la secuencia que da pie al último combate del juego. Sin embargo, existen algunas deficiencias que afean el resultado final: la captura de movimientos cojea bastante en determinados momentos y la expresividad de los rostros no se encuentra entre sus mejores virtudes.
 
Técnicamente, Bujingai es un título más preciosista que precioso. Trata de esconder sus deficiencias técnicas detrás de esa atractiva y colorida cortina visual en la que desembocan la mayoría de los combates pero sus deméritos son demasiado aparentes como para pasarlos por alto. La complejidad poligonal es, en la mayoría de los casos, bastante deficiente. Mientras que los protagonistas disfrutan de una acabado correcto, aunque insuficiente para la media de hoy día, los enemigos lucen un aspecto bastante pobre y cuando alcanzan una cierta notoriedad, como ocurre con los monstruos finales, el escenario sufre el recorte de rigor. Estos últimos están desprovistos de detalles dignos de mención, limitándose a grandes explanadas o habitaciones excesivamente "cuadriculadas" en más casos de los que el usuario está dispuesto a admitir.

Bujingai (PlayStation 2)
Bujingai (PlayStation 2)

Todo ello unido a una iluminación bastante rudimentaria y una distancia de dibujado discreta en escenarios cargados, da lugar a una apartado pobre en términos generales, incapaz de cubrir unas necesidades mínimas para los artistas.

Bujingai viene a confirmar la máxima de que la comunicación y el trabajo en equipo deben prevalecer sobre los talentos individuales. Taito ha tratado de rodearse de grandes profesionales pero no se ha preocupado de engrasar adecuadamente los engranajes que comunican y canalizan esa energía individual. Así pues, nos encontramos con una obra llena de luces y sombras, de logros y fracasos, de identidad y anonimato.

Bujingai (PlayStation 2)

Bujingai

  • PS2
  • Acción
Un mundo desolado por el error humano, un mundo oprimido por hordas de demonios, un mundo donde los héroes desafían las leyes de la gravedad e imparten justicia a golpe de espada. Es la Edad Marcial y nuestra única esperanza es un mítico guerrero que responde al nombre de Lau Wong.
Carátula de Bujingai
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