Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Desaprovechada

Morbius, crítica. Una nebulosa con demasiadas reminiscencias

Sony Pictures introduce al antihéroe vampírico en su Universo Spider-Man cinematográfico, pero el resultado dista mucho de ser el esperado. Constante claroscuro.

La irrupción de los superhéroes en la gran pantalla ha desembocado en un frenesí de películas con cada vez más personajes, cruces e ideas, no todas buenas. Tras el estreno de Venom: Habrá Matanza el pasado año, el Universo Spider-Man de Sony pareció haber encontrado su lugar, especialmente por lo que estaba por llegar. Sin embargo, la introducción de Morbius en la ecuación es del todo confusa y, en cierto modo, innecesaria por su ejecución. No es un desastre de película, pero el trabajo de Daniel Espinosa se nos atoja plano, en ocasiones desabrido. Una montaña rusa de emociones en la que pesa más lo negativo que lo positivo.

Pongamos las cosas en contexto. Jared Leto, un actor extraordinario con una carrera que no necesita presentación, asume un papel con muchas capas. No era fácil. Michael Morbius, un enfermo con un extraño trastorno sanguíneo, busca desde joven la cura para su enfermedad. Una voluntad honorable, volcando su conocimiento profesional en el bienestar de las futuras generaciones. Un tipo ejemplar, vaya, hasta que deja de serlo. El primer tercio de la película apunta a algo que finalmente no sucede, con un montaje extraño en el que da la sensación de haber introducido demasiados cambios en la posproducción —recordamos que la película finalizó su rodaje en 2019; la pandemia cambió muchas cosas—.

Ampliar

De más a menos. Un relato sin carácter

Y es que lo que parecía ser una cinta en la que el protagonista ha de lidiar entre el bien y el mal termina derivando en una película que ya hemos visto muchas veces. Esa pérdida de personalidad en el proceso termina pesando demasiado. Hay cierto momento en el segundo acto de la cinta, una conversación en una cafetería, en el que te das cuenta de cómo va a ser la última hora de película. La previsibilidad es un riesgo demasiado afilado para el disfrute en una sala de cine… y en Morbius sucede casi constantemente. Es una lástima, no obstante, que un actor con tantas posibilidades como el británico Matt Smith (The Crown) haya sido el verdadero leitmotiv de la película de una manera tan azarosa.

Ampliar

No vamos a destripar nada de la trama, naturalmente, en especial si tenéis pensado ir a verla a partir de este viernes 1 de abril, pero sí es necesario subrayar la construcción tan injustificada del que comienza siendo un niño amigo del doctor Michael, con su misma enfermedad, hasta que se corrompe y se convierte en el gran enemigo. El guion se siente pálido, sin ideas, desaprovechando un personaje interesante como Morbius que, por desgracia, nunca encontró su lugar en el universo Spider-Man de los cómics… y tampoco aquí. Quizá lo mejor hubiese sido presentarlo en otra película previa —le hubiese venido de perlas estrenarse antes de Spider-Man: No Way Home, que ha elevado mucho el listón—, dedicarle su espacio para familiarizarnos con él, y no un largometraje completo que no lleva a ningún sitio.

Que el propósito inicial de una película sea uno y finalmente se convierta en otro distinto es algo que hemos visto muchas veces. En ocasiones funciona si el guion cimienta esos giros o sorpresas; en esta ocasión, por desgracia, el argumento de Matt Sazama y Burk Sharpless no consigue levantar una película que va de más a menos.

Mínimo desarrollo de personajes; un trabajo desaprovechado

Hay escenas de acción muy interesantes. De hecho, Morbius es una película entretenida, que se puede disfrutar en familia porque no se toma demasiado en serio a sí misma. Palomitera, para entendernos. No podemos negar que hay otras tantas escenas de acción muy poco convincentes, con reminiscencias a Venom por su puesta en escena, el tiro de cámara o el tiempo bala (bullet time) que tanto parece gustar a Sony. Secuencias confusas por su uso del color y la iluminación. Poco atractivas en lo artístico, con efectos especiales de una época que ya hemos superado: se descuidan muchos elementos que hubiesen venido de perlas al conjunto. Para empezar, la construcción de los tres principales protagonistas. La relación entre Jared Leto y Adria Arjona podría haber dado para muchos más, se queda en un mero romance. Otra reminiscencia incómoda de películas genéricas.

Ampliar

Por tanto, ¿qué hay de bueno en Morbius? La base y el ritmo. En primer lugar, la interpretación de Jared Leto es muy buena, especialmente porque es capaz de ponerse en la piel de dos personajes perfectamente diferenciados, tanto en lo figurado como en lo literal, debido a un severo cambio físico que salta a la vista. Es decir, Morbius es un personaje con mucho potencial, que puede aportar cosas positivas a una futura reunión de personajes en lo que poco a poco está gestando Sony en este Universo Spider-Man. Las comparaciones son odiosas y, por desgracia, ni Venom es tan carismático como Spider-Man ni Morbius alcanza la personalidad de Tom Hardy como Venom.

El segundo punto positivo es el ritmo. No hay momentos valle porque no da tiempo. Solo dura 1 hora y 48 minutos, muy en sintonía con lo que pasó con Venom: Habrá Matanza, de escasa hora y media. Esto permite que no te hagas demasiadas preguntas y simplemente te dejes llevar. Si bien se hubiese agradecido algo más de metraje para construir a los personajes —especialmente al antagonista…—, sabe jugar sus cartas y llegar al final contando todo lo que aparentemente tenían que contarnos. Las escenas poscréditos son interesantes por lo que nos puede deparar el futuro. Solo por eso, si eres muy fan de Marvel no puedes perderte esta película.

Ampliar

Conclusiones

Morbius es un quiero y no puedo, de principio a fin. Un guion tan pobre, previsible y desaprovechado se traduce en una película plana, en ocasiones aburrida, a la que le salva su ritmo, la interpretación de Jared Leto y algunas escenas vibrantes para el espectador. El vampiro de Marvel entra en las salas de cine con el pie izquierdo. Su potencial está ahí, es innegable; no es un desastre de película, pero sí una oportunidad perdida para haber presentado un producto que verdaderamente aportase algo más que cantidad en este todavía crudo Universo Spider-Man de Sony. Entretenida, a la vez que olvidable.