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All-Star Fruit Racing

All-Star Fruit Racing

  • PlataformaPC4NSW4XBO4PS44
  • GéneroConducción
  • Desarrollador3DClouds
  • Lanzamiento13/07/2018
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • Editor3DClouds

Carreras con sabor a fruta

All-Stars Fruit Racing, análisis Switch

Nintendo Switch suma a su catálogo un juego de conducción de karts donde no es oro todo lo que reluce. Analizamos All-Stars Fruit Racing de 3DClouds.

La desarrolladora italiana 3DClouds ha tenido el valor de plantar cara a uno de los vende consolas de Nintendo, Mario Kart, con All-Stars Fruit Racing, un simpático videojuego de conducción con karts repleto de buenas intenciones pero que flojea en muchos aspectos.

Parece mentira que en 2018 todavía hayan desarrolladores capaces de lanzar un título de karts en una consola de Nintendo, en este caso para Nintendo Switch, pero eso es lo que ha hecho el estudio que firma este All-Stars Fruit Racing.

Desde que el primer Super Mario Kart comenzara a quemar goma sobre la pista en Super Nintendo allá por 1992, el género de conducción a bordo de estos bólidos ha estado siempre dominado por los títulos del fontanero y sus amigos. No ha habido ningún otro software capaz de plantarle cara, ni tan siquiera el estupendo Crash Team Racing protagonizado por Crash Bandicoot o cualquiera de los creados para Sonic y compañía.

Prácticamente cualquier videojuego de esta temática lanzado para una consola Nintendo ha sido eclipsado por un Mario Kart de la misma generación. Y no porque los susodichos sean de baja calidad, si no porque los programadores de la empresa nipona llevan más de dos lustros perfeccionando una franquicia a la que pocas pegas se le pueden achacar. Tan solo tenemos que ver cómo Mario Kart 8 Deluxe es el segundo cartucho más vendido en Nintendo Switch sobrepasando la barrera de las nueve millones de copias vendidas a pesar de ser originario de Wii U.

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Es por eso que nos asombra que All-Star Fruit Racing llegue a una consola de Nintendo, sobre todo siendo este el primer título de 3DClouds, una empresa italiana dedicada al diseño 3D para otros fines (aunque también participaron en el videojuego Ride 2) y que espera conseguir cierta reputación con este ambicioso juego de carreras que por desgracia pasará sin pena ni gloria en la máquina híbrida creada en Kioto.

Un juego con buenas intenciones 

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All-Star Fruit Racing para Nintendo Switch es un videojuego de conducción a bordo de karts con temática frutal. Es decir, tanto decorados, potenciadores, conductores o los propios bólidos tienen motivos tan o más coloridos que una chaquetilla de Alberto Chicote. No hay nada de malo en ello, sobre todo porque el diseño de los escenarios es bastante correcto e incluso la ambientación encaja con el género. Es más, el videojuego destaca por incluir un ingenioso y colorido sistema de power-ups que, como veremos más adelante, hace aguas una vez dominado.

Sobre el papel tenemos más de 20 circuitos, 22 personajes -cada uno con una habilidad especial diferente-, cinco mundos, varios modos de juego y una excelente personalización con hasta 32.000 combinaciones de karts diferentes. Visto así el envoltorio es más que correcto e incluso tan apetecible como las miles de frutas que veremos en pantalla. Sin embargo aquí acaban todas las bondades de All-Stars Fruit Racing ya que jugablemente dista mucho de ser un digno competidor para ningún otro del género.

