One Piece cierra con Ryokugyu a los almirantes y enemigos finales de Luffy
Repasamos qué grandes villanos de One Piece tiene que vencer Luffy aún, desde la Marina hasta el Gorosei pasando por los piratas de Kurohige (Barbanegra).
(El presente artículos contiene spoilers del manga de One Piece hasta el capítulo 1053).
A Eiichiro Oda siempre le ha gustado dejarnos con el culo torcido antes de cada parón. La fruta del diablo del mangaka es la cliffhanger no Mi, cuyo poder consiste en generar nuevas teorías e idas de olla entre los fans cada vez que se toma un descanso. Podéis imaginar entonces lo que pasó tras el capítulo 1053 de One Piece, el último antes del mayor parón de la historia del manga. Oda despertó todo su poder y dejó mil preguntas sin respuesta de cara al inminente final de la serie. El único misterio que empezó a solventar fue el que hoy nos ocupa, el de los enemigos finales de Luffy.
El capítulo 1053 sirvió como puesta de largo de Ryokugyu, alias Green Bull, el último de los temibles almirantes de la Marina. Hasta ahora sólo habíamos visto en acción a Kizaru y Fujitora, ambos a las órdenes de Akainu “asesino de Ace”, pero este cierre de Wano ha servido para comprobar que Ryokugyu es tan aterrador como ellos. Basta con ver que en un par de paneles se ha cargado a King y Queen sin despeinarse. Como si no fueran los almirantes de Kaidou, no tuvieran dos de las mayores recompensas y no hubieran puesto contra la espada y la pared a Zoro y Sanji (ambos con un pie en el otro barrio durante sus respectivas batallas). “¿Emperadores del mar? Sí, eso está muy bien”, es como si hubiera dicho Oda, “pero ahora es el turno de los almirantes. Ahora damos el salto a las grandes ligas”.
Poderes de los almirantes de One Piece
Ryokugyu posee una akuma no Mi desconocida (¿paramecia?, ¿logia?) que le permite controlar a su antojo las plantas y la naturaleza. Bien sea para repoblar Wano (como el caballo de Atila, que donde pisaba no volvía a crecer la hierba, pero al revés), bien sea para sacar raíces de la tierra con las que convertirse en Vlad el Empalador y atravesar a sus enemigos. Es un temible rival capaz de chuparte el agua y la energía vital del cuerpo. Un Bulbasaur bípedo que vuela con un gorrocóptero gigante con forma de flor y que también es capaz de sobrevivir haciendo la fotosíntesis. De hecho presume de no haber probado bocado “en más de tres años”.
Estamos ante un jefe final de poderes tan rotos como los de sus compañeros. Al fin y al cabo Kizaru puede desplazarse a la velocidad de la luz, que no es poca cosa, Fujitora lanza meteoritos, casi nada, y Akainu es un volcán hecho persona. Esta es la clase de gente que va a la caza de un Rey de los Piratas. Nada de segundas y terceras espadas como Smoker o Sentomaru. El mismísimo almirante de la flota y sus tres hombres de confianza. Todos ellos, por cierto, basados en algunos de los rostros más emblemáticos de la cinematografía japonesa.
Los Cinco Ancianos e Im sama
Pero por difíciles de superar que sean, los almirantes de la Marina no dejan de ser los perros de presa del Gobierno Mundial, la organización política que controla el mundo desde hace más de ochocientos años. Al frente de la misma se encuentran los llamados Cinco Ancianos, cuyo aspecto puede jugaros una mala pasada. De primeras parece un equipo de petanca, pero llevan varias décadas sin envejecer ni un ápice y están llenos de cicatrices y heridas de guerra. En varios momentos ha quedado patente que su altura es comparable a la de cualquiera de los almirantes y si estos se inspiraban en actores famosos, el Gorosei recuerda a políticos o personalidades como Karl Marx y Mikhail Gorbachov. A nadie le extrañaría que, hablando en plata, también repartieran ostias como panes.
