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Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu's Wrath

Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu's Wrath

Review

Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath, Análisis

Analizamos un nuevo metroidvania de corte retro y estética pixel art que nos traslada a la época de los 16 bits con ninjas, samuráis y un ejército de yokais.

Actualizado a

El género metroidvania de corte más clásico sigue recibiendo numerosos títulos que tratan de atrapar a los aficionados a esta forma tan particular de entender las plataformas de acción 2D mediante diferentes reclamos. Y uno de los más socorridos es el tratamiento retro y la estética pixel art, un recurso al alcance de estudios independientes quizás más modestos que pueden explotar con mecánicas más o menos originales o incluso sorprendentes. Este es el caso del videojuego que nos ocupa, Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath, título que nacía como proyecto Kickstarter a cargo del equipo italiano Infinity Experience y que finalmente llega a PC, Nintendo Switch, PS4, Xbox One, PS5 y Xbox Series X|S de la mano de la editora española Catness Game Studios, un metroidvania de estilo 16 bits protagonizado por ninjas, samuráis y los clásicos demonios yokai de la mitología japonesa.

El legado de Ninja Gaiden y Shinobi

Los jugadores más veteranos rápidamente asociarán Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath con grandes clásicos de las plataformas de acción en 2D como Ninja Gaiden o Shinobi de finales de los 80 y principios de los 90, además de recoger el testigo de todo un bombazo mucho más reciente como The Messenger, del cual toma varios conceptos aunque sin renunciar a una personalidad propia, tanto en lo estético como en lo mecánico. Pero, ¿de qué va Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath? ¿En qué temática basa su oscuro universo? Como no podía ser de otra manera, desde Infinity Experience han apostado por la mitología clásica japonesa, los samuráis y los ninjas, una ambientación que le sienta como anillo al dedo a este tipo de aventuras en las que la habilidad a los mandos es capital.

Así, Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath nos lleva a ese Japón feudal fantástico tan socorrido en innumerables obras de ficción, desde películas a novelas, pasando por el manga, el anime o nuestro medio, el videojuego. Una época oscura en la que malvadas fuerzas imponen su reino del terror a través de un poderoso ejército yokai, que expande sus dominios subyugando a todo aquel que ose blandir la espada de la resistencia. Sin embargo, una pequeña zona se resiste a caer bajo las garras de Amaterasu y su discípula, la emperatriz Himiko, donde dos hermanos, Kensei el samurái y Ayame la ninja, emprenderán un peligroso viaje hasta la capital imperial en Osaka para recuperar los tres tesoros sagrados, la fuente de poder de la diosa del Sol, derrotando así a las malvadas antagonistas y a todos sus esbirros.

Desde luego, Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath va sobrado de lore, por lo que rápidamente nos sumergiremos en su mágico universo gracias a los textos que nos acompañarán a lo largo de la aventura, propiciados por el maestro de ambos jóvenes que nos guiará -y asistirá- de principio a fin. A nivel jugable, Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath sigue las pautas de los plataformas de acción 2D de toda la vida, con escenarios repletos de trampas y enemigos, una movilidad ágil, distintas habilidades y numerosos jefes finales que derrotar para acceder a la siguiente zona, todo ello salpimentado por su personalidad metroidvania, que nos permitirá regresar a caminos previamente cerrados o tomar distintas rutas según podamos acceder a las mismas.

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Aunque el aspecto que define Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath por encima del resto son sus dos protagonistas, dos héroes -como reza su título- que demuestran habilidades muy diferentes y que se combinan a la perfección, con un cambio instantáneo a través de un botón. Así, Kensei, es un poderoso guerrero samurái que empuña su katana con contundencia y es capaz de realizar un dash tanto para eliminar enemigos como para alcanzar plataformas lejanas, aunque no puede saltar; por su parte, Ayame, es una ágil kunoichi con grandes capacidades de salto -incluso doble salto tras desbloquear la habilidad- y lanzamiento de un número limitado de kunais. Ambos son capaces de efectuar un parry propio y disfrutar de habilidades únicas más poderosas, previo desbloqueo a cambio de monedas o cumpliendo con ciertos objetivos.

