Marvel explica la gran diferencia entre Gata Negra y Catwoman
Repasamos el número 2 de Iron Cat, los cómics sobre Gata Negra en los que Marvel aclara el pasado de Felicia Hardy y sus diferencia con Selina Kyle.


Ya sabéis lo que decía Picasso. Los buenos artistas copian, los genios roban. En el mundo del cómic, y más en concreto del cómic de superhéroes, las diferencias entre plagio e inspiración son tan difusas que a menudo el público termina confundiendo a personajes totalmente distintos. Es el caso de Gata Negra y Catwoman.

Aunque la primera se llama Felicia Hardy, es parte de Marvel y pertenece al imaginario de Spider-Man, a menudo pensamos en ella como la segunda, cuya identidad en realidad es la de Selina Kyle, procede del universo DC Comics y es quien acostumbra a traer de cabeza al pobre Batman. La confusión es entendible, pues ambas visten de cuero negro, son dos hábiles ladronas que gastan el papel de antihéroe y adoptan la personalidad de un gato, manteniendo peculiares romances en forma de tira y afloja con los superhéroes de sus respectivas sagas.
Para despejar dudas, y a través de Iron Cat, su propia serie, Marvel está profundizando en el pasado de Gata Negra para aclarar todas las diferencias entre ambos personajes. En el recién publicado Iron Cat #2, por ejemplo, la editorial narra los orígenes de Gata Negra y deja claro que, si Catwoman (Selina) roba por necesidad y por ayudar a los barrios oprimidos, Felicia por todo lo contrario. Viene de una familia adinerada y acomete sus actos por pura diversión, por emoción. Roba y pelea porque lo disfruta, por adrenalina y no por deber.

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Si bien esto no hace demasiado fácil empatizar con Gata Negra, Marvel lo combate con la curiosa historia de cómo entró en el mundo del crímen gracias a Black Fox, su mentora. Una ladrona de renombre en los bajos fondos de Nueva York para la que no era la única aprendiz, sino que tenía una compañera y rival: Tamara Blake. La trama de Iron Cat gira en torno a la reaparición de Tamara, quien roba la armadura Iron Cat que había hecho el mismísimo Tony Stark y pretende usarla para matar a Felicia, a la que culpa de la muerte de Black Fox.
Un culebrón repleto de recuerdos del pasado, giros de guion y emociones que ha dejado claro que Gata Negra quizás no tenga el buen fondo de Catwoman, pero sí una historia tan cautivadora como la que más.


