El traje Jet Suit a lo Iron Man que prueban los paramédicos para rescates peligrosos
El jet pack permitió a un paramédico cubrir una distancia de 2 kilómetros y ascender 670 metros en sólo 3 minutos y medio.
Films, libros y comics como Rocketeer, Tomorrowland o Iron Man nos tienen embelesados con la idea de trajes y/o jet packs autónomos que nos permitan despegar del suelo y surcar los cielos sin necesidad de tener poderes. Y desde que la primera Iron Man gestó el emporio que es el UCM hoy casi 15 años después, no pocos han empezado a ver los elementos voladores del Mark I como algo menos ciencia ficción y más ciencia plausible.
Por ejemplo este inventor británico que en 2017 consiguó volar, o al menos, despegarse del suelo, aunque ello requiere un traje de vuelo demasiado ‘tocho’ y poco práctico. ¿Veremos alguna vez la armadura Mark IV de Stark? La cosa está en marcha y falta mucho, pero usar esa tecnología jet pack definitivamente está en pruebas.
Un Jet Pack para paramédicos
En Iron Man 3, Tony Stark consigue salvar a la vez a una gran cantidad de gente que iba en un avión en una espectacular set-piece. La idea de un traje así enfocado en el rescate es ciertamente atractiva, ya que por ejemplo permitiría a los expertos en salvamento llegar a zonas de difícil acceso como montañas,o quizás lo alto de un edificio a punto de derrumbarse.
Y de hecho lo curioso es que el gobierno de Reino Unido pensó en lo mismo, ya que lleva varios años trabajando en un traje estilo Iron Man, un ‘Jet Suit’ de propulsores que probó por primera vez a finales del verano de 2020. El GNAAS, o Great North Air Ambulance Service, es una organización benéfica que ofrece un servicio de emergencia de helicópteros dedicado para el norte de Inglaterra con tres aviones. Y junto a Gravity Industries, compañía del inventor Richard Browning -quien en 2017 se convirtió en el auténtico Iron Man con su traje de propulsores-, trabajan juntos en adaptar el traje de Browning al servicio de los paramédicos.
Rescates en alta montaña
El objetivo es demostrar que un paramédico puede llegar en menos tiempo a una víctima que se encuentre en una zona remota con un 'jet suit' antes de pedir un helicóptero u otro tipo de apoyo. En la prueba de 2020, Browning voló con un 'jet suit' hasta una víctima simulada en un lugar montañoso en el valle de Great Langdale, en el Parque Nacional Lake District, que se encuentra en el noreste de Inglaterra.
Browning logró llegar hasta la víctima en tan solo 90 segundos, comparado con los 25 minutos que se tardaría en llegar a pie, demostrando la celeridad de su traje. Una celeridad que en estos casos es siempre clave para salvar con el mayor éxito posible a los accidentados.
Impreso en 3D
El traje de Browning, con el que el inventor ha volado centenares de veces, alcanza una velocidad de más de 80 kilómetros hora, y técnicamente puede subir a altitudes de 3.600 metros. Usa dos motores micro jet en cada brazo, y uno en la espalda, y vale la friolera de 376.000 euros.
El traje de polipropileno está totalmente impreso en 3D y hace uso de tres pequeños chorros de propulsión que producen hasta 144 kg de empuje para que los médicos puedan ascender rápidamente, mejorando en última instancia la supervivencia de los pacientes en entornos inaccesibles.
En la prueba más reciente, celebrada esta misma semana, el paramédico hizo un vuelo de 2 kilómetros en una ascensión de casi 700 metros por la montaña Hellvelyn, en Inglaterra, que sólo le llevó 3 minutos y 30 segundos. La ascensión se hizo en condiciones de escasa visibilidad en las que un helicóptero de rescate no habría podido despegar. De hecho en el vídeo se ve cómo los drones que acompañan a la ascensión sufren problemas de detección del terreno
Según el director de Operaciones y Paramédico de GNAAS, Andy Mawson, “creemos que esta tecnología podría permitir a nuestro equipo llegar a algunos pacientes mucho más rápido que nunca. En muchos casos esto aliviaría el sufrimiento del paciente. En algunos casos, les salvaría la vida”.
Y es que todo esto suena a ciencia ficción, a magia. Pero la ciencia ficción no es más que ciencia que aún no ha sido demostrada. Y la magia "es solo ciencia que no entendemos aún", Arthur C. Clarke.