Análisis de F1 24, una entrega conservadora que sigue siendo la mejor alternativa de la Fórmula 1 en el videojuego

Codemasters lleva más de un lustro bailando con el acelerador. En algunas entregas aprieta para marcar la pole, como en F1 2020 o F1 23, pero en otras la vuelta rápida no aprovecha el ritmo del monoplaza. F1 24 se encuentra en ese segundo escalón. Nos encontramos con un paquete que sigue siendo diverso y bastante completo, pero la suma de novedades de peso es inferior a la de otros años, mientras que algunos cambios no surten tanto efecto. Sigue siendo la mejor alternativa para disfrutar del campeonato fuera del calendario de la vida real, pero no todo encaja tan bien.

Dentro del cockpit

El año pasado nos encontramos con la entrega que mejor se conducía de la saga. El equipo trazó un plan de mejoras para que la experiencia al volante (sobre todo al usar un mando tradicional) fuese más suave y efectiva. Lo lograron. En F1 24 la intención ha sido seguir la línea ascendente en este sentido, pero no todo funciona de la misma manera.

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El paso por curva se siente raro en algunas ocasiones. Da la sensación de que el monoplaza derrapa como si fuese un coche de Rally. Cuando perdías anteriormente el control, notabas al momento la ausencia de grip. Era difícil recuperar la trazada, y si lo conseguías perdías evidentemente las décimas clave de una vuelta rápida limpia. Aquí a veces funciona bien y otras mal. Es inconsistente. Codemasters ha prometido que vendrán actualizaciones para arreglar diversos elementos de la jugabilidad que no habían podido ser solventados durante el acceso anticipado, pero por el momento no es así al completo.

Lo que sí notamos en positivo son las mejoras en la aerodinámica. Cambiar los ajustes previos al parc fermé influye enormemente en el rendimiento, mucho más que antes. Esta mejora va ligada al sistema de físicas que estrena el juego, que busca que los pianos y las imperfecciones del trazado aporten feedback a nuestro volante. Se nota la mejora, pero nos gustaría que las físicas también tuvieran en cuenta el fondo plano.

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Nos explicamos: con la reglamentación actual, el fondo plano de los monoplazas es una de las claves por las que funcionan aerodinámicamente. Un piano mal cogido o el paso por la grava puede romper un pequeño trozo que cambie por completo el rendimiento. El sistema de daños tampoco interviene mucho y nos da la sensación de que sigue ligado al mismo que hemos visto durante las últimas entregas. Hay mucho margen de mejora que plasmar antes del cambio en 2026. Eso, y el comportamiento con lluvia.

Impulso al modo carrera: el paquete de contenidos sigue siendo amplio

Así de claro. Lo que el estudio ha cocinado renovando el modo carrera consolida lo que veremos en los próximos años. Tras la llegada de Mi Equipo hace unos años, no ha sido hasta ahora cuando podemos vivir el complejo mundo de la Fórmula 1 desde la perspectiva de un piloto real, tanto de la parrilla actual como retirado. Desde el primer momento aparecen escenas de vídeo completamente inéditas que dan empaque a las situaciones clave de nuestra trayectoria.

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Elegimos a Fernando Alonso, que se encontraba a las puertas de su renovación con Aston Martin. Un ático en el corazón del Gran Premio de Mónaco es el escenario elegido para firmar la extensión de su trabajo junto a los británicos durante los próximos años. Ahí nos damos cuenta de algunas mecánicas inéditas que vienen para dar salsa al paso de las temporadas.

Todo lo que hagamos en el juego tendrá una recompensa en forma de reconocimiento, un valor que influye en los puntos de I+D ganados, el rendimiento de los equipos al fabricar mejoras e incluso nuestras estadísticas personales como piloto. Se crea una alianza fuerte con la escudería en base a la confianza, que se puede perder si coqueteas con otros equipos mientras tengas un contrato en vigor.

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Son buenas bases para seguir mejorando el lado RPG, porque al fin y al cabo lo es. Las reuniones secretas con el resto de las escuderías no tienen el impacto negativo que pensábamos al conocer la mecánica. Junto al progreso del piloto también aparece una parrilla de desafíos que ir completando para ganar impulsos en notoriedad. La experiencia tiene bastante más salsa que hasta el momento.

En el resto de los modos la experiencia permanece intacta, incluida F1 World por segundo año consecutivo. La F2 regresa con los monoplazas del año pasado, que darán paso a los de la temporada actual en una futura actualización. También es notoria la mejora en algunos trazados, incluyendo Spa y Silverstone. Los dos son una auténtica pasada tanto en lo visual como en la nueva configuración de pianos y escapatorias. Eso sí, este año echamos en falta algo que ocupara el hueco del modo historia. Tampoco el contenido clásico, como monoplazas de otros años, aparece por cuarto año consecutivo.

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Este análisis ha sido realizado gracias a un código proporcionado por Electronic Arts