Comparativa God of War Ragnarok vs God of War (2018). ¿Qué ha mejorado y cambiado desde la anterior entrega?

En un nuevo y encomiable vídeo, El Analista de Bits ha realizado una comparativa en la que ninguno habíamos caído, pero que resulta la mar de interesante. Se trata de una comparativa entre God of War Ragnarok y el God of War de 2018. ¿Cuánto ha mejorado gráficamente Kratos en estos últimos cuatro años? ¿Hasta qué punto ha logrado Santa Monica optimizar el motor empleado y qué cambios supone? Preguntas a las que se responde con lupa y cinta métrica. La prueba del algodón.

Hay más cambios de los que uno podría pensar. Detalles, sí, pero detalles de los que marcan la diferencia. Desde el modelado de las armas, mucho más refinado, hasta la nueva gama de animaciones de Atreus, acordes a un personaje menos nervioso y más decidido que el del primer juego. Eso por no hablar de la luz, un desafío que Santa Monica parece haberse tomarse como algo personal. El God of War de 2018 ha envejecido sorprendentemente bien, demostrando que era un portento en su día y que lo sigue siendo, pero Ragnarok es un trabajo todavía más pulido y brillante.

La destrucción, uno de los grandes cambios

El mejor ejemplo de los cambios lo daba el propio Analista al señalar que en God of War de 2018 no podíamos romper las ramas de los árboles con nuestro hacha, cosa que sí sucede en Ragnarok. Ruben Voorhees, lead destruction artist de Santa Monica, ha confirmado que es uno de los muchísimos detalles con los que se divirtió trasteando el estudio. Han intentado que sea rompible todo aquello que podría ocurrísenos golpear. Una labor enfermiza a la par que maravillosa.

Por estos y otros detalles, God of War Ragnarok ha sido catalogado en el análisis de MeriStation como "uno de los mejores títulos que ha dado la factoría PlayStation en los últimos tiempos". Es una suerte que no haya que esperar más y que Kratos vaya aterrizar en PS4 y PS5 este mismo 9 de noviembre. Toca volver a rendir pleitesía al Dios de la Guerra.