Las películas de Alien de peor a mejor según la crítica. ¿Qué lugar ocupa ‘Romulus’?

Tienes delante de ti una lectura interesante. ‘Alien Romulus’ ya cuenta con suficientes críticas como para ganarse una determinada posición dentro de la saga Alien. Hemos cogido como referencia IMDB, la ‘base de datos de cine más grande del mundo’, y vamos a listar las películas desde la nota màs baja a la más alta.

La gracia del asunto es que nos dará una visión general de la franquicia donde, no solo veremos qué posición ocupa ‘Romulus’ en el conjunto, sino que, gracias a la perspectiva del tiempo, podremos juzgar por nuestra cuenta el resto de la clasificación. Así que atentos, que despegamos.

La saga Alien de peor a mejor según las críticas de IMDB.

Los dos últimos puestos están ocupados por las divertidas Aliens vs Predator 1 y 2. AVP surge como spin off de una inspirada broma al final de ‘Depredador 2′, donde se podía ver el cráneo de un xenomorfo colgado como trofeo en una nave Predator. Las notas respectivas de las entregas de 2004 y 2007 son 5,7 y 4,6. Dicho lo cual, ‘entramos en harina’.

Alien Resurrection (1997): 6,2

La película de tono más extraño y por momentos desagradable de la saga, es la visión del director frances Jean-Pierre Jeunet. Rodeado de parte de su equipo habitual, el coautor, junto a Marc Caro, de las sugerentes e imaginativas ‘Delicattesen’ y ‘La Ciudad de los niños perdidos, y papá de ‘Amelie’, nos dejó momentos bizarros como un clon de Ripley jugando al baloncesto y un extraño Alien albino, pero tambíen secuencias inolvidables, como la de los xenomorfos deslizándose bajo el agua.

Alien: Covenant (2017): 6,4

El guion loco de ‘Prometheus’ no fue una casualidad. Scott se olvidaba aquí de profundizar en los increibles hallazgos de la anterior película de saga, pero incurría de nuevo en un guion que te expulsaba repetidamente a patadas de la sala. Astronautas bajando a la superficie de un planeta desconocido sin escafandra porque el análisis de la atmósfera dice que es respirable. ¡Claro que sí! Sorpresa, resulta que hay cositas flotando en el aire que son peligrosas y que se los lleva por delante. Risas aseguradas y algún momento para el recuerdo.

Alien³ (1992): 6,4

Aunque revalorizada con el paso del tiempo, ‘Alien 3′ mantiene el pecado original de continuar dos obras maestras. Lo que viene después es un despropósito que dejó aparcadas ideas loquísimas de estructuras de madera en el espacio, a la vez que se traumatizaba a un joven David Fincher, al que se machacó sin piedad durante todo el proceso. Es una película absolutamente de productor, por lo que defenderla hoy significa dar beneplacito a una experiancia infernal que todavía tiene que producir pesadillas en su director.

Prometheus (2012): 7

Amor/odio por una película de ideas potentísimas, tanto visuales como argumentales. El tremendo arranque, el misterio de algo que nos supera, diseños de Giger rescatados del ‘Dune’ de Jodorowsky y los ingenieros versus... un cartógrafo que se pierde junto a un biólogo que le hace carantoñas a una serpiente alienigena de aspecto letal. En fin. Lo mejor, por supuesto, David.

Alien Romulus (2024): 7,5

Tras las agridulces entregas de Ridley Scott, llegamos a pensar que tal vez tocaba criogenizar la saga Alien durante una temporada. Pues no, ha tenído que venir Fede Álvarez, un uruguayo que contaba con un año cuando se estrenó la primera ‘Alien’, para que recuperemos la fe. Con influencia declarada de esa maravilla que es el videojuego Alien: Isolation, el problema más importante de Romulus puede ser la excesiva pleitesía a la saga, que solo se rompe, y por tanto arriesga, en contadas ocasiones.

Aliens (1986): 8,4

Obra maestra en la etapa dorada de James Cameron, el director convenció a los productores para rodar esta secuela tardía con una pizarra. Dibujó una S al final de Alien y cruzó la letra con las barras del dolar. ‘Aliens’ es igual de buena que ‘Alien’ porque es tan diferente que su tremenda calidad esquiva comparaciones directas. Cameron, al multiplicar el número de Aliens, traiciona el mensaje original de Ash sobre esa criatura única, excepcional, mítica, dirísase que incluso mística, pero nos da a cambio una obra maravillosamente estruendosa, potente, chula como ella sola, desprejuicida, en definitiva, una película bélica en las antípodas de la tremenda y acongojante soledad del espacio profundo que transmitía la primera parte. Podríamos decir que ‘Alien’ es poesía y ‘Aliens’ es prosa. En ambos casos, de la mejor imaginable, además.

Alien (1979); 8,5

Y llegamos a la cúspide, a la primera posición, que perfectamente podría ser compartida con su secuela. Ridley Scott se aprovechó del rico pasado de los monstruos espaciales del cine de serie B, de la vía abierta en la scifi por ‘Star Wars’ y del el excepcional equipo creativo que se había juntado alrededor del Dune de Jodorowsky (O´Bannon, Moebius, Giger...). El resultado es una película absolutamente maravillosa, epatante, aterradora, epifánica, inspiradora, hipnótica. Desde su mismo arranque, en el que la lenta superposición de planos se hace una con música de Goldsmith que los acompaña, ‘Alien’ deja atrás toda imitación posible que llegaría a los cines en tropel en la década siguiente. Aquella historia de caminioneros espaciales bebió de mil fuentes y como tal fue imitada, pero la fórmula inialmente resultante nunca fue superada.

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