James Cameron hace una peineta a sus fans tras ser abucheado en una proyección de Avatar: El sentido del agua
El director se niega a firmar autógrafos a la salida de un cine, los espectadores cargan contra él y ni corto ni perezoso, Cameron les dedica una peineta.
El pasado lunes, James Cameron dio positivo en COVID y se quedó sin asistir al prestreno de Avatar: El sentido del agua. El director se perdió uno de sus momentos favoritos, el de la alfombra roja y la fanfarria propia de Hollywood, y ha tenido que conocer la opinión de los espectadores acudiendo de manera clandestina a varias proyecciones una vez se ha puesto bueno.
En uno de estos pases, Cameron fue reconocido y por más que tratara de escapar por la puerta de atrás, los fans se agolparon a la salida en busca de su autógrafo. Al ver que no se paraba a firmar, muchos empezaron a abuchear y al director no se le ocurrió nada mejor que bajar la ventanilla del coche y hacer una peineta a sus seguidores. Uno de esos momentos que no tienen precio.
Un hombre de carácter
No es el primer encontronazo de Cameron con sus espectadores. Durante la campaña de promoción de Avatar: El sentido del agua, el director ya tuvo sus más y sus menos con la gente, como cuando se descubrió que la película duraba 3 horas y 12 minutos. "Dadme un puto respiro", soltó. "No te puedes quejar de la duración si luego te sientas a ver series de televisión durante horas. Ya puedo imaginarme las críticas. "Esa agonizante película de tres horas", dirán. En serio, dadme un puto respiro. He visto a mis hijos sentarse a hacer maratones de cinco episodios seguidos".
Por suerte, el público no es la única diana en la que Cameron afina su puntería (y su lengua). Que se lo digan a Marvel, su principal rival en la lista de las películas más taquilleras de la historia. Hace poco, el director llegó a asegurar que esa no es forma de hacer cine. "Cuando veo estas películas tan grandes y espectaculares pienso que es como si no importara la edad de los personajes, pues todos actúan como si fueran adolescentes y estuvieran en la universidad. Tienes relaciones entre sí, pero es como si no las tuvieran. Nunca cuelgan el traje para atender a sus hijos, por ejemplo. No pasan por todas las cosas que nos hacen crecer y que nos dan poder, amor y propósito".
El director de Titanic, Aliens o Terminator ha demostrado más de una vez que, además de un gran cineasta, es todo un personaje. En cualquier caso, y como diría Oscar Wilde, sólo hay una cosa en el mundo peor a que hablen de ti, y es que no hablen de ti.