MLB The Show 23, análisis. San Diego la manda fuera del estadio

Se presenta una temporada revolucionaria en la MLB. Tras el título conseguido por los Houston Astros, esta vez sin polémica de por medio –el de 2017 les costó una fuerte sanción por el robo de señas-, llegan tres reglas para, sobre todo, agilizar el juego y reducir la duración de los partidos. La más importante a priori es el pitching clock, es decir, el tiempo (15 segundos) que tendrá el pitcher para comenzar a lanzar la bola tras recibirla antes de cada lanzamiento. Esto ha servido para que la media de duración de los partidos de las mayores se haya reducido, efectivamente, en cerca de media hora. Esta, unida al tamaño de las bases –que busca incitar al robo- y la limitación de jugadores en el terreno defensivo nos traerán cambios a la larga que, por otro lado, de momento no se ven del todo plasmados en la nueva entrega de la saga en videojuegos, MLB The Show 23, aunque a decir verdad, los cambios que necesitaba la franquicia eran otros.

A pesar de contar con el fenómeno nipón en portada, Shohei Ohtani, MLB The Show 22 se sintió como una entrega de transición, con escasas novedades en todos sus apartados y dando los primeros síntomas de estancamiento. Hay que decir a favor de Sony San Diego que la fórmula jugable estaba realmente depurada, salvo en algunos aspectos concretos, y no tenía un margen de mejora –o de cambio- muy amplio. Aún así, el equipo californiano se ha puesto manos a la obra durante esta temporada y ha añadido un montón de novedades realmente sorprendentes.

La primera de ellas, y aunque parezca baladí, no lo es, es una nueva cámara a la hora de batear, conocida como MLB 15. Esta cámara se sitúa tras el bateador, obviamente, y desde un ángulo ideal para vislumbrar la trayectoria de la bola, y desde el que es más sencillo, sobre todo, intuir las que se van fuera de la zona de strike. Deciamos que no es baladí porque a lo largo de los últimos años se han publicado tutoriales en vídeo y texto para sacar el máximo partido cuando la clave estaba realmente aquí, en una perspectiva más adecuada para ser eficaces, a la par que la presentación del juego y la espectacularidad no se vieran mermadas.

Por otro lado, el gran cambio esta temporada en el terreno de juego llega de la mano de la defensa, en el fielding, concretamente. En anteriores ediciones, tras atrapar una bola tras un bateo, era extremadamente sencillo pasarla al compañero que quisiéramos. De este modo, si queríamos lanzar una bola a la segunda base, la dificultad era la misma sin importar si el lanzador era un outfielder o el shortstop, más cercano a la misma. Es decir, lo único que influía era la distancia a la que se encontraban ambos jugadores, siendo el tiempo de la bola en juego mayor cuanto más lejanos estuvieran ambos, evidentemente.

Sin embargo, en MLB The Show 23, si el lanzador es un outfielder, sobre este aparecerá una barra en color rojo y un pequeño espacio en verde, el cual se moverá mientras pulsamos el botón deseado hasta conseguir el lanzamiento perfecto, aumentando así la dificultad. De esta manera se consigue que el éxito de la jugada defensiva dependa tanto de la habilidad del jugador en cuestión como de la nuestra al mando. Lleva siendo esta una asignatura pendiente que la comunidad llevaba reclamando durante varias temporadas, y San Diego ha dado en el clavo de manera rotunda.

Por lo demás, es difícil sacarle alguna pega al gameplay de MLB The Show 23. El slow pace inherente del deporte hace que este sea sencillo de recrear, pero la manera en que el estudio ha solventado todas y cada una de las acciones que pueden verse en un campo de béisbol es, ahora sí, digna de aplaudir. A esto hay que sumar que, como viene siendo habitual en la saga, podemos establecer un nivel de dificultad dinámico que varía en cada aspecto del juego según nuestra habilidad. Si somos torpes bateando, el juego bajará la dificultad automáticamente, por el contrario, si somos muy buenos pitcheando, el juego la subirá. De esta forma siempre encontraremos un desafío a nuestra medida.

