Soccer Story, análisis. Querido balón...

Fútbol. Muchos lo llaman “el opio del pueblo”; otros, en cambio, encuentran una forma de expresión. Depende de en qué época lo preguntes puede estar considerado de una forma u otra. Lo que queda claro es que la pelota ha cambiado radicalmente a lo largo de las décadas. Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido hoy en día en uno de los negocios más lucrativos para las grandes empresas. ¿A qué precio?

En un momento en el que la FIFA está bajo sospecha, Soccer Story se presenta como una sátira de quienes deciden el curso del deporte enfundados en traje y corbata. El fútbol está cancelado en el universo creado por Panic Barn. Todos quieren volver a ver rodar el cuero, pero ninguno da el paso valiente de hacerlo realidad. Repasamos nuestras conclusiones sobre el juego.

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Querida balón

Debemos recordar que Soccer Story no está relacionado con el excelente Golf Story, obra de Sidebar Games, quienes ya trabajan en Sports Story. Volviendo al juego que nos ocupa, la aventura comienza con un pequeño vistazo a la situación del mundo. La Calamidad, como llaman al evento que cambió el transcurso de su historia, canceló por completo fútbol.

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La mera palabra es tabú entre los habitantes de Soccertown y sus alrededores, quienes ven con nostalgia la cancha donde antes se libraban partidos con el resto de los pueblos. Ahí apareces tú, mirando los pósteres de tus jugadores favoritos que todavía siguen colgados en la pared de tu cuarto. Lo que instantes después ocurre parece magia: un balón flotando se cuela por nuestra ventana. ¿Qué nos quiere decir?

En ese momento arranca tu aventura por convertirte en el Salvador del Fútbol. No, no se refiere a Maradona o a Messi: tendrás que devolver el espíritu futbolístico a los habitantes del mundo y promover la actividad formando tu propio equipo. Literalmente.

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Soccer Story transmite desde el inicio un espíritu relajado. No esperes combates o grandes dosis de acción en los partidos. Estamos ante un juego dedicado especialmente para los amantes del fútbol que buscan un giro de tuerca a intentar llevar el balón a la red.

Tus aventuras con el balón

Todo gira alrededor del balón. El escenario está compuesto de pequeños puzles ambientales que debemos resolver utilizando la bola, que podremos invocar en cualquier momento. Uno de los minijuegos, por ejemplo, es completar un circuito en un tiempo determinado mientras controlas el balón en todo momento. Otro, en cambio, nos lleva a marcar goles en porterías escondidas por zonas concretas.

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La cantidad de minijuegos controlando o disparando el balón es variada, pero sentimos que la fórmula es de mecha corta. En muchos de los momentos de la aventura se nos imponen requisitos de exploración que se alargan en exceso. De nuevo, ponemos como ejemplo uno de los objetivos iniciales, que es disparar la pelota hacia los seis cubos de basura dispersados por Soccertown. Consiste en dar vueltas por el escenario hasta que damos con ellas, sin ninguna distracción o elemento que favorezca este monótono proceso.

Porque muchos de los momentos de Soccer Story parten precisamente de eso, de objetivos carentes de interés. Algunas veces se introducen variaciones dependiendo del contexto en el que nos encontramos, pero el fondo es el mismo. A medida que progresemos en la rama principal iremos obteniendo mejoras de todo tipo con los que conformar un equipo más consistente en todos los sentidos, especialmente en nuestro personaje. La energía, la velocidad, la potencia del disparo… encontramos diferentes estadísticas que tienen su impacto lejos y dentro del césped.

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No cabe duda de que precisamente esa es su principal virtud: la manera en la que difumina las barreras en las mejoras entre las secciones de partidos y los puzles ambientales, un tipo de progreso compartido que ayuda a que el avance tenga un impacto inmediato. Los partidos son situaciones que ya son conocidas para los amantes del fútbol arcade.

Se compone de pocas acciones, como correr, realizar una entrada y disparar, en partidos de 5 contra 5. Funcionan y son divertidos de jugar, aunque encontramos bastantes inconsistencias en la inteligencia artificial, especialmente en los porteros rivales, excesivamente efectivos en balones que en apariencia no parecen poder parar… pero lo hacen. Durante el transcurso de la trama desbloquearás más habilidades para poder mejorar tu eficacia.

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Nuestro análisis se ha realizado en base a la versión de Nintendo Switch. Encontrarás dos modos gráficos, uno que prioriza la calidad gráfica a costa de bloquear el framerate a 30 fps y otro que dobla el framerate recortando ajustes gráficos. En nuestro caso nos decantamos por el segundo, aunque a pesar de su estilo voxel sufre algunas ralentizaciones. Afortunadamente nada que entorpezca la experiencia. Los textos están localizados al español.