Guerras portátiles...

Gráficos:
Realmente brillantes. Con un estilo manga muy agradable semejante a los mejores trabajos de famosos dibujantes japoneses, los grafistas de la compañía nipona han apostado por mezclar diseños cercanos al estilo "super deformed" con ilustraciones que parecen sacadas de series creadas por estudios como Sunrise (Cowboy Bebop). El resultado son unas pantallas sumamente agradables, sobre todo en las escenas de batallas, y un gran dinamismo en los menús y en la aparición del resto de los personajes en pantalla cada vez que nos comunican alguna información.

Durante la mayoría de la partida deambularemos sobre el mapeado de los escenarios construidos a base de simples bloques como trozos de carreteras, montañas, agua, edificios, bosques, etc. mientras miramos con atención los movimientos de nuestros enemigos gracias a los pequeños sprites que representan a  sus unidades. En esta visión no hay excesivo movimiento ni gráficos enormes, pero tampoco hacen falta. Se trata de que el mapa de la situación y las unidades se nos presenten de la forma más clara posible y esto se consigue de la mejor manera, pero sin perder las formas ni el buen gusto. Durante las batallas sin embargo la calidad gráfica sube como la espuma. La pantalla se divide mediante una línea (split screen) situando a cada lado las unidades de los jugadores (tanto humanos como controlados por la CPU.) Asistiremos entonces a graciosas animaciones de los combates realizados con los mencionados gráficos "deformed", de gran colorido y resultando muy simpáticos y dinámicos. Lástima que normalmente se reduzcan a unos pocos segundos de fuego cruzado pero os podemos asegurar que es una auténtica maravilla observar como se desenvuelven nuestras unidades.
Por el resto podremos disfrutar de cambios meteorología, con grandes nevadas, repentinos chaparrones o días despejados con un Sol de justicia. Todas estas situaciones se verán fielmente reflejadas e incluso algunas podrán influir en determinadas unidades que verán mermadas sus fuerzas o sus capacidades de ataque,

Música:
Desde luego suena bastante mejor de lo que estamos últimamente acostumbrados en GameBoy Advance. Las melodías se desarrollan utilizando los canales de samples del hardware de la Advance quedando en el olvido el chip sonoro de GameBoy Color y sus eternos pitidos. Las melodías por su parte se construyen a base de buenos samples, incluso algunos de bastante contundencia, para componer canciones de corte militar que sonarán a alo largo de los menús y nuestras partidas.
El único problema, y que no es realmente achacable a la música en si misma, es la repetitividad. La duración de las partidas, sobre todo en las últimas misiones, puede alargarse bastante y ello provocará que nos cansemos de escuchar una y otra vez la misma cantinela. Afortunadamente alguien en Intelligent Systems debió pensar lo mismo y decidió añadir la opción de apagar la música en cualquier momento de nuestra partida. Algo que deberían hacer todos los juegos de este tipo...

Sonidos FX:
Explosiones, disparos, ruido de las máquinas de combate, como el de los tanques al avanzar a lo largo del campo, sonidos de los reactores de las unidades aéreas, etc. La verdad es que prácticamente todo posee un sonido diferente atribuido y todos ellos suenan francamente bien. No hay voces digitalizadas, lo que siempre viene bien para adornar los diálogos o los gritos de los soldados en los combates, pero con los sonidos incorporados nos conformamos más que de sobra.

Jugabilidad:
La parte más delicada de Advance Wars es sin ninguna duda su jugabilidad, y no sólo por el control, sino sobre todo por el desarrollo de las partidas y por la mecánica y reglas que se han adoptado para conseguir vencer al enemigo.
En primer lugar ya sabes que los ataques se realizan por turnos, es decir, moveremos y efectuaremos las acciones que consideremos pertinentes en nuestras unidades y luego esperaremos a que el enemigo haga lo mismo. Con ello la previsión juega un papel muy importante en cada uno de nuestros movimientos, y mucho más si consideramos que vencer a la máquina no es ni mucho menos pan comido. Desde las primeras misiones podremos comprobar como la CPU es dura de roer y nos pondrá en múltiples aprietos. Sólo habiendo jugado con anterioridad a las útiles misiones de entrenamiento que tan amablemente nos ofrece Nell nada más introducir nuestro nombre en el juego, tendremos alguna oportunidad de supervivencia. Además nos serán muy útiles para hacernos con el complicado control del juego y para ir aprendiendo algunas estrategias de aguante y de ataque fundamentales si queremos hacernos con la victoria. Incluso estas misiones de entrenamiento nos resultarán en ocasiones complicadas, con especial atención a las 3 últimas...
No te desanimes, la dificultad no va reñida con la diversión, y lo que Advance Wars te propone desde tu primer combate es que pienses muy bien cada uno de los movimientos que vas a realizar, que intentes anticiparte a la CPU en sus acciones, y que incluso elabores complejas estrategias de distracción con el objetivo de llegar hasta el Cuartel General del enemigo antes de que él haga lo mismo con el tuyo. Una buena pasada por las misiones de entrenamiento y algo de tanteos en las primeras misiones de la campaña harán que le cojas el truco definitivamente y te vayas animando. A  pesar de su aspecto simpático e incluso resultón, el reto que nos ofrece el cartucho está servido...