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Nuevos y viejos horizontes

5 deseos para Xenoblade Chronicles 3

La saga de Nintendo y Monolith Soft regresará este verano para deleitar a los usuarios de Switch con sus paisajes y dramas. Enumeramos algunas peticiones.

5 deseos para Xenoblade Chronicles 3

En Monolith Soft están hechos de otra pasta. El pasado febrero, apenas unos días después de estrenarse el tan divertido como discretamente técnico Pokémon Arceus, el estudio de Tokio anunció un Xenoblade Chronicles 3 que ilustraba bastante mejor las posibilidades de Switch con juegos de gran escala. Era una apuesta bastante segura después del desenlace de Xenoblade Chronicles 2 y la expansión en clave de epílogo que añadieron al remake del primer Xenoblade Chronicles; pero, aun así, fue sorpresa grata para muchos fans, y poco después vino seguida por otra noticia más insólita: el juego, inicialmente previsto para septiembre, se adelantó al 29 de julio.

Xenoblade Chronicles 3
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Xenoblade Chronicles 3

En un medio donde los retrasos son el pan de cada día, que un juego de perfil alto no solo mantenga su fecha de salida, sino incluso la adelante, es la definición de anomalía. Pero, de nuevo, en Monolith están hechos de otra pasta. El Xenoblade Chronicles original de Wii ya fuera a contracorriente entre los principales JRPG contemporáneos para ofrecer un mundo gigantesco, bello y variado para explorar, con cientos de misiones para cumplir. Desde entonces, la saga no ha dejado de experimentar (mechas y mundo abierto en Xenoblade X, coleccionismo y uso de guerreros elementales en Xenoblade 2), pero los pilares básicos han seguido ahí. Y contamos con que también sigan en Xenoblade 3, aunque tenemos algunas peticiones.

Combate profundo, pero accesible

Desde la entrega original, el sistema de combate de todos los Xenoblade ha sido planteado con vistas a manter un ritmo de exploración ágil sin prescindir del componente táctico que caracteriza a todo buen juego de rol. Esto significa que, a pesar de no ser un action RPG (la velocidad y efectividad de los ataques dependen por completo de las estadísticas), no hay pantallas de transición, el movimiento y posicionamiento manual del personaje resultan esenciales, nuevos enemigos pueden sumarse de forma espontánea y, más importante, casi todos ellos pueden despacharse en apenas diez o veinte segundos si estamos bien preparados.

Xenoblade Chronicles: Definitive Edition
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Xenoblade Chronicles: Definitive Edition

O lo que es lo mismo, los combates de Xenoblade se ganan gracias a la gestión previa. Algo que no pasa simplemente por subir de nivel, aunque naturalmente ayude —y los enemigos muestren el suyo para tener una buena referencia—, o por las piezas de ropa con las que equipemos a nuestros personajes, sino también por la mejora individual de cada arte (las técnicas especiales desplegadas en la interfaz con funciones ofensivas, defensivas, curativas y demás), la selección de estas que tenga disponible cada personaje o la configuración del equipo (limitada a tres de entre un grupo de seis o más donde todos tienen fortalezas y debilidades diferenciadas).

Aunque eso solo es el punto de partida. Sobre esta base, Xenoblade añadió el refinamiento de cristales que podían tener tanto o más impacto que los propios niveles; Xenoblade X duplicó las variables gracias a mechas con sus propios ataques y mejoras (idea que hasta cierto punto parece regresar en Xenoblade 3 con los Uróboros, fusión de dos personajes en una criatura especial); y Xenoblade 2 introdujo un todo un entramado de sistemas extra a través de los Blades, cuyos ataques debían combinarse con los de otros Blades para crear cadenas, y cuyas mejoras a veces estaban ligadas a misiones. Para algunos este juego se excedió con la segunda capa de profundidad, necesaria para mantener interesante el sistema de combate durante más de 50 horas, pero con cabida a refinamientos que la volviesen algo menos laboriosa.

