Honkai Star Rail, análisis PC. El expreso estelar parte ya con asientos gratuitos

miHoYo es conocida en el mundo entero, sobre todo, por Genshin Impact, un fenómeno de masas que fue criticado en su día por su similitud con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Aún así el título logró atraer a millones de jugadores y aún a día de hoy sigue jugándose por otros tantos números. Visto el éxito, era esperable que miHoYo lanzara un nuevo F2P al mercado y aunque así ha sido, han logrado dar un giro de tuerca a lo ya conocido.

Honkai Star Rail es una nueva iteración de la saga Honkai 3rd Impact pero abandonando la acción frenética de este último por un sistema de combate más pausado e inédito en los títulos de la compañía; los turnos. Después de jugar durante varias semanas, este es nuestro veredicto.

Sube al tren, trazacaminos

Honkai Star Rail nos pone en la piel del salvador/a de la Galaxia —amnésico, por supuesto— que se une a la tripulación del Expreso Estelar, un tren que viaja por el universo solucionando marrones entre planeta y planeta. El héroe dispone en su interior de un artefacto con gran poder que procede de una deidad de las múltiples que rigen el universo y que sirven tanto para ofrecer abundante historia al videojuego como para definir las clases de combate.

Si bien la trama es uno de los grandes logros de Honkai Star Rail, no podemos pasar por alto la falta de comunicación que hay entre el jugador y el videojuego, pues como buen título coreano, se acostumbra a narrar hechos de forma atropellada y en pequeñas dosis. A menos que seáis un fanático de desentrañar el lore de todo lo que tengáis en vuestras manos, os sentiréis muy perdidos en los primeros compases de la aventura. Eso sí, hay abundante texto y todo está localizado al español.

La historia además es la excusa perfecta y limitante para cambiar de escenario cada cierto tiempo, pues al contrario que Genshin Impact donde existe un mundo abierto que podemos explorar a placer, Honkai Star Rail se comporta más como un JRPG tradicional. Esto significa que no podemos avanzar entre escenarios a menos que completemos las tareas del planeta actual en el que nos encontramos.

La variedad de mapas es bastante generosa y aunque no sean tan grandes como los de Genshin Impact sí hay más detalles aquí y allá en los que detenerse en estancias cerradas. Además el humor impera durante toda la aventura así como los puzzles y misiones secundarias. Sus escenarios son reducidos y al estar acostumbrados a su anterior obra estos pueden saber a poco pero también hacen que Honkai Star Rail se centre más en la experiencia que desean llevar al usuario.

Y aquí llega el cambio más importante con respecto a su juego más conocido; Honkai Star Rail es un título de rol de acción por turnos. Como los de toda la vida. Aún así se las ingenia para aportar frescura a esta vieja conocida mecánica, lo suficiente como para no querer perdernos ni un solo combate de tantos que se dan en el juego. Tenemos diferentes arquetipos de luchadores, todos ellos ligados a las deidades que dominan el universo. La típica que protege al grupo, el curandero, el que apoya al equipo o los que hacen daño a sus enemigos. Y como la rueda elemental de Genshin Impact, cada uno ofrece ventajas y debilidades frente al resto.

Al entrar en combate podemos efectuar ataques básicos que a su vez recargan la capacidad de utilizar habilidades especiales de cada personaje y una habilidad definitiva que se presenta en pantalla con una espectacular secuencia de animación. La gracia de este sistema de combate reside en que cada enemigo cuenta con dos barras de vida, siendo una la que protege al susodicho llamada Firmeza y otra con sus puntos de vida. Asestándole un golpe a su Firmeza con el elemento al que es débil lo dejas expuesto a recibir más daño por parte del grupo, momento que se debe aprovechar.

Si bien parece sencillo, la mecánica se complica cuantos más enemigos hay en pantalla, el orden de ataque, el uso de habilidades disponibles y la recarga de la habilidad definitiva. Sin contar que llevemos el equipo idóneo para contrarrestar las afinidades del grupo atacante. Además cada elemento infringe diferentes estados como congelación, sangrado, daño en el tiempo o reducir estadísticas. Y ojo porque los enemigos también pueden causárnoslos a nosotros.