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Divertido pero con matices

Antes hemos comentado que lo más novedoso es su sistema de potenciadores, elemento indispensable en este tipo de títulos. Los karts de All-Stars Fruit Racing están equipados con una suerte de exprimidor capaz de hacer zumos -power-ups- con las frutas que vamos recogiendo por la pista. Hay cuatro de éstas y podemos combinarlas al vuelo para crear los potenciadores -hasta catorce diferentes- e incluso tener más de uno al mismo tiempo. Si mezclamos todas las frutas tenemos acceso a la habilidad única del piloto escogido. El sistema es bastante original e incluso añade algo de emoción a las carreras en los primeros compases. Todo es diversión en las primeras etapas del juego hasta que conoces con precisión la mecánica de los jugos y somos capaces de obtener el potenciador necesario en cualquier momento, o lo que es lo mismo, tener turbos mejorados o potentes handicaps para el contrario cuando deseemos. En partidas para cuatro jugadores y con usuarios que dominen el videojuego es quizás donde más chicha se le pueda sacar a este sistema pero contra la inteligencia artificial del programa pierde todo el encanto.

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Aunque hay potenciadores de lo más diversos y similares a otros conocidos lo cierto es que no son para nada decisivos ni capaces de darnos la primera plaza en el podio de por sí. Por ejemplo lanzar un bolazo de nieve o una ventisca al contrario tan solo ralentizará un momento al susodicho e incluso éste puede llegar a ser capaz de alcanzarnos rápidamente (o incluso no poder adelantarle tras usar el zumo). Además aquellos que molestan al rival tienen comportamientos erráticos y hay que tener la precisión de un cirujano si queremos asestarles con ellos.

Por otra parte la conducción es simple y a pesar de que las pistas se ven afectadas por el hielo o el barro estas irregularidades no inciden demasiado en el control del vehículo. Tampoco el famoso drifting típico de este género funciona todo lo bien que se espera de él ya que la mayor parte de las veces que hacemos uso del botón de derrape acaba con nuestro coche estampado en los límites del circuito. Y cuando no hacemos una visita a la cuneta se nos penaliza con una reducción de velocidad si sobrecalentamos las ruedas.

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Modos de juego típicos

Los modos de juego son conocidos en este tipo de títulos; Carrera, Gran Premio y Time Attack, aunque tenemos la posibilidad de configurarlos a nuestro gusto tanto en participantes en la carrera, formas de obtener power-ups, eliminación de corredores según criterios o número de vueltas. Según vayamos completando carreras desbloqueamos nuevas pistas y elementos de personalización para nuestros vehículos, sin duda lo que más horas puede mantenernos enganchados al mando. Todavía no están implementadas las funcionalidades online en la versión para Nintendo Switch pero se espera que llegue en las próximas semanas. Por el momento tan solo podemos jugar partidas de hasta cuatro jugadores en pantalla partida… aunque acceder a ellas puede producirnos un terrible dolor de cabeza por culpa de la nefasta localización del videojuego a nuestro idioma.

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Las pistas están bastante trabajadas, con rutas alternativas que pueden -o no- hacernos ganar unos segundos en carrera y lo suficientemente diversas como para sentir que cada partida es diferente a la anterior. Hemos tenido problemas en diferenciar lo que era pista y lo que no, problemas con la cámara en grandes saltos y en reconocer objetos molestos en mitad del camino aunque todo esto acaba aprendiéndose con el tiempo. Los más de veinte circuitos están repartidos entre cinco mundos diferentes ambientados en las estaciones del año y en unas islas del propio videojuego, por lo que hay bastantes diferencias entre ellas tanto en lo visual como en lo jugable.

Apartado técnico muy mejorable

Aunque con sus más y sus menos All-Stars Fruit Racing puede llegar a apetecer al jugador, todo se derrumba al hablar de su apartado técnico. Si bien el videojuego, en general, luce bastante bien a pesar de contar con cargados escenarios y una más que decente paleta de colores, el rendimiento en pista es más que discutible tanto en modo portátil -con un más que notable downgrade en su resolución- como con la consola conectada al televisor. Ralentizaciones con dos o más coches en pantalla, pequeños parones en mitad de carrera o un efecto similar al frame-pacing que sufre Final Fantasy XV en PS4. Esto quiere decir que aunque la tasa de imágenes del juego sea estable, a ojos del jugador puede parecer que se mueva de forma brusca o aletargada. Llama la atención el hecho de que todos los problemas atrás citados se reduzcan notablemente cuando dos o más jugadores juegan en modo local a pantalla partida.

