Imprimen en 3D una porción de tarta de queso con siete ingredientes

Puede que la gran mayoría de personas piensen que la impresión 3D es algo que solo se consigue con materiales sintéticos. En parte tienen razón, y principalmente se construye con plásticos aunque la realidad es mucho más amplia. Y es que una de las variantes más curiosas tiene que ver con la gastronomía, donde un equipo de ingenieros ha sido capaz de usar hasta siete ingredientes para crear una porción de tarta de queso.

La vanguardia de la gastronomía pasa por la impresión 3D

A día de hoy las cocinas disponen de todo tipo de herramientas con las que se pueden hacer todo tipo de preparaciones. Los robots de cocina son los más útiles porque ya tienen la receta precargada en su sistema y solo tienes que seguir los pasos, pero hay elementos que poco a poco se introducirán para quedarse y hacer todo tipo de preparaciones.

Y en este caso es la cocina en 3D, un mundo todavía por explorar a nivel de sabores y de elaboraciones. Pero una de las últimas ‘ocurrencias’ que han tenido los ingenieros de la Universidad de Columbia ha sido la de recrear en una máquina uno de los postres más famosos del mundo: la tarta de queso.

Los más puristas seguro que todavía tienen pensando que esto no llega a ninguna parte, pero eso será cuestión de probarlo, como todo en lo que a comida se refiere. Pero lo interesante es el procedimiento, ya que utilizaron nada menos que siete ingredientes en la composición del postre. Por supuesto, siguieron su receta y lo hicieron con elementos líquidos como pasta de galleta, mermelada de fresa, puré de plátano o zumo de cereza.

El proceso de inyección se hizo a través de una jeringuilla alimenticia para garantizar los máximos estándares para el producto final, que fue procesado a través de unos láseres para cocinar la tarta. Para llegar a la que consideraron la mejor parte tuvieron que hacer siete muestras en total hasta que hicieron la que ves en la imágenes.

Una nutrición más personalizada

Esto es lo que creen los ingenieros del proyecto. Y es que puede que hacer una tarta con una impresora 3D solo signifique jugar en la cocina, pero es mucho más que eso. Tal y como cuenta Christen Cooper, uno de los autores del artículo, “la impresión de alimentos en 3D seguirá produciendo alimentos procesados, pero quizás el lado positivo sea, para algunas personas, un mejor control y adaptación de la nutrición: nutrición personalizada”.

En definitiva, será una manera de controlar la alimentación de las personas al controlar los valores personalizados de todos los ingredientes que se utilizan.