Paradójicamente, hay un titiritero por encima de estos cinco titiriteros. Una mente maestra detrás de todo. Se trata de Im sama, la figura de mayor rango conocido del Gobierno Mundial. Im es la persona que porta la corona, se sienta en el trono y hace inclinarse al mismísimo Gorosei. Por ahora apenas una sombra, uno de los mayores misteriores de One Piece y el gran enemigo entre los Sombrero de Paja si quieren acabar con el misterio del siglo vacío. Si Luffy and co. quieren realmente ondear la bandera de la libertad y sacudir el mundo, por el camino deberán batir a Im, los Cinco Ancianos y los escoltas de estos, el Cipher Phol del viejo Rob Lucci. Y para ello se necesitará más que fuerza. La banda tendrá que recurrir a Robin, los Poneglyph y las tres armas ancestrales (Plutón, Poseidón y Urano). Solo así podrán poner en jaque a la Marina y el Gobierno Mundial.
Barbanegra, el enemigo final de Luffy
Si los almirantes, el Gorosei e Im sama son los enemigos a los que Luffy tendrá que batir para romper las cadenas del mundo, luego están aquellos a los que tendrá que vencer para convertirse en Rey de los Piratas. Y entre ellos, Barbanegra, con quien el tema se ha vuelto personal. Marshall D. Teach, alias Barbanegra, apareció muy pronto en One Piece, allá por el capítulo 223 del manga y el episodio 146 del anime. Poco después del inolvidable “Prometo que no pelearé en esta ciudad” de la isla de Jaya, justo antes de Skypiea. Hizo irrupción con un espectacular discurso sobre los sueños de la gente. Un momento al que a buen seguro tendremos flashback y en el que tanto Luffy como Zoro ya se dieron cuenta del peligro de su rival.
Desde entonces, la banda de Barbanegra han crecido tanto como los Sombrero de Paja. Sus hazañas también. Provocó la cicatriz en el ojo de Shanks la cicatriz. Traicionó y mató a Barbablanca. Vendió a Ace a la marina. Participó en el motín de Impel Down. Fue nombrado Emperador del Mar antes que Luffy al conquistar islas como Baltigo o Hachinosu. Sometió a sichibukais como Moria sin problemas. Y a saber lo que ha estado haciendo mientras tenía lugar el arco de Wano. La última vez que supimos de él tenía 2.247 millones de berries de recompensa, pero es probable que haya pasado ya de los tres mil, como Trafalgar Law, Eustass Captain Kid y el propio Monkey D. Luffy.
Barbanegra es el único pirata conocido con el poder de dos frutas del diablo. La fruta de la oscuridad (Yami Yami no mi) y la fruta que robó del cadáver de Barbablanca, la de éste, la fruta del temblor, capaz de provocar terremotos (Gura Gura no Mi). Con la primera presume de "reducir a la nada cualquier cosa" y con la segunda de "traer la destrucción a todo", siendo prácticamente invencible y convirtiéndose así en el pirata más fuerte de todos. La fruta de la oscuridad es capaz de desactivar los poderes de las frutas de sus adversarios (en sus primeros encuentros Ace dejó de ser de fuego y Luffy dejó de ser de goma), por lo que aún está por descubrir la estrategia para derrotarle en combate.
Tan irascible, bromista y soñador como Luffy, Barbanegra cuenta con el carisma suficiente como para cumplir la máxima de las grandes historias, "tan buenas como lo son sus villanos". Además tiene prácticamente suficientes compañeros como para que se produzcan enfrentamientos 1 contra 1 entre los Sombrero de Paja y los de Kurohige. Si los astros no se han estado alineando para que la guerra final sea entre ambas tripulaciones, que vuelva a caer un rayo sobre la plataforma de ejecución de Loguetown. Un espadachín para Zoro (Shiryu), un francotirador para Usopp (Van augur), duelo medicinal entre Chopper y Doc Q, o entre timoneles (Jinbei vs Jesus Burgess), etc, etc. No vamos a decir que Oda lo tuviera todo planeado desde hace más de dos décadas, pero Oda lo tenía todo planeado.
Y tras este repaso a los enemigos finales de Luffy, nos despedimos, no sin antes recordaros que este parón es el momento perfecto para reflexionar sobre la crítica del capítulo 1053 de One Piece, haceros saber que ya es oficial cuándo acabará el parón y animaros a subiros al barco antes del arco final. Por si sois de estos últimos, os dejamos cómo ver One Piece en orden.