Los gráficos de All-Stars Fruit Racing se generan gracias a Unreal Engine 4, un motor que los italianos conocen a la perfección gracias a sus otras labores en el diseño 3D pero que aquí no han terminado de pulir, haciendo que errores típicos del motor como la carga de texturas o fallos en el muestreo de sombras hagan acto de aparición. Otro de sus aspectos negativos lo tenemos en los excesivos tiempos de espera entre menús y carreras, llegando a los dos minutos en algunas ocasiones.

En cuanto al apartado sonoro es más que recomendable reducir el volumen al mínimo y poner de fondo cualquier cinta de Camela comprada en una gasolinera de los noventa. Las melodías son simples y aburridas, los efectos de sonido olvidables (reutilizan alguno de la saga cinematográfica Kill Bill) y las voces son horrendas. Nada de lo sonoro está a un nivel de masterización exigible.

Y por último pero no menos importante: la traducción al castellano. Si sois de aquellos que pensáis que la traducción de Final Fantasy VII es de lo peorcito que habéis visto en el mercado, esperad a ver All-Stars Fruit Racing. Desde incomprensibles textos, traducciones que horrorizan hasta al mismísimo Google Translator, frases incoherentes… lo tiene todo. “Prensa” es Pulsa, “Cuerno” es claxon, “Freja” es frena, “Remapear controles” es partida multijugador... Un desastre que afea en mucho al producto final.

Conclusión

Teníamos la esperanza de que All-Stars Fruit Racing para Nintendo Switch fuera un videojuego, al menos, competente. Uno en el que sus defectos no echaran por tierra nuestras intenciones de hacernos con el cartucho. No le exigíamos demasiado, de hecho podríamos perdonar que no llegara a divertir lo mismo que un Mario Kart o que no estuviera pulido en lo técnico. El título es ambicioso en tanto a su sistema de potenciadores como en contenido a desbloquear pero en el cómputo global se queda a medio gas en todas sus facetas. Es precioso a la vista, los circuitos están perfectamente diseñados, la variedad de los mismos está bastante lograda y la personalización de los vehículos también. Todo esto se va al traste cuando el kart hace acto de aparición en pantalla y comienza la carrera, presentando un control simple y aburrido y un sistema de power-ups que cuando lo dominas resta emoción a las partidas. El rendimiento en general tampoco ayuda mucho a que la experiencia de juego sea positiva y en lo sonoro mejor ni hablar. Y es una pena porque nos consta que en ordenadores el título funciona estupendamente, pero claro, aquí corre en una Nintendo Switch y no en un PC inflado a hardware. Aunque por el momento All-Stars Fruit Racing no dispone de modo online en la consola híbrida, los desarrolladores han confirmado que en breve se agregará mediante una actualización. Ninguna pega con ello, aunque si hubiera estado disponible desde el lanzamiento el videojuego ahora contaría con una mayor comunidad de jugadores. En definitiva, un título que recomendamos sobre todo a los zagales de la casa gracias a su colorido aspecto, a la ambientación escogida y a su sencillez en el control. A pesar de todos estos puntos negativos el peor se halla en la localización a nuestro idioma, desastroso a más no poder.

Lo mejor

  • Sorprende con su mecánica de potenciadores.
  • Nada reprochable en lo artístico.

Lo peor

  • Técnicamente pobre.
  • El apartado sonoro deja mucho que desear.
  • Traducción al castellano nefasta.
  • Aunque el sistema de power ups es novedoso, pierde la gracia con el tiempo.
  • Tiempos de carga excesivamente largos.
  • Fallos en la jugabilidad.
4

Mediocre

Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.