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Cine / Anime

One Piece Film RED, crítica. Una película desafinada

La nueva película de One Piece llega a cines con Shanks y su hija Uta como protagonistas, pero su propuesta nos ha dejado sensaciones encontradas.

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One Piece Film RED, crítica. Una película desafinada

Algo falla cuando tu película es un musical y lo peor de la misma son las canciones. One Piece Film RED se empecina con su apuesta por la música y acaba provocando suspiros de exasperación y miradas al tendido. Va más allá del doblaje de Ado al español (versión en la que disfrutamos de la cinta y con la que se pierde gran parte de la magia). Es cuestión de que los números son demasiados, están mal repartidos y se hacen excesivamente largos para lo poco narrativos que resultan. Goro Taniguchi se ha dejado seducir por la idea de reflejar el actual panorama musical de Japón, misión que él mismo se impuso y reconoce, y se ha olvidado de que estaba haciendo una película de One Piece. La cristalización de todo esto que exponemos es ver como un reencuentro del calibre del de Luffy con Shanks se salda con dos líneas de diálogo y diez segundos de pantalla por estar enmarcado dentro de una secuencia rítmica. La fórmula estropea peleas e impide respirar y florecer a sus personajes.

Superado el tema de las canciones y el doblaje, lo peor con diferencia, RED es una de las mejores películas One Piece en toda su historia, aunque el listón tampoco estaba demasiado alto y como producto cinematográfico sigue dejando bastante que desear. Su única gracia es un aluvión incesante de cameos y referencias, por lo que resulta imprescindible conocerse al dedillo y de antemano todo lo que respecta al mundo y los personajes de la serie. Es café para cafeteros, puro fan service, pero incluso así, habría que avisar a sus creadores de que no siempre echar más azúcar equivale a hacer un mejor pastel. Sobran nombres y falta emoción. Los dos capítulos de relleno que hay en el anime sobre Uta y Luffy (el 1029 y 1030) son más conmovedores que toda la película.

Una patada al canon

Encima hay que avisar de spoilers y patadas al canon. Si no sabéis cómo acaba la pelea de Luffy con Kaido, o lo que es lo mismo, si no lleváis el manga al día y sólo seguís el anime, preparaos para un destripe importante. Sumadle que aparecen personajes que deberían estar muertos; que se insinúan cosas sobre Shanks que hasta ahora eran elucubración y teorías alocadas; o un final abrupto y contrario al espíritu mismo de One Piece. Eso por no hablar de ciertos reencuentros francamente mal llevados que parecen ir destinados a no enfadar ni a los que fueron al cine por los mismos, ni a todos esos fans que odian que las cosas importantes se narren en productos secundarios como RED. Al final, lo mejor es desactivar el cerebro, olvidarse de lo que narra y de dónde podría situarse, y limitarse a sonreír y aplaudir con la irrupción de cada broma recurrente y cada viejo conocido.

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Conclusiones

Habría más cosas sobre las que hablar y discutir. Sobre cómo las películas basadas en animes de éxito son el único animal que tropieza una y mil veces con la misma piedra (la animación 3D). Sobre las versiones kawaii de Bepo y el Thousand Sunny que sólo van destinadas a vender peluches. Sobre el alcance de los poderes de la fruta del diablo de Uta, la falta de carisma del monstruo final y la ausencia de peleas de peso en toda la cinta. O quizás sobre la propia animación, que si bien es espectacular y del más alto nivel, vuelve a pecar de lo mismo que se está criticando al anime últimamente: el brilli brilli, el efectito por el efectito, la acumulación de fuegos artificiales y efectos que impiden ver nada con claridad. Pero aún así. Aún con todas las pegas expuestas y todo lo que quedaría por decir, le recomendaríamos a cualquier fan de One Piece que fuera a ver Film RED.

Porque hay algún flashback que deja entrever (muy ligeramente) las razones por las que nos enamoramos de la serie. Porque Shanks nos hace replantearnos nuestra sexualidad y sus dos minutos contra los vicealmirantes son memorables. Pero sobre todo porque no importa tanto la película, sino el acontecimiento que supone. Es de los eventos que no se repiten. Una estrella fugaz, un eclipse. Nos llegan pocas películas de One Piece y a la propia serie no parece quedarle mucho en el horizonte según las últimas declaraciones de Eiichiro Oda. Además, los creadores y distribuidores de la cinta, Selecta Visión mediante, han cuidado la experiencia como se merece, con mimo y atención. Doblaje al castellano y catalán, VOSE, manga de regalo con la entrada, una campaña de márketing a la altura...

Más que una película es una celebración por el 25 aniversario de One Piece. Es una fiesta de cumpleaños en la que sí, hay demasiada gente y a veces pinchan una música de lo más molesta, pero en la que, como en todas las fiestas, no hay que hacer demasiado caso de lo que se habla o se hace, sino simplemente limitarse a estar, limitarse a disfrutar de la compañía de un montón de rostros familiares que no han dejado de regalarnos grandes momentos en estos años. Por todos ellos, ¡kanpai!

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