Salvo en ciertas situaciones miHoYo ha sabido equilibrar el número de combates y la duración de los mismos haciendo de estos algo refrescante, desafiante y divertido. Además podemos pararnos a pensar cualquier movimiento ya que no hay límite de tiempo para introducir comandos, lo que sin duda encantará a muchos amantes de los combates por turnos. Y si buscamos jarana hay ciertos puntos repartidos por el mapa donde los enemigos se suceden en oleadas y, de paso, reportar experiencia extra y otros materiales necesarios para elaborar útiles.

Hay mecánica gacha, una característica que empieza ser habitual en multitud de juegos y, evidentemente, se añaden nuevos personajes constantemente. Funciona de manera similar a lo visto en Genshin Impact, es decir, obteniendo Jades estelares o pases de raíles como aquí se denominan que conceden tiradas. Hay banner perpétuo y otros temporales, siendo estos últimos los más interesantes ya que ofrecen las nuevas adiciones en su tanto por cien de obtención.

Si bien —volviendo a comparar su anterior éxito con este nuevo— son dos juegos totalmente independientes con distinta jugabilidad, miHoYo ha dado en el clavo al hacer que ambos títulos se sientan igual en lo que a manejo en la interfaz y comprensión de las mecánicas habituales se refiere. No utilizan la misma interfaz pero sí es lo suficientemente sencilla como para que cualquiera que del salto del anterior a este se haga a los controles rápidamente.

Desde su lanzamiento son varios los eventos que han lanzado para el juego, algunos con mayor acierto que otros, y se han implementado nuevos personajes. Así mismo la empresa utiliza el mismo modelo de compensación en lo referente a mantenimientos y festividades para con los jugadores, regalando tiradas, dinero o útiles para su día a día. Hay futuro para el videojuego con nuevas zonas, arcos argumentales y todo lo que se puede esperar de un videojuego de este tipo así que hay Honkai Star Rail para rato.

Como último apunte, si bien el título cuenta con conectividad online, para nada es similar a lo que estamos acostumbrados. Aquí no hay cooperación alguna o mundo compartido, solo es posible beneficiarse de la ayuda de tus colegas de forma pasiva. A la hora de realizar ciertos contenidos instanciados se nos da la posibilidad de utilizar un personaje previamente configurado por nuestro amigo para que luche, controlado por nosotros, a nuestro lado. Nosotros también podemos prestar el nuestro desde nuestra ficha de personaje si así lo deseamos.

Al estilo miHoYo

Audiovisualmente Honkai Star Rail es lo que se espera de él. Buenos gráficos, optimización, detalles muy chulos y modelados a la altura. El arte es asiático, de estilo ánime y marca de la casa. En escenarios cerrados el juego gana mucho en detalles, luces y reflejos pero en exteriores y a pesar de ser escenarios cerrados está un peldaño detrás de Genshin Impact. Este último respira vida mientras que en Honkai Star Rail le falta un poco de chispa, algo que sienta que pertenecemos al juego. Evidentemente el basarse enteramente en zonas instanciadas potencia que se sienta así.

Tenemos textos traducidos al castellano y, a nuestro parecer, localizados a mucha mejor calidad que en Genshin Impact. Hay multitud de bromas, chascarrillos y frases hechas que todos conocemos y no recordamos haber visto errores en los textos, aunque no quiere decir que no los haya. La banda sonora es bastante buena y toca distintos palos aunque una vez más, un peldaño por debajo del anterior juego de miHoYo. Todas las voces están disponibles en japonés o inglés con actores y actrices de doblaje tan reconocidas como Skyler Davenport de Final Fantasy VII Remake, Makoto Furukawa de One Puch Man o Tanaka Rie de Resident Evil Village entre otros, sin contar por supuesto a antiguas voces de Genshin Impact o anteriores juegos de la empresa.