One Piece Odyssey, impresiones: Luffy conoce Dragon Quest

Una de las grandes novedades que vamos a tener a principios de 2023 es la de la llegada de One Piece Odyssey, un juego de rol japonés por turnos de corte clásico ambientado en el universo de Luffy y sus amigos. La eterna obra de Eiichiro Oda ha tenido propuestas jugables de todo tipo, desde beat’em ups a aventuras de mundo abierto, pasando por opciones más cercanas a la lucha, pero ahora se adentra en el género del JRPG con un estilo que recuerda irremediablemente a Dragon Quest. Hemos podido jugar al arranque de Odyssey y ya sabemos por donde van los tiros.

Lo primero es el emplazamiento: One Piece Odyssey se ubica en una isla desconocida, fuera del canon principal del manga y del anime, y cuenta con una historia propia a desarrollar. Luffy y su tripulación acaban en este lugar sin saber exactamente donde está, y deberemos recuperar el contacto con todos nuestros amigos antes de poder proseguir. En nuestro avance, sobre todo buscando a una Nami que está en apuros ante un enemigo de envergadura, conoceremos dos personajes nuevos y creados totalmente para esta obra, y veremos como lo que sirve de tutorial (varios niveles de personaje, todas las habilidades desbloqueadas) acaba desapareciendo para empezar de cero con los protagonistas.

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Los motivos de este cambio ya los conoceréis, pero aquí nos centraremos en lo que hemos aprendido de estos primeros compases de aventura, que se separan en dos planteamientos muy bien diferenciados: la exploración y el combate por turnos. En el primer caso, controlamos a Luffy mientras vamos descubriendo todo lo que nos rodea: desde personajes que nos contarán alguna cosa hasta lugares para observar algún elemento de interés. También hay algunas mecánicas simples como la de engancharnos con nuestras habilidades a lugares para saltar de un lado para otro, subir escaleras… Todo de forma bastante marcada y lineal.

En este punto, cada personaje tiene sus propias particularidades. Luffy puede llegar a lugares imposibles extendiendo sus brazos, Sanji puede encontrar ingredientes secretos que luego puede cocinar para conseguir mejores potenciadores, Zoro puede romper algunos obstáculos como puertas, mientras que Nami puede detectar dinero escondido. Todos con características similares a las que les conocemos en la obra original.

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En esta fase de exploración, casi sin pérdida, nos dimos cuenta de algo que ya vimos en los tráileres, y es que en pantalla solo vemos a un personaje y no a todo el equipo o parte del que va con nosotros. Una decisión curiosa, teniendo en cuenta los tiempos que corren y que poder mostrar tres o cuatro modelos no debería ser problemático. Naturalmente no es algo dramático, pero sí algo que nos sorprende, ya que a nivel visual nos habría gustado tener la presencia del equipo principal en pantalla.

Un combate clásico, con sus particularidades

El sistema de combate es el de los turnos clásicos de los JRPG más tradicionales, como el mencionado Dragon Quest. Tenemos la opción de atacar de forma normal, usar habilidades y objetos, pero con algunas particularidades que hacen que el título tenga su propia personalidad. La primera y más destacada tiene que ver con el sistema de zonas del juego: cada enfrentamiento coloca a nuestros personajes en alguna de las cuatro zonas, haciendo lo propio con los enemigos a los que nos enfrentamos.

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Esto significa que tendremos personajes luchando cuerpo a cuerpo, otros a larga distancia y la posibilidad de intercambiar posiciones o avanzar en las mismas según nuestras acciones. El sistema está pensado para que intercambiemos el lugar de los personajes, usemos ataques que sean más efectivos de cerca o de lejos -según cada cual- y todo ello aporte más dinamismo y más estrategia a lo que estamos realizando. Con los combates normales contra enemigos variopintos no es tan relevante, pero ante los jefes sí que vimos de la importancia de tener ciertos personajes en la retaguardia para evitar según qué ataques y poder sorprender a distancia.

A ello se añade el clásico triángulo de fortalezas debilidades, aquí indicado por la fuerza, la velocidad y la técnica. Cada personaje tiene un estilo diferenciado, por lo que según el estilo del enemigo, será más efectivo o menos cuando realice sus ataques. Esto, sumado al posicionamiento en el tablero, da una serie de opciones y posibilidades interesante, que en las primeras horas es un simple planteamiento pero que creemos puede explotarse de forma inteligente a medida que vayan apareciendo nuevos enemigos y jefes finales. A todo ello se le añaden pequeños desafíos en combate (dramatic scenes) donde si cumplimos con la exigencia que se nos pide conseguiremos potenciadores de experiencia y otras recompensas.

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Los primeros compases de Odyssey presentan elementos a tener en cuenta. El modelado de personajes luce bien y es fiel, así como también su caracterización y diálogos, y el elenco de enemigos es atractivo a nivel visual. Mucho más simple nos ha parecido el mundo y los lugares que exploramos, bastante vacío en algunos momentos. Pero es el combate, el sistema de equipamiento y las opciones de los personajes lo que nos hacen tener esperanza de estar ante un JRPG con aroma a One Piece bien resuelto. Veremos si lo que propone en las primeras horasse desarrolla a lo largo del título.