Dragon Quest Treasures, análisis Nintendo Switch

La franquicia Dragon Quest, nacida para la plataforma NES en 1986, es una de las más famosas del género RPG pero sus creadores nunca han rechazado la oportunidad de llevar sus aventuras y mundos a otros géneros que poco o nada tienen que ver con sus inicios. Buen ejemplo de ello es Itadaki Street para Nintendo DS, un videojuego de tablero protagonizado por los héroes de Dragon Quest.

Ahora y tomando un poco de aquí y allá de su larga lista de títulos donde las letras de Dragon Quest han aparecido, tenemos Dragon Quest Treasures, una fantástica evolución de la subsaga Dragon Quest Monster Joker que nos ha encantado y que recomendamos encarecidamente.

Todo por los tesoros

En el nuevo título de Square Enix han decidido darle protagonismo a dos personajes de uno de los últimos lanzamientos de la saga que más ha dado que hablar; Dragon Quest XI. Tomamos el papel de Erik y Mia a una temprana edad pero con un ansia irremediable, que es la de dar con algún tesoro legendario que los haga ricos y famosos. Casi esclavizados por una banda de poca monta, deciden tomar las riendas de su destino y embarcarse a la cacería en solitario aunque no todo sale según lo esperado.

La aventura los transporta a Draconia, a un lugar misterioso donde se dice que allí residen los mejores tesoros y, por ende, también feroces buscadores que ansían hacerse con ellos. Sin embargo el dúo protagonista cuenta con la inesperada ayuda de dos extraños seres y unas dagas con poderes que permiten encontrar estos trofeos con la ayuda de los monstruos. Gracias a sus recién adquiridas habilidades no solo son capaces de dar con las riquezas más valiosas, también dominar a los enemigos para usarlos a su favor. Y con estos ingredientes entre las manos es donde realmente comienza el juego.

Ampliar

Antes de ahondar en los aspectos de Dragon Quest Treasures hay que matizar que el título bebe más de la subsaga Monster Joker que del pilar numerado. En Treasures no encontraréis grandes opciones de personalización de equipo en los héroes, estadísticas que mejorar o características típicas del género RPG. Es un juego de exploración, aventura y pequeños tintes de combate que incluso podemos omitir la mayor parte del tiempo.Es ligerito, muy disfrutable y totalmente recomendado a coleccionistas de cualquier índole. Si esperas una aventura extremadamente larga o por momentos difícil, Dragon Quest Treasures no es lo que buscas. Se puede completar en apenas 20 horas aunque conseguirlo todo es otro cantar.

Una aventura diferente

Si bien lo RPG se ha diluido en Treasures, lo que no ha cambiado es la exploración del mapeado, las aventuras y la propia trama. Esto último sin ser de lo mejor en un capítulo de Dragon Quest es lo suficientemente entretenida —y llena de humor— como para mantenernos pegados al juego hasta su último suspiro. Hay diferentes islas que visitar, todas con su propio bioma y todas atestadas de monstruos que reclutar para nuestro cuartel, el cual habrá que poner a punto antes de emprender grandes búsquedas.

Todos los escenarios que visitamos son mundos totalmente abiertos a diferentes niveles por lo que la sensación de exploración es total. Quizás haya algún que otro lugar al que no podamos acceder a simple vista pero de eso se encargan nuestros monstruos recién reclutados. Cada uno tiene sus propias habilidades como planear o servir de muelle así como una manera de entender la búsqueda de tesoros que se refleja en pantalla de diferentes maneras. Es vital formar un buen equipo antes de emprender una cacería de tesoros ya que el éxito dependerá de los monstruos que añadamos al grupo.

Ampliar

El combate es muy sencillo y prácticamente se encargarán de los enemigos nuestros propios soldados. Erik y Mia pueden atacar con sus tirachinas y municiones de diferentes características en tiempo real pero no nos ha parecido demasiado cómodo. También pueden hacer uso de sus dagas, claro. Por otra parte y tal y como apuntábamos al inicio del párrafo, serán nuestros compañeros los que hagan casi toda la faena por nosotros. Salvando algún combate que otro, dar por finalizados los combates en Dragon Quest Treasures será coser y cantar.

Para encontrar tesoros tan solo tenemos que llevar a un monstruo en nuestro equipo y este nos ofrecerá fotografías de diversas formas —dependiendo del espécimen del monstruo— de donde se encuentra el preciado botín. No es tampoco difícil encontrarlos con su ayuda aunque hay muchos y diferentes, lo que a la larga repercute en aumentar artificialmente la duración de juego si planeamos hacernos con todos. No es indispensable.

Al haber tantos tesoros por recolectar Square Enix nos da la posibilidad de enviar a nuestro pequeño ejército a por ellos sin nuestra ayuda. Para ello nuestro grupo empleará tiempo de juego y este variará dependiendo del botín. Será otra de esas veces donde escoger concienzudamente la composición del equipo será vital sino queremos fallar en la actividad.

Ampliar

Básicamente esto es Dragon Quest Treasures, una aventura liviana, entretenida y para todos los públicos en la que brilla más la compleción de trofeos que el resto de características. Hay una historia principal, misiones secundarias, recolección de objetos que nos servirán para nuestra base y para formar nuestro equipo de ensueño, un montón de tesoros y exploración a mansalva, pero hay que tener en cuenta que no es un Dragon Quest “de toda la vida”.

Aunque el juego es super recomendable nos ha parecido que el combate está implementado con pinzas, que hay bastante contenido hecho para alargar la duración del juego y un sistema de transporte —por locomotora— muy básico que nos obliga a ir de aquí para allá durante demasiado tiempo. Esto, en las primeras horas, es donde más se acusa y donde se echa en falta un sistema que lo haga más ágil. Por las mecánicas de juego y su sencillez nos ha hecho parecer por momentos un juego destinado a móviles reconvertido a Nintendo Switch, plataforma en la que se encuentra disponible desde hace unas semanas.

Toda la magia Dragon Quest

Dragon Quest Treasures es un título precioso en lo que a estilo visual se refiere. Cuenta con la magia de los diseños de Akira Toriyama como es habitual en la saga, una paleta de colores muy alegre y firme así como unos decorados de ensueño. Las limitaciones de Nintendo Switch son ya conocidas por todos sus usuarios pero aún así el título de Square Enix se las arregla para funcionar más que correctamente en su circuitería.

Ampliar

La pregunta que todos os haréis ahora mismo es si visualmente es similar a Dragon Quest XI para la misma consola, y no, no es ni remotamente parecido aún compartiendo motor gráfico. Aunque luce francamente bien no hay que pasar por alto las cargas tardías de elementos, texturas a una baja calidad, la poca distancia de visión y popping que encontramos por momentos. Son pequeñas tasas a pagar por correr en el hardware de la híbrida pero aún así es bastante disfrutable. Por poner un símil, en lo técnico se encuentra dos peldaños por debajo del nivel de Pokémon Púrpura o Escarlata.

Nada que objetar sobre la banda sonora, magistral como siempre en la saga y el último trabajo del recién fallecido Koichi Sugiyama, el compositor de toda la franquicia Dragon Quest desde el primer título hasta el que hoy analizamos. Diversas, clásicas y sin distanciarse demasiado de las ya conocidas en otros videojuegos. Si hay algo que objetar es el poco trabajo que se le ha dado a Dragon Quest Treasures en lo vocal ya que hay pocos diálogos hablados. Como viene siendo habitual en la saga, el título llega traducido estupendamente al castellano.