Xenoblade Chronicles 2
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Xenoblade Chronicles 2

Moderación con los requisitos de progreso

Relacionado con esto último, los “pecados” de Xenoblade 2 y su sistema de Blades, también vale la pena pararnos a hablar de por qué las habilidades de campo fueron una de sus decisiones más cuestionadas. En el Xenoblade original, casi siempre podíamos ir con libertad allá a donde alcanzase la vista en cada escenario. Las zonas eran gigantescas, pero autocontenidas, así que no había problemas derivados de que el jugador acabase dónde no debía antes de tiempo. Al contrario: encontrarse con enemigos treinta niveles por encima de nuestro equipo era un fenómeno frecuente y deseado, para que se grabase en nuestra memoria y regresásemos horas más tarde a vengarnos tras huir de ellos en nuestro primer encuentro.

Xenoblade Chronicles: Definitive Edition
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Xenoblade Chronicles: Definitive Edition

Tras su desplazamiento al mundo abierto real, Xenoblade X necesitó recurrir a las menos elegantes paredes invisibles, al menos durante los primeros compases, ya que el planeta Mira estaba formado por varios continentes repartidos por un mapa único. Fue una concesión necesaria, y menos controvertida que su estructura de misiones, donde la trama principal ya no progresaba de evento clave en evento clave como antes, sino que imponía requisitos más específicos como completar ciertas misiones secundarias o alcanzar cierto grado de afinidad con algunos personajes para acceder a las misiones principales. Es una idea que años más tarde retomaría la expansión de Xenoblade 2, Torna: The Golden Country, y que siempre ha dividido a los fans.

Por un lado, se puede argumentar que esta forma de encarar los requisitos sirve para que el jugador no corra por la trama y se pierda los mil y un detalles en los que ha trabajado Monolith, tanto a la hora de construir los escenarios como de dar vida a sus habitantes y culturas. Pero por otro, también que poner trabas arbitrarias para avanzar, o explotar la microgestión para alcanzar determinados lugares (sumar X puntos de habilidad entre los Blades equipados en Xenoblade 2) puede acabar por dinamitar el ritmo. Como tantas veces, la clave está en el equilibrio. Impedir que el juego sea una carrera a través de checkpoints en forma de secuencias y jefes, y que las secundarias sean atractivas por sí mismas para que no haga falta imponerlas.

Xenoblade Chronicles 2: Torna - The Golden Country
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Xenoblade Chronicles 2: Torna - The Golden Country

Aprovechar la faceta crossover

No vamos a ahondar demasiado en cuestiones argumentales por si entre los lectores hay gente que todavía no ha jugado a alguno de los anteriores y tiene previsto hacerlo de aquí al 29 de julio (en caso contrario, descuidad, cuando se acerque la fecha nos encargaremos de hacer un buen resumen). Tampoco vamos a decir que el fanservice como tal, dar a los fans justo lo que quieren en vez de lo que es mejor para la historia, sea siempre la mejor idea. Pero en el caso de Xenoblade 3, no se puede ignorar el potencial que brinda su posición como secuela de dos juegos a la vez.

Xenoblade Chronicles 2 (DLC)
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Xenoblade Chronicles 2 (DLC)

En su día, el primer Xenoblade se concibió como una historia independiente y autoconclusiva. Más tarde, Tetsuya Takahashi (máximo responsable de los Xeno desde Xenogears en la primera PlayStation), aseguró que en Xenoblade 2 también iba a ser el caso. Pero jugaba al despiste: como sabrán aquellos que lo completaron, ambos juegos resultaron estar estrechamente conectados. Aunque Takahashi sí tenía razón en el sentido de que no fue una secuela tradicional, un juego que nos llevase a su mundo tiempo después, aunque fuese a través de los ojos de otros héroes.

Xenoblade 3, a priori, sí es ese juego. Y aunque otra vez introduce reparto y conflicto nuevos, la puerta está oficialmente abierta de par en par a sorpresas relacionadas con los protagonistas que conocemos y queremos. Los DLC de Xenoblade 2 ya nos permitieron juntar a su reparto con Shulk y Fiora (Xenoblade), Elma (Xenoblade X) y Kos-Mos (Xenosaga), pero fue más una golosina fanservice que otra cosa. Ahora es momento de construir una historia que de verdad conecte los puntos de forma natural y canónica. Que nos muestre qué ha sido de esos personajes tras años de ausencia, y qué resultados dan las nuevas interacciones. O lo que es lo mismo: si Melia y Nia nunca llegan a compartir escena, alguien habrá hecho algo mal en Monolith.

