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Snow Bros. Special

Snow Bros. Special

Nick y Tom al rescate

Snow Bros. Special, análisis Nintendo Switch. Un videojuego fresquito

El clásico de las recreativas de Toaplan de los 90 llega remasterizado a Nintendo Switch con menor mimo del que los aficionados esperaban. Análisis.

Actualizado a

Una de las máquinas arcade que solemos recordar con bastante cariño y que hacía compañía en los salones recreativos era Snow Bros., que junto a Bubble Bobble o Tumblepop eran capaces de sacarnos los cuartos en un visto y no visto. Aunque todas han recibido conversiones a plataformas de ocho y dieciséis bits, solo Bubble Bobble ha seguido acompañándonos en consolas posteriores.

Así que ya era hora de que, al menos uno, tuviera adaptación a una sobremesa más actual, en este caso el mencionado Snow Bros., el clásico de Toaplan, bajo el nombre de Snow Bros. Special. Volvemos a controlar a Nick y Tom, los dos protagonistas, en su aventura para rescatar a las princesas Puripuri y Puchipuchi. De verdad que no nos hemos inventado los nombres…

Un clásico noventero

Si hay alguien en la sala que nunca haya jugado a Snow Bros., basta decir que se trataba de una recreativa para uno o dos jugadores donde se nos presentaban 50 pantallas estáticas con plataformas y enemigos que había que derrotar a base de bolazos de nieve. Una vez que los adversarios estaban completamente cubiertos de estos cristales de hielo podíamos empujarlos para arrollar a los enemigos cercanos y limpiar aún más rápido la fase.

La historia era simple. Los príncipes Nick y Tom son maldecidos y convertidos en muñecos de nieve animados por el malo de turno —diferente en cada versión, King Artich en esta— mientras superábamos los desafíos que se nos ponían por delante, derrotar a los jefes de turno cada diez fases y lograr salvar a las damas. Y todo esto se sigue manteniendo en Snow Bros. Special.

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Al tratarse de una remasterización, no hay apenas cambios en general salvo en el comportamiento de algunos enemigos. Es decir, si te conocías al dedillo la recreativa original, aquí no funcionan las mismas estrategias. Hay posibilidad de elegir la dificultad en el menú de opciones y aventurarse en cuatro modos de juego diferentes; Arcade, Survival, Monster Challenge y Time Attack. Las pantallas, posición de los enemigos, sus habilidades, bonificadores e incluso el agobiante fantasma que nos persigue si tardamos mucho en limpiar la pantalla, sigue siendo igual esta nueva versión.

Existen diferentes tipos de pociones que nos permiten correr más, lanzar bolas a mayor distancia o de mayor tamaño, también otra con la que nos hinchamos como un globo y eliminamos a todos los enemigos de un plumazo. Características que ya contaba el original y que aplaudimos que se hayan conservado. Y como no, esos niveles de bonificación en donde sacarnos unos puntos extra.

Una versión hecha sin cariño

Y si todo sigue igual que antes, ¿en qué ha cambiado? Para empezar el aspecto gráfico. Ahora todo el videojuego cuenta con un lavado de cara donde se dejan atrás los píxeles como puños para abrazar un estilo más visual, delineado, colorido e incluso algo infantil. La adaptación de los diseños antiguos a algo más actual está muy bien llevada y se han incluido nuevas animaciones y efectos para redondear el acabado.

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Las melodías de la original también han sido remasterizadas para adaptarse a las necesidades de esta versión y cumplen sobradamente con su cometido. Son versiones algo simples y se podían haber trabajado mejor, pero al menos no mancillan el trabajo de Toaplan con la arcade.

Lo que no terminamos de entender es por qué sí es posible disfrutar de las melodías de la recreativa pero no del juego en sí. En el menú de opciones se nos da la opción de jugar a Snow Bros. Special con la banda sonora original de la arcade o la nueva reversionada, pero no la posibilidad de jugar al título de los 90. Tras tantos años de espera para volver a disfrutar de este clásico de los videojuegos, el no contar con esta opción puede alejar a los más veteranos fans.

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A falta de pan buenas son tortas, como se suele decir en buena parte de España, pero ni eso. En estos casos las desarrolladoras suelen añadir filtros que emulan el aspecto de cómo se vería videojuego en un televisor o monitor de la época. No es lo mismo, evidentemente, pero son recursos muy apreciados por los jugones retro. En Snow Bros. Special hay tres de estos filtros, si podemos llamarlos así, pero son un desastre. Uno es el Verde que, como su propio nombre indica, transforma los colores que aparecen en pantalla a diferentes tonalidades de verde fósforo, cosa que tendría sentido si se incluyera un port de la versión de Game Boy o tomara prestado algunas de sus cualidades, pero no es así. El segundo es el de convertir todo en Blanco y Negro, mientras que el tercero añade scanlines (líneas horizontales) para asemejar la presentación a cómo se veía antaño pero con un resultado poco satisfactorio.

No todo iba a ser malo —aunque aún hay tela que cortar— y Snow Bros. Special añade 30 fases inéditas a esta versión. Difieren un poco en el diseño que podemos encontrarnos con las 50 originales pero no desentonan e incluso ofrecen diferencias en los nuevos desafíos. Además tenemos créditos ilimitados pulsando el botón L de nuestra Nintendo Switch por lo que, aunque puedan resultar algo más difíciles, siempre podremos completarlas.

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Los modos de juego poco o nada necesitan explicación. Arcade es la máquina original con unos pequeños pasajes sobre la historia que lleva a Nick y Tom a superar los escenarios, con 50 u 80 pantallas dependiendo de factores. Survival ofrece un modo de juego en el que tenemos que conseguir superar las máximas fases con una única vida y posibilidad de guardar la partida, mientras que Time Attack nos insta a superar el videojuego al completo en el mejor tiempo posible.

El último modo —si adquirimos el juego en versión digital, ya que la física si lo incluye de base— se desbloquea comprando un contenido descargable de precio más que discutible en el que tomamos el control de los enemigos del juego, con sus habilidades, para completar todas las fases tal y como lo harían Nick y Tom. Una opción que no nos ha encandilado debido al poco mimo, en general, con el que se le ha tratado a Snow Bros. Special. Además de no contar con la arcade original, tampoco existe ningún menú donde veamos el proceso de creación de la original, manuales, diseños o galería musical. Ni tampoco idioma español.

Conclusión

Treinta y dos años separan de esta versión con la clásica y creemos que se podría haber hecho un trabajo mejor. Hay respeto por la arcade de los 90, pero poco mimo en demasiados aspectos así como escaso contenido. El más interesante, además, es de pago. Si querías jugar la recreativa de Toaplan con sus gloriosos píxeles, olvídate. Aunque puede dar diversión durante horas, solo lo recomendamos a fanáticos del original.

Lo mejor

  • Volver a disfrutar de este clásico en la actualidad.
  • La remasterización es 100% respetuosa con el original.

Lo peor

  • No contiene la recreativa original.
  • El mejor modo de juego es de pago en la versión digital.
  • Los filtros disponibles son extraños.
  • No hay ningún contenido desbloqueable (galería, jukebox etc...)
6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.