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Gameplay

TMNT: Shredder’s Revenge, impresiones. Un verdadero tributo a Turtles in time

Jugamos a los dos primeros capítulos de lo nuevo de Tribute Games y Dotemu, un título que busca homenajear a la esencia del ‘yo contra el barrio’ de los años noventa.

Los que hemos crecido entre finales de los ochenta y principios de los noventa tenemos a las Tortugas Ninja en un pedestal. Y eso es así por varios motivos. Uno de ellos, la serie de animación de la época, que nos encandiló con sus aventuras. La nunca suficientemente bien valorada película de 1990 con ese toque entre lo cutre y lo entrañable. Y claro está, videojuegos que acompañaron a la ola y que nos dejaron enamorados. Turtles in Time es uno de ellos con esa imponente recreativa a cuatro mandos y el sorprendente port en SNES, pero hubo más. TMNT 2 en Game Boy, Tournament Fighters, Hyperstone Heist… Estaban de moda. Lo dejaron de estar -aunque algún juego como el de Ubisoft para GBA merece colocarse en un pedestal- y ahora quieren volver por todo lo alto. TMNT: Shredder’s Revenge es un homenaje a esa época. Con todo lo que esto supone.

Lo decimos porque tras haber jugado los dos primeros niveles, vemos que no estamos ante un título que pueda tener la ambición presente en las distintas capas de profundidad que vamos descubriendo en Streets of Rage 4, sino que es un tributo. Un revival de lo que Turtles in Time -juego de cabecera como nos explicaron en una entrevista con los desarrolladores- supuso para una generación. No viene a salvar el ‘yo contra el barrio’. Viene a recordarlo.

Y eso se nota porque tras escoger entre los seis personajes disponibles (las cuatro tortugas, Splinter y April) nos ponemos a luchar de forma directa y sencilla con un solo botón de ataque, uno para esquivar, otro para saltar y poca cosa más. Tenemos combinaciones de acciones entre ellas, la posibilidad de hacer agarres y de golpear muchas veces a los enemigos, pero que nadie espere una gran profundidad. Está pensado para ser accesible a todos. Y no tiene por qué ser malo, ya que quien quiera puede combinar golpes, rebotes en el suelo y en la pared para seguir aumentando el contador de hits y de paso, la barra de energía que permite lanzar ataques especiales.

Así avanzamos en dos fases de apenas 6-7 minutos. Luchando contra el clan del pie que tiene distintos patrones según el color de su vestimenta: los azules con espadas, los amarillos lanzando estrellas que podemos devolver con el timing justo, los rojos con hachas y que aguantan nuestro golpes mientras cargan su ataque… Todo es muy old school: enemigos que te atropellan con motos, otros que te lanzan objetos, elementos del escenario que podemos usar para golpearlos y espacios cerrados en los que solo podemos avanzar cuando acabamos con la oleada de turno.

Tampoco hay grandes diferencias entre personajes. Donatello tiene más rango, Mike es más rápido, Splinter más poderoso… Cada uno destaca en estas estadísticas (rango, potencia, velocidad), pero se controlan igual y entendiendo la base del juego, controlados todos. Se añaden golpes combinados y otros detalles cuando jugamos en compañía, todo desde una base sencilla, directa, pero que funciona. El título es ágil, no se hace pesado por la idea de machacar botones y el dodge tiene mucha utilidad para esquivar y golpear acto seguido. El juego tiene ritmo, en definitiva.

Las batallas contra los dos primeros jefes, Rocksteady y Beebop, son entretenidas y te obligan a saber usar más la esquiva, aunque ni ellas ni lo que hemos visto en ambas fases nos ha parecido muy desafiante. En la entrevista que les hicimos explicaron que habría tres niveles de dificultad, así que faltará saber en qué nivel jugábamos en la preview y cómo será el mayor desafío. 

TMNT: Shredder’s Revenge invoca a la nostalgia, con un sistema de juego que no busca ser mucho más profundo de lo que jugábamos en las recreativas hace 30 años, pero actualizado a los ritmos y posibilidades actuales. Su apartado visual es una joya para los amantes del género y de la licencia, es eficaz en lo que propone y parece ser el homenaje a Turtles in Time que hace tiempo que estábamos esperando. Su mayor ambición parece ser pasar un buen rato con nuestra tortuga favorita (cada uno tiene la suya pero es Donatello). Y las dos primeras fases lo consiguen.