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Una banda sonora a la altura

Esto casi se puede dar por sentado, pero lo recordamos porque nunca sobra deshacerse en elogios hacia dos de las mejores bandas sonoras que ha dado el medio. El eclectismo de Hiroyuki Sawano (Ataque a los titanes) ofreció un cambio de aires para la ciencia ficción alienígena de Xenoblade X que no conquistó a todos los fans por igual por el significativo cambio de estilo, pero el registro más clásico ofrecido por compositores como Yoko Shimomura (Kingdom Hearts), Yasunori Mitsuda (Chrono Trigger), Tomori Kudo, Hiroyo Yamanaka (alias CHiCO), Kenji Hiramatsu y Manami Kiyota ha sido celebrado de forma unánime tanto en el original como en Xenoblade 2.

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Como el propio Takahashi ha confirmado en una carta abierta a los fans publicada en la web de Nintendo tras el anuncio del juego en febrero, todos (con excepción de Yoko Shimomura, que tampoco participó en la secuela a pesar de su rol clave en el primer juego) regresan para componer la banda sonora de Xenoblade 3. Además, Mariam Abounnasr también ha sido citada por primera vez entre ellos a pesar de haber participado ya en algunos arreglos de Xenoblade 2, así que es posible que esta vez desempeñe un papel un poco más importante.

Esta joven compositora lleva unos cuantos años preparando arreglos orquestrales para obras tan ilustres como Chrono Trigger, Xenogears, Kingdom Hearts o NieR, así que no es atrevido decir que Xenoblade 3 volverá a apostar por sinfonías épicas, como tampoco lo es decir que seguramente también nos esperan los potentes riffs guitarreros que han caracterizado a los temas de batalla de ACE, ni las melodías con mayor carga emocional que han hecho de Mitsuda un compositor legendario entre los fans de los JRPG. Las expectativas están por las nubes, pero esperamos no salir defraudados. Incluso si todo lo demás falla, la música no debería hacerlo.

Buen rendimiento portátil

Mucho menos seguro, por desgracia, es una optimización que deje satisfechos a todos. Como comentamos al abrir el texto, Xenoblade 3 tardó apenas unos segundos en demostrar que Monolith Soft juega en otra liga técnica que Game Freak a la hora de sacar partido a las consolas en las que trabajan. Ha sido una constante desde Wii —a pesar de que entonces ni siquiera contaban con llevar su juego más allá de Japón— que se repitió en Wii U (casi siete años después de su estreno, Xenoblade X sigue luciendo mejor que la mayor parte del catálogo de Switch) y se ha mantenido hasta el día de hoy. Aunque últimamente con un “pero” claro...

Xenoblade Chronicles X
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Xenoblade Chronicles X

Y es que en el modo portátil de la híbrida, las entregas más recientes muchas veces no dan la talla. En sobremesa, algunas taras como caídas de framerate también han hecho de las suyas, sobre todo al explorar zonas más densas o participar en combates con efectos más elaborados; pero es al sacar la consola del dock cuando los juegos revelan artefactos de compresión y recurren a una resolución dinámica que puede emborronar bastante la imagen para mantener algo más de fluidez.

Xenoblade 2 fue el peor caso, aunque su expansión mejoró las cosas. Tratándose de una versión retocada del juego de Wii (a fondo, eso sí), la Definitive Edition del primer Xenoblade también funcionó por lo general bien, aun sin ser perfecta, pero las fisuras más evidentes reaparecieron cuando tocó saltar al contenido inédito: Futuros Conectados, la expansión coprotagonizada por Shulk y Melia, volvió a las andadas y por momentos nos recordó a los peores momentos de Xenoblade 2. Así que queda como cuenta pendiente para saldar de una vez en Xenoblade 3. Cruzamos los dedos.

Xenoblade Chronicles: Definitive Edition (Futuros Conectados)
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Xenoblade Chronicles: Definitive Edition (Futuros Conectados)

Xenoblade Chronicles 3

  • NSW
  • Acción
  • RPG

Xenoblade Chronicles 3 es un videojuego de acción RPG a cargo de Monolith Soft y Nintendo para Switch. Este título muestra el futuro compartido de Xenoblade Chronicles y Xenoblade Chronicles 2, y te transporta al mundo de Aionios, hogar de dos naciones enfrentadas. Seis soldados, procedentes de ambas naciones, protagonizarán este épico relato cuyo tema central es la vida.

Carátula de Xenoblade Chronicles 3
9.4