Un estudio con chatbots revela que los abusos a menores en la Red han aumentado
la IWF ha hecho un estudio en redes sociales con un chatbot que simulaba una menor para investigar cómo actúan los depredadores sexuales.
Internet es muchas cosas: una herramienta de trabajo, un centro de entretenimiento, un lugar para socializar… pero en ocasiones todo lo bueno que tiene se convierte en algo malo. Y es que, por desgracia, siempre hay algún indeseable que intenta abusar del resto de alguna manera. Esta vez no hablamos de las campañas de phishing, si no de todos esos adultos que han sido expuestos por unos robots que se han hecho pasar por menores a los que querían ver por webcams para cometer abusos sexuales.
Un estudio revela el preocupante aumento de las imágenes de menores en la Red
Todo internauta sabe que en cada sesión solo deben pasarse por aquellos sites que son de confianza. Sin embargo, hay sitios en los que la seguridad no solo pasa porque el site sea el de verdad ya que los peligros están en quien los usan. Y es aquí donde la Internet Watch Fundation (IWF) ha hecho una nueva investigación con chatbots para conocer cuáles son las formas en las que los adultos intentan atraer a menores.
Estos robots se hacían pasar por niñas de 13 años como cebo para pillar a esos adultos con malas intenciones en sitios webs usados para socializar. Ahora bien, habían algunos parámetros que usaban para delimitar cuáles eran las personas con las que hablar. El primero era no iniciar nunca la conversación y, en caso de hacerlo, solo hablar con gente identificada como mayores de 18 años. Curiosamente, la identificación del chat era bastante extensa para cualquier desconocido como es poner nombre, edad y ubicación.
¿Cómo se producían estos abusos?
La IWF han tenido un gran número de registros con adultos de estas características. Concretamente, poco más de 950 conversaciones con adultos se han saldado con una misma motivación: seguir el chat en otra plataforma donde poner una webcam que pudieran grabar para su posterior explotación.
Solo algunos de ellos fueron muy claros en sus intenciones de grabar al menor, ofreciendo un pago por el video de contenido sexual. No eran las únicas promesas, ya que otros intentaban incentivar al menor (recordemos que estaban hablando con un chatbot) con incluso una relación en el futuro.
Pero aún hay más, y es el peligro que tenían los enlaces. La gran mayoría apuntaban a un sitio web de videoconferencia, pero un pequeño porcentaje intentaban insertar malware o dirigían a sitios de phishing, por lo que las webcams no son el único peligro que había.
¿Cómo evitar que los menores sean víctimas del ciberacoso?
Esto es una de las grandes preguntas de hoy para padres y tutores. No es una tarea sencilla, pero si a los jóvenes se les enseña a seguir algunos de estos pasos podrán tener más seguridad a la hora de navegar en la red: