Análisis de Assassin’s Creed Nexus VR, ahora tú eres el Asesino

Divisas al objetivo en la distancia, entre una muchedumbre que parlotea animadamente por las calles de la ciudad. Te fundes con el populacho, invisible, y subes por las paredes hasta los tejados más altos. De un lado para otro, recorres el camino y te acercas al enemigo poco a poco. Preparas el salto, la hoja oculta sale de su escondite e impulsas el cuerpo al vacío. Con un movimiento de muñeca, el filo penetra en el cuello de la víctima, que gorgojea palabras ininteligibles. En Assassin’s Creed Nexus VR, el primer juego de la saga para realidad virtual, tú encarnas al Asesino en primera persona.

Cabe destacar que se trata de un título exclusivo para Meta Quest 2, Meta Quest 3 y Meta Quest Pro, lo que significa que no está disponible en PC ni en otras plataformas.

Adaptar la fórmula de Assassin’s Creed a la realidad virtual tiene sus complicaciones, pero Red Storm Entertainment ha sabido construir sobre los cimientos jugables de la marca de Ubisoft: el parkour, los asesinatos y el sigilo cobran vida una vez te colocas las gafas sobre la cabeza. Con los mandos en cada mano, tu cuerpo se funde con el del Asesino en cuestión.

El regreso de Kassandra, Ezio y Connor como protagonistas

La premisa argumental de Assassin’s Creed Nexus VR nos lleva al presente. Industrias Abstergo ha descubierto una forma de recuperar unos misteriosos artefactos capaces de manipular la mente y las creencias de las personas. Los Asesinos ya tienen un plan para evitarlo, así que nada más empezar conocemos al personaje interpretado por Morena Baccarin, que nos explica nuestro objetivo: revivir recuerdos de antiguos Asesinos para conocer el paradero de los ansiados artefactos. Infiltrado dentro de Abstergo, en realidad somos espías al servicio de los Asesinos...

Esta excusa sirve para volver a encarnar a Ezio Auditore (trilogía Assassin’s Creed 2), Connor Kenway (Assassin’s Creed 3) y Kassandra (Assassin’s Creed Odyssey), tres personajes separados por los años, pero unidos por el Credo. Es también la primera vez que manejamos a tres miembros de la Hermandad en un mismo juego. Además, Ubisoft ha contado con los mismos actores que dieron voz a los personajes en su día.

Casi todas las mecánicas clásicas se reproducen fielmente en esta adaptación a la realidad virtual. Lo llamamos adaptación, pero no hay que entenderlo como una manera de minusvalorar el producto, porque a diferencia de otros títulos que juegan con esta tecnología, Nexus VR no es una demo técnica ni un experimento, es un juego completo y diseñado de manera específica para la realidad virtual, siempre teniendo en cuenta los moldes jugables clásicos.

Ubisoft ha pensado en los distintos perfiles de las personas, puesto que en los títulos tan inmersivos, la realidad virtual puede tener ciertas contraindicaciones. En este caso concreto, el jugador pasa a vivir dentro de un mundo virtual con libertad de movimientos, control total sobre la cámara y sobre las acciones del protagonista. Por eso, perder la perspectiva del espacio resulta más bien sencillo, especialmente si juegas de pie. En nuestro caso hemos preferido hacerlo sentado y el resultado ha sido bastante positivo, salvo algún momento puntual: por ejemplo, al tratar de sacar la espada, el asiento no nos dejaba llegar hasta la empuñadura, por lo que ha sido frecuente que tuviéramos que levantarnos ligeramente para poder extraerla de la vaina.

Si eres de los que tienen vértigo, los desarrolladores han incorporado distintas opciones para que cada uno se sienta cómodo en el universo de Assassin’s Creed. El modo inmersivo está pensado para mantener las emociones a flor de piel, ya que las sensaciones de caída son muy realistas. Y sí, hay Saltos de Fe. Extiende las manos y lánzate al vacío.

¿Cómo se juega a Assassin’s Creed Nexus VR?

La escalada se ejecuta de la manera más natural posible. Nos acercamos a una pared para aferrarnos a la superficie y hacemos los gestos pertinentes con los brazos (pulsando el gatillo). Al hacer un movimiento de balanceo, podemos saltar a una plataforma más lejana, aunque nos ha parecido un poco complicado y frustrante. Por otro lado, cuando llegamos a una superficie con suelo nos impulsamos con un gesto de brazos hacia abajo. En el parkour no es necesario tanto movimiento y basta con pulsar un botón y elegir la dirección.

El sigilo mantiene los mismos fundamentos que el de los juegos principales. Es decir, es posible esconderse entre los arbustos, silbar para llamar la atención de los enemigo, lanzar objetos para despistarlos, matarlos desde la hierba alta o atacarlos guarecidos bajo un mullido colchón de paja. Si no queremos activar las alarmas, nada mejor que cortar la cuerda de la campana con la espada o la hoja oculta, de modo que no podrán llamar a refuerzos. El problema del sigilo es la inteligencia artificial de los soldados, ya de por sí pobre en los Assassin’s Creed, mucho más todavía en Nexus VR. Los enemigos tardan bastante tiempo en reaccionar y se comportan de forma muy errática. Como cabría esperar, estos problemas también se reproducen en el combate o en los asesinatos.

Matar con gracia, o al menos como si fueras un verdadero miembro de la Hermandad, ya es posible gracias a Assassin’s Creed Nexus VR. Da gusto hacer el gesto de la muñeca con la mano y que la hoja salga como un resorte, y bajo el riesgo de parecer sádicos, la sensación de saltar desde lo alto de un tejado y ensartar la cuchilla en el cuerpo de un enemigo es inmejorable. Claro que a veces calculas mal y terminas cayendo frente al enemigo en lugar de sobre él. Las consecuencias ya las puedes suponer.

Las opciones de combate son amplias: podemos usar el arco o la ballesta (trazando los movimientos pertinentes), lanzar cuchillos o luchar espada en mano. Parar los golpes en el momento preciso nos permite obtener una ventaja sobre el enemigo, pero algunos son más poderosos y nos darán algo más de trabajo. El movimiento de impulso (que se recarga con el tiempo) también deja expuestas las vulnerabilidades de los contrincantes. Otros envites son inevitables, de modo que tendremos que esquivarlos antes de que la espada nos alcance. El problema es que las luchas son algo caóticas, sobre todo cuando participan varios enemigos a la vez, y eso que suelen atacar por turnos. A veces no da tiempo a pensar en el siguiente movimiento, lo que conduce irremediablemente a dar espadazos rápidos; otras veces, la terrible inteligencia artificial nos hace el trabajo sucio.

Todos los sistemas funcionan de manera independiente (salvo por los errores que ya hemos mencionado), pero el juego deslumbra cuando se combinan distintas acciones, como el parkour y los asesinatos.

A nivel gráfico, Assassin’s Creed Nexus VR cumple, pese a que se note el bajón en el modelo de los personajes y las texturas de los escenarios. Habida cuenta del hardware en el que corre, Ubisoft ha recreado con solvencia la Grecia clásica, la Italia del Renacimiento y el Estados Unidos de la era colonial. No son ciudades tan extensas como la de los juegos principales, pero sí lo suficientemente amplias como para que te sientas parte de ese mundo. Los temas y arreglos musicales de los títulos anteriores nos envuelven, nos llevan hacia épocas pasadas, nos recuerdan que estamos en un Assassin’s Creed con todas las de la ley.

Análisis de la versión de Meta Quest 2. Código cedido por Ubisoft.