Si no tenemos ni idea de béisbol no hay nada que temer. Esto no es como estrenarse en Madden, con las decenas de penalizaciones diferentes y grandísima profundidad táctica del football. Aquí nos encontraremos un deporte más sencillo de entender, y por consecuente, un videojuego más fácil de disfrutar… pero no por ello de dominar.

Contenido a espuertas

Más allá del abandono que parece sufrir definitivamente Road to the Show, donde creamos a nuestro álter ego camino del Hall of Fame, descubrimos mejoras profundas en todos sus modos de juego. Es de entender que RTTS sea el menos cuidado, ya que es también el menos jugado, y San Diego se ve en la obligación de dedicar recursos limitados a aquellos en los que los jugadores invierten la mayor parte de sus horas de juego.

Uno de ellos es, y por encima de todos Diamond Dynasty, el equivalente a Ultimate Team, en el que descubrimos varias sorpresas. La primera de ellas es el partido que han sacado al reciente World Baseball Classic –lo que vendría a ser el Mundial, del que salió campeona la selección nipona-, con un fantástico evento inicial en el que disputar un mapa del tradicional modo Conquest, un nuevo Showdown y cartas temáticas de algunos de los jugadores que lo disputaron, tales como Nolan Arenado, Jose Altuve, Ronald Acuña Jr o Francisco Lindor.

Otro de los cambios interesantes que nos encontramos es la presencia desde el principio de cartas con 99 de overall, lo que realmente equilibra fuerzas entre todos los jugadores, ya que es muy sencillo hacerse con una buena cantidad de jugadores potentes sin invertir mucho tiempo, y lo que es más importante, sin invertir ni un céntimo. Una temporada más, nos encontramos con el modo de coleccionismo deportivo más generoso no solo a nivel de contenido, sino también para el bolsillo del jugador. Tenemos una gran cantidad de conseguir cartas gracias a todos los submodos con los que cuenta Diamond Dynasty, pero también stubs –la moneda virtual-, la cual no es tampoco difícil de amasar gracias a su sistema de mercado, el cual funciona de manera similar a la bolsa, ya sabemos, comprar barato y vender caro.

Ligado a Diamond Dynasty está March to October, que como recordamos, se trata de un modo franquicia reducido en el que jugamos solo los momentos decisivos de algunos partidos concretos, y es que jugar los más de 160 partidos de que consta una temporada regular puede hacerse muy duro. Aquí también experimentamos muchas mejoras, sobre todo en el sistema de scouting de jóvenes prospectos –esto es novedad absoluta- y de traspasos, mucho más profundos, con lo que no resulta tan impensable disfrutar de este modo a largo plazo en lo que resta de temporada.

Sin embargo, tenemos que habla, aunque ya lo hicimos en profundidad en este texto, de The Negro Leagues, un modo que nos lleva a descubrir algunos de los jugadores protagonistas de aquella competición que, como su propio nombre indica, hacía un hueco a los jugadores negros, vetados completamente de las Ligas Mayores en una época donde Estados Unidos era un país aún más racista de lo que es hoy. A lo largo de varios desafíos vamos a conocer a ocho leyendas como Satchel Paige, Hank Thompson, John Donaldson o, por supuesto, Jackie Robinson, que rompieron barreras raciales a base de talento hasta el final de esta competición en la década de los 40. Tratado con mimo y con gran detalle, disfrutamos de imágenes de archivo, animaciones y la narración de Bob Kendrick –Director del Negro Leagues Baseball Museum- en un modo que sienta un referente en el género deportivo, presentándose ya como el modelo a seguir.

Solo echamos de menos una cosa: gráficamente el juego necesita dar un salto. Llevamos ya cerca de año y medio con PS5 y Xbox Series, y este aún no ha llegado. No hablamos de animaciones, ya que el trabajo a este nivel es fantástico, sino a fidelidad visual en apartados como los modelos de los jugadores, detalles como la ropa o los estadios… Creemos que, tanto tiempo después, hay que exigir a San Diego una inversión importante en recursos para ser referente del género también a nivel técnico.