Estados Unidos no quiere más problemas con Rusia y ya planea decir adiós a la navegación GPS: Boeing ya ha encontrado una solución
La compañía estadounidense avanza con la navegación cuántica, un sistema preciso e imposible de bloquear que busca reemplazar las señales satelitales en escenarios de conflicto.

La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto una vulnerabilidad clave en la aviación moderna: la dependencia del sistema de posicionamiento global (GPS). El reciente incidente en el que el avión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tuvo que recurrir a mapas en papel para aterrizar tras un bloqueo de la señal atribuido a Rusia, ha encendido las alarmas en Estados Unidos y Europa. La conclusión es clara: en tiempos de guerra, el GPS puede volverse inútil.
En este contexto, Boeing ha dado un paso adelante y ya realiza pruebas con un sistema que podría transformar la navegación aérea: la navegación cuántica.
La fragilidad del GPS
El GPS, ampliamente utilizado en aviación comercial y militar, funciona gracias a una red de satélites que permite fijar la posición exacta de un objeto en movimiento con un margen de error de pocos metros. Sin embargo, esta señal de radio puede ser cegada con relativa facilidad mediante interferencias más potentes, lo que convierte al sistema en un blanco vulnerable en situaciones de conflicto.

La guerra en Ucrania ha demostrado que tanto Rusia como otras potencias están en condiciones de inhibir estas señales, no solo para frenar a los drones militares, sino también afectando a la aviación civil.
La alternativa cuántica
Frente a esta vulnerabilidad, distintos países exploran alternativas: desde magnetómetros cuánticos hasta redes de telecomunicaciones terrestres como el 4G. Pero el sistema que parece estar en una etapa más avanzada es la navegación cuántica, que ofrece ventajas decisivas.
Este método se basa en el uso de átomos para calcular la dirección del movimiento en relación con un punto de partida. Su precisión no se mide en metros, como ocurre con el GPS, sino en milímetros. Además, al no depender de satélites ni emitir señales, resulta imposible de interceptar o manipular por parte de un adversario.
El papel de Boeing
Boeing ha instalado una Unidad de Medición Inercial Cuántica (IMU) de seis ejes en un avión Beechcraft 1900D, con el que realizó vuelos de prueba en Saint-Louis, Estados Unidos. El sistema, que utiliza interferometría atómica para medir rotaciones y aceleraciones a través de sensores cuánticos, permitió al aparato orientarse correctamente sin apoyo del GPS.
La compañía estadounidense busca ahora poner a prueba la navegación cuántica en escenarios más exigentes: maniobras complejas como loopings o trayectorias en zigzag. Superado ese desafío, la tecnología estaría lista para integrarse como sustituto del GPS en aeronaves.
Una carrera acelerada por la guerra
El conflicto en Ucrania y la creciente competencia estratégica entre potencias han servido como catalizadores para acelerar el desarrollo de estas tecnologías. Si bien todavía se encuentra en fase de pruebas, la navegación cuántica ya se perfila como una de las herramientas clave en la seguridad aérea del futuro, con Estados Unidos y Boeing a la cabeza de la carrera.

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