El control, por lo general, es bastante satisfactorio y nos permitirá movernos con soltura por los escenarios a la vez que alternamos constantemente entre ambos personajes, para superar así los constantes retos a los que estaremos sometidos. La acción es frenética y apenas ofrece descanso más allá de las zonas seguras de guardado donde encontraremos el templo de nuestro sensei, lugar en el que echar un vistazo a los coleccionables, tomar el té para ganar un bloque de resistencia -que se añade a los pocos corazones de vida que tendremos-, viajar por portales que nos llevarán a diferentes zonas del mapa previo desbloqueo o acariciar gatitos, otro tipo de coleccionable.

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El timing es esencial y, como si de un rompecabezas se tratara, será clave para sobrevivir a zonas de enorme peligro, combinando ambos personajes una y otra vez para superar trampas, plataformas y enemigos, todo a la vez; y de momentos de estos el juego va sobrado, provocando en el jugador una gran satisfacción una vez superados, aunque bajo la sombra constante del ensayo-error. Eso sí, en muchas ocasiones nos encontramos con algún que otro contratiempo a nivel de control, con movimientos que no terminan de corresponder al cien por cien con la presión de nuestro joystick y que pueden dar al traste con nuestro avance, como por ejemplo, al apurar demasiado plataformas que, a pesar de contar con superficie de apoyo, al pisar sobre ellas caemos, provocando la muerte en zonas mortales.

A pesar de todas estas virtudes y alguna que otra queja, llegamos al punto crucial de Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath: su personalidad metroidvania o el diseño de niveles apuntando al backtracking, en ocasiones opcional, en otras esencial. Sin embargo, no está del todo bien resuelto en este sentido. Si bien el diseño de los niveles convence y desafía a partes iguales, el mundo entero, como entidad, no se siente tan conectado. Y buena culpa de ello lo tiene un mapa demasiado vacío que no invita a la exploración y que apuesta por un diseño demasiado sobrio y desfasado. Quizá sus creadores querían volver a la esencia de los 16 bits, pero el resultado no convence. Con todo, y poniendo todos sus elementos sobre la mesa, el juego es muy disfrutable a nivel de jugabilidad.

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Por último, no queremos obviar uno de los aspectos más llamativos de Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath, que no es otra que su apuesta decididamente retro en lo audiovisual. No descubriremos nada a estas alturas del pixel art y cómo se aplica a propuestas similares; y el resultado en Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu’s Wrath convence, sin duda. Las animaciones están bastante cuidadas, los fondos muestran varias capas de scroll y el surtido de enemigos es tan variado como generoso, incluyendo los jefes. Por otro lado, la banda sonora, a pesar de tener melodías interesantes, se hacen demasiado repetitivas; los textos llegan traducidos al castellano.

Conclusión

Chronicles of 2 Heroes: Amaterasu's Wrath llega a PC y consolas como un solvente metroidvania inspirado en la época de los 16 bits, con mecánicas jugables muy originales que nos animan a alternar constantemente entre ambos protagonistas para combinar sus habilidades diametralmente opuestas y superar así los constantes retos y desafíos, incluyendo enemigos muy variados y jefes finales de lo más interesantes. A lo largo de sus 8 o 9 horas de campaña nos encontraremos con no pocas situaciones de ensayo-error, con una dificultad creciente que en los niveles más avanzados puede llegar a ser desesperante, por lo que solo los jugadores más experimentados -o más pacientes- serán capaces de superar las situaciones más enrevesadas. Estética pixel art convincente, una BSO algo machacona y un diseño discutible del mapa -con algunos errores técnicos por el camino- definen esta notable aventura que nos hará volver a nuestra infancia en pleno 2023.

Lo mejor

  • Pixel art y tratamiento retro convincentes
  • Todo un homenaje a los plataformas de los 16 bits
  • Mecánica jugable dual original y solvente

Lo peor

  • Algún que otro error técnico y de rendimiento
  • Diseño discutible del mapa del juego
  • Picos de dificultad no aptos para todos los públicos
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.