Impresiones Blue Protocol, un MMO ARPG anime con el sello Tales of

Uno de los temas que más se repite en el género del rol es el del héroe desmemoriado. Los recuerdos se difuminan y el protagonista va descubriendo su identidad a medida que avanza la trama. En Blue Protocol manejamos a uno de esos personajes, esta vez dentro de los moldes del MMO ARPG. La fórmula funciona porque el juego nos permite ser nosotros mismos, encarnar y moldear al guerrero que controlaremos durante toda la aventura. Este título free-to-play, ya disponible en Japón, verá la luz en Occidente a lo largo de 2024, pero en MeriStation ya hemos podido probarlo durante más de 1 hora.

Nada llama más la atención que su estética anime, que recuerda al estilo artístico de la saga Tales of. No es para menos, habida cuenta de que el estudio detrás del proyecto es Bandai Namco, aunque el lanzamiento de esta versión corra a cargo de Amazon Games. Michael Zadorojny, responsable de la marca fuera de Japón, ha subrayado en entrevista con esta revista que la experiencia del estudio con la saga JRPG ha sido una garantía a la hora de adaptar los controles al mando. Eso sí, en esta demo se ha utilizado teclado y ratón.

El héroe y los tópicos sobre la memoria

La identidad es ciertamente uno de los ejes narrativos sobre el que gira Blue Protocol, pero su fondo es mucho más amplio. Se habla de “un destino ineludible” que determinará el futuro del planeta Regnas, un futuro más bien poco halagüeño. La fantasía se mezcla con la ciencia ficción y plasma una serie de misterios y de cuestiones que conducen hacia la más que probable destrucción del mundo. Cambiar ese destino es el objetivo, de manera que el protagonista viajará hasta ese universo desconocido “en busca de la verdad y de una solución”.

La condena de Regnas se ha producido debido a una distorsión espaciotemporal causada por el uso excesivo de la tecnología. Por eso, Areryn ha viajado desde muy lejos y ha llegado desde el futuro, con la esperanza de dar un vuelco a la situación. Así comienza Blue Protocol, que a modo de tutorial nos permite manejar a un ser incorpóreo que lucha contra criaturas oscuras. A continuación, otra batalla, esta vez contra un misterioso guerrero. Cuando este le ensarta la lanza, su figura se deshace como lágrimas de cristal. Es momento de crear a nuestro personaje, de componer lo descompuesto.

¿Cuáles son las clases y las opciones del editor de Blue Protocol?

Como en otros MMORPG, el título de Bandai Namco introduce un completo editor que nos permite confeccionar al héroe a medida: sexo, tipo de cuerpo, peinado, color de cabello (el principal y el secundario), la vestimenta en su conjunto, etc. La clase es una de esas decisiones que influye en el estilo de combate y en las distintas habilidades del personaje, aunque es posible cambiarla durante la partida. De lanzamiento habrá cinco clases disponibles:

Una vez elegido el nombre, el héroe despierta en una cueva solitaria, aunque la paz no ha de durar más de un instante. Una malvada bestia persigue a una niña, por lo que no queda otra que entablar batalla. El sistema de combate es dinámico, bastante simple de aprender, pese a que introduce las suficientes opciones como para desplegar cierta profundidad. Son luchas en tiempo real, en las que movemos al protagonista con libertad, fijamos el blanco, esquivamos y golpeamos, como si se tratara de un baile. Todo esto se realiza a golpe de click y de teclas, en el caso de que decidamos usar teclado y ratón. La interfaz, por su parte, es bastante limpia y elegante.

Las habilidades especiales, que se recargan con el tiempo, son asignables y se ejecutan usando las teclas correspondientes. Las clases las aprenden automáticamente al subir de nivel, de manera que cada una de ellas se ramifica en distintas direcciones. En total se pueden asignar cuatro habilidades al mismo tiempo, que también aumentan de nivel según vamos progresando. Experimentar con las clases nos proporciona una visión de conjunto interesante, pero el tiempo de la demo ha sido demasiado corto como para exprimir todas sus bondades.

Además de lo mencionado, los Ecos añaden otra dimensión adicional a la jugabilidad. Son restos espirituales de criaturas místicas que se invocan en batalla y que facilitan la pelea contra los enemigos más duros de roer. Se consiguen durante las misiones o creándolos a partir de los recursos que hallamos por el gigantesco mundo de Regnas.

En esos primeros minutos de aventura conocemos a uno de los personajes principales, la niña que salvamos de la criatura. Se trata de Feste, una chica vivaracha y encantadora, pero que sigue un arquetipo muy típico del manganime: un perfil kawaii y extrovertido, algo descarado, de personalidad amable, pero con una brizna de maestra manipuladora.

Las dos vertientes del juego: single-player y cooperativo

La demo se divide en dos partes diferenciadas: la primera está focalizada en la experiencia en solitario, mientras que la segunda es una mazmorra que completamos en equipo. Los minutos iniciales se corresponden con el principio del juego, cuando el héroe se da cuenta de que no sabe ni quién es. Dejando la historia a un lado, los siguientes minutos los invertimos en explorar la ciudad que nos rodea. Allí nos aguardan misiones secundarias, tiendas y otros divertimentos. Por supuesto, se pueden activar puntos de viaje rápido, muy útiles ya no solo porque dentro de la urbe sean necesarios, sino también porque el mapa del mundo tiene distintas zonas y localizaciones más o menos abiertas.

Salir al exterior puede ser un desafío, pues en cada bioma conviven distintas bestias y monstruos. Resulta crucial tener en cuenta su nivel, ya que de lo contrario caeremos en un abrir y cerrar de ojos. Basta con acercarse al enemigo y atacarlo para que el combate dé comienzo, sin ningún tipo de parón o de tiempo de carga. La sensación es que estamos ante un mundo vasto lleno de contenido, en la línea de lo que otros MMORPG suelen ofrecer. Está por ver hasta qué punto se profundiza en los personajes y en la trama argumental, si bien nos ha dado la impresión de que Blue Protocol no se sale demasiado del molde manganime en ese sentido.

La segunda parte de la demo la jugamos en compañía de otros periodistas, con los que nos adentramos en una mazmorra. El esquema es sencillo: avanzar y combatir una y otra vez hasta alcanzar el final, instante el que nos vemos cara a cara con un jefazo final. Lo ideal es que el grupo esté balanceado, así que siempre es mejor que haya un equilibrio de clases que permitan cubrir necesidades distintas. Claro que en función el final boss algunas serán más efectivas que otras.

La batalla en la que participamos tiene de todo, así que los jugadores han de aprender los patrones del enemigo y reaccionar en consecuencia. En esta ocasión, el monstruo dispone de movimientos a corta y larga distancia. Ondas expansivas nos obligan a saltar en el momento preciso, todo ello mientras le lanzamos todo lo que tenemos a nuestro alcance. Por supuesto, la defensa y la curación son también pilares importantes del sistema de batalla: podemos usar pociones, encantamientos de curación y habilidades para protegernos envites enemigos.

Blue Protocol iniciará una beta cerrada a finales de año, pero todavía no hay información sobre cuándo o cómo apuntarse.