The Crew Motorsfest, impresiones finales. ¿El Forza Horizon de Ubisoft?

Todos los Ubisoft Forward acaban en fiesta. Yves Guillemot, CEO de la compañía, se sube al escenario, pronuncia un discurso final y da paso a la música. A ritmo de Just Dance, los asistentes bailan como si se tratara de una celebración de los videojuegos. Ese mismo espíritu flota alrededor de The Crew Motorfest, un título que homenajea al mundo del motor y que convierte la conducción en un espectáculo exótico que va más allá de las ruedas. Velocidad y goce al volante, un Hawái desbordante y lleno de contrastes, un mundo abierto que se recorre por tierra, mar y aire. Tras probarlo durante más de tres horas, te contamos todo lo que tienes que saber sobre el juego.

Salvando mucho las distancias, The Crew Motorfest es como Forza Horizon, en el sentido de que ambos despliegan un festival dedicado al mundo del motor, todo un espectáculo de luces y artificios que nos invita a recorrer las carreteras y a descubrir los innumerables secretos de sus respectivos mundos abiertos. La obra de Playground Games es difícilmente alcanzable, pero lo nuevo de Ubisoft Ibory Tower se cimienta sobre los mismos elementos, sin tanta profundidad, pero con la esencia del entretenimiento intacta.

Como en Riders Republic, este videojuego da al jugador la libertad de expresarse a través de la personalización. Los helicópteros sobrevuelan la isla hawaiana y el festival nos da la bienvenida. Es en ese instante cuando creamos al personaje: elegimos el tipo de cuerpo, el estilo de cabello, el color de pelo, cuerpo, ojos, etc... no es el editor más completo, aunque sí nos proporciona las suficientes opciones como para general al piloto que queramos ser.

Las Playlists, competición en estado puro

La introducción es muy representativa porque resume muy bien lo que nos encontramos en el juego. Las Playlists son el corazón de The Crew Motorfest, las pruebas principales a las que nos tendremos que enfrentar. Y en este primer contacto, el jugador experimenta con los distintos tipos de vehículos en diferentes circuitos:

Made in Japan es como viajar a las calles nocturnas niponas, con sus luces de neón y su asfalto iluminado, todo ello rodeado de dragones mitológicos; Off-Roading Addict es lo salvaje, los coches todoterreno, las motos de motocross, saltar y utilizar el turbo para llegar lo más lejos posible; MotorSports Playlist va a otro rollo, es pura velocidad al volante, Fórmula 1, vehículos que queman la carretera a su paso; Vintage Garage se esboza como el hogar de los amantes de lo clásico, coches antiguos que dependen únicamente de la conducción; por último, Lamborghini es una Playlist “para experimentar” con los vehículos icónicos de la popular marca, por lo que la velocidad es de nuevo protagonista.

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El planteamiento abierto del juego nos da la opción de avanzar a nuestro ritmo, de transitar por la isla con libre albedrío y de elegir las tareas que más nos apetezcan en cada momento. Las Playlist se pueden completar en cualquier orden, aunque algunas se desbloquean una vez cumplamos los requisitos (por ejemplo, tener un coche concreto en propiedad).

Cada una introduce distintas carreras a modo de misiones, que hay que ir completando poco a poco. Superar las pruebas no siempre implica ganar la carrera, ya que a veces basta con llegar a la meta para desbloquear la siguiente. Por supuesto, Ubisoft ha implementado distintos modos de dificultad para adaptar la experiencia a todos los jugadores.

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Conducción sin daños (con pequeño matiz)

En términos jugables, la conducción sigue una línea arcade con mecánicas simples de aprender, que ponemos en práctica en los diversos trazados. Son los circuitos o los tipos de vehículos los que determinan las carreras y su dificultad, además de la habilidad del jugador. Le falta algo de profundidad y también carece de un sistema de daños, salvo en el caso de los coches de Fórmula 1. Las ruedas de esos vehículos se desgastan, de modo que es necesario visitar boxes y cambiarlas por unas nuevas. Por desgracia, el sistema se basa solo en el tiempo que pasas sobre el asfalto y no depende de si la conducción es mala, buena o regular.

A los vehículos de tierra hay que sumar las lanchas y las avionetas. Durante la demo tuvimos la oportunidad de surcar las olas y probar el funcionamiento de las lanchas. La conclusión es que el manejo de estos vehículos es similar al de los coches: rampas y turbos, con la diferencia de que es sobre el mar. Las avionetas sí aportan un toque más distintivo, ya que su pilotaje es diferente. Además, en la carrera que jugamos se nos daba más puntuación si atravesábamos los anillos en la posición que se nos indicaba.

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El sistema de progresión se basa en la subida de nivel al obtener experiencia. También recibimos dinero, con el que podemos comprar coches, adquirir nuevas piezas y adaptar nuestro vehículo a las necesidades de la carrera.

¿El mundo abierto ofrece suficientes alicientes?

Playlist aparte, el mundo abierto ofrece otras retos, eventos y actividades secundarias. Lo jugado hasta el momento nos deja la sensación de que ese contenido se va a desgastar con el paso de las horas, de modo que está por ver si fuera de las carreras principales habrá alicientes suficientes para sostener horas y horas de juego. Por lo demás, The Crew Motorfest es un título divertido con unas bases sólidas. Nos gustan los comentarios culturales sobre Hawái, que ayudan a situar al jugador en este particular escenario.

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El juego saldrá a la venta el próximo 14 de septiembre en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X, Xbox Series S y PC.