Overwatch 2 se siente muy familiar, pero con cambios interesantes

Overwatch 2 no llegará hasta octubre. Lo hará en formato free 2 play para competir con rivales que están presentes en este formato y absorberá todo el recorrido de Overwatch, que no será jugable una vez la secuela salga a la venta. Hemos podido probar la segunda beta disponible hasta el próximo 18 de julio y no nos vamos a engañar: se siente muy familiar y estamos posiblemente ante una gran actualización más que una secuela directa. Pero también hay cambios interesantes que afectan directamente al desarrollo de las partidas. Y nos ha gustado.

La beta cuenta con mucho contenido que ya conocíamos de nuestros años en Overwatch. El plantel completo de héroes que estaban ya disponibles y una selección de mapas que son clásicos del hero shooter: Nepal, Mónaco o el Dorado están ahí con su misma estructura, sus modos de carga y de caza de puntos. Pero incluso en esta situación, hemos visto una propuesta de juego algo distinta.

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Overwatch 2 se siente a día de hoy un juego más dinámico, ofensivo y más variado. La estructura del meta del juego anterior, con esos dos tanques y el sanador creando auténticos muros difíciles de romper y llevando las partidas a un terreno conocido y muchas veces tedioso, parece que estaba en el punto de mira de los desarrolladores. La decisión de cambiar los equipos a cinco jugadores es un contratiempo para los equipos competitivos, no hay duda, pero la nueva formación para las partidas oficiales nos parece que tiene sentido. Naturalmente, las partidas rápidas con elección libre son un despropósito que solo gente con ganas de amargarse (jugar contra cuatro tanques y un Hanzo, por ejemplo) podría aceptar como válidas.

Ahora mismo, volviendo a la idea competitiva, solo se puede coger un tanque, a los que se suman dos DPS y dos sanadores. Además, se han cambiado varias habilidades y particularidades para que todo tenga más movimiento, más ritmo. Es verdad que los tanques son más poderosos que antaño, y entre ellos brilla con luz propia Junker Queen.

Es uno de los dos nuevos héroes, y es una auténtica bestia. A su escopeta se le añade una habilidad que aumenta la salud en 200 puntos (y 100 a los aliados cercanos), ideal para asaltar a los enemigos o darnos una segunda oportunidad antes de morir. Tiene un cuchillo que, si se clava a un enemigo, le daña y al recuperarlo podemos acercarlo hacia nosotros para luego, con Matanza, un tajo con hacha devastador, acabar el trabajo. Además, se va sanando a medida del daño que genera el cuchillo y su definitiva impide que los enemigos se puedan curar.

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En constante movimiento: cambio de paradigma

Pero no solo de un nuevo héroe vive Overwatch 2. Hemos visto cambios importantes en varios personajes. Sombra ahora mismo es un DPS importantísimo, ya que puede hackear cada 2 segundos y su invisibilidad no acaba hasta que te detectan. Un dolor de muelas que la hace mucho más ofensiva y móvil. Bastion ya no es la torreta pensada para quedarse fija y disparar desde una esquina, ya que ahora la torreta se usa en movimiento. A cambio no se puede curar y su ataque definitivo no es tan letal.

Y podríamos seguir con otros cambios que hemos ido viendo en partidas, como el desesperante gancho de Roadhog, larguísimo. O las barreras de Zarya, que ahora puede lanzar dos de cada, algo que amplía sus capacidades protectoras. Sin hablar desde la ciencia exacta, nos preguntamos si alguien se ha mirado por qué Lúcio daña tanto, aunque a lo mejor es una manía personal propia.

En general, faltan muchas horas y reequilibrios para saber dónde estamos con Overwatch 2. Hay detalles que hemos visto que creemos se cambiarán -como algunos de los mencionados- y aunque no tenemos dos tanques, es cierto que el papel de Briggitte como sanadora bien aguanta más asaltos que sus compañeros de clase y por ahí se están viendo ya algunas formaciones que lo aprovechan como pseudo tanque.

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No podemos dejar de escribir algunas palabras sobre Soujorn, nuevo DPS que nos recuerda un poco a los inicios de Soldado 76 en el primer Overwatch. Cañón de riel ideal para corta y media distancia que van generando energía al impactar y que luego podemos canalizar haciendo disparos potenciados. Cuenta también con una bola de energía que daña y atrapa e enemigos en una zona concreta y un deslizamiento a lo Apex en cualquier dirección que, combinado luego con el botón de salto, nos impulsa muchos metros hacia arriba. Su ataque definitivo potencia el cañón: la energía que carga esos disparos potenciados se genera automáticamente y los disparos atraviesan enemigos. Un DPS versátil, con capacidad para escapar y bastante solvente si lo nuestro es apuntar a la cabeza.

Avance, la nueva modalidad PVP

Entre las posibilidades de la beta de Overwatch 2 estaba el modo Avance en New Queen Street, que se basa en un robot que cuando está de nuestra parte va empujando una carga pero que, si el equipo rival lo reprograma, se va a ir hacia el otro lado para empujar la suya. La gracia de este modo es precisamente el dinamismo que provoca que el robot vaya de un lado para otro, ya que las refriegas se van sucediendo en distintos lugares y cada dos por tres estamos atacando o defendiendo según el momento. A falta de probar más mapas, nos parece un buen añadido a explotar.

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Overwatch 2 en su modo competitivo está mostrando ya por donde van a ir los tiros -nunca mejor dicho- y aunque no hemos profundizado con todos los héroes ni mucho menos, aquellos que sí conocemos de años con el juego tienen varios cambios que nos parecen más pensados de lo que parece. Abandonamos la primera entega hace tiempo y ahora mismo, tenemos la sensación que en octubre estaremos los primeros de la fila. Por algo será.