5 deseos para The Witcher: qué esperamos de la nueva entrega

The Witcher está de vuelta. La saga de novelas de Geralt de Rivia, escritas por el autor polaco Andrzej Sapkowski, irrumpió en el mundo del videojuego con una ambición siempre ascendente, culminada en 2015 con el todavía presente The Witcher 3: Wild Hunt. Una incursión en el mundo televisivo y multitud de productos derivados han convertido a este nombre en una auténtica franquicia de medios. Pero es el momento de volver a los mandos, aunque no con una cuarta entrega, sino con algo renovado.

Porque el próximo The Witcher no será The Witcher 4, sino el comienzo de una nueva saga de la que presumiblemente cambiarán muchas cosas, no solo el personaje protagonista. En MeriStation tenemos ganas de poder catar el resultado de ese trabajo, actualmente sin fecha de lanzamiento, plataformas ni enfoque. Solo sabemos que el acuerdo con Epic Games para utilizar Unreal Engine 5 dará por jubilado el REDengine “con el objetivo principal de ayudar a adaptar el motor a las experiencias de mundo abierto”. No obstante, el inicio de una nueva saga abre una ventana de oportunidad. He aquí nuestros deseos para ese nuevo videojuego de El Brujo.

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Un mundo abierto más reactivo y orgánico

Hemos aprendido muchas cosas de The Witcher 3: Wild Hunt durante este largo lustro. Desde el lanzamiento del juego, la obra de CD Projekt marcó un antes y un después tanto en la propia saga como en el estudio, disparado hacia el estrellato. También en los mundos abiertos de otros desarrolladores, que encontraron aquí un espejo en el que mirarse, tomar aquello que pudiera enriquecer sus obras y perfeccionar algo que forma parte de las grandes producciones de la actualidad. El nuevo The Witcher debe hacer precisamente eso, tomar nota de los mejores para que el proyecto pueda cumplir con las expectativas de los jugadores.

Los mundos abiertos tienen todavía margen de crecimiento en lo que a reactividad se refiere. Ha quedado claro que la interacción está dando pasos agigantados, pero nombres como Red Dead Redemption 2, Elden Ring o The Legend of Zelda: Breath of the Wild pueden citarse no tanto como una comparación, sino como una inspiración. CD Projekt RED tiene la oportunidad de mejorar la forma que tenemos de relacionarnos con los entornos en próximo proyecto, sea en la ambientación que sea. Por ejemplo, dotando a su naturaleza de mayores efectos tras los cambios climatológicos, con valores como el frío, el calor, las consecuencias del fuego o el viento. Convertir esos detalles en parte de las mecánicas será muy positivo para el conjunto.

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Igual con la verticalidad del escenario y su diseño. Ser atractivo a nivel artístico es algo que ya damos por descontado. FromSoftware ha elevado el listón con su último trabajo, eliminando toda referencia visual en pantalla para que el propio mundo que nos rodea sea el que marque el camino. No hay nada de malo en sentirse perdido de vez en cuando. Durante el viaje, esperamos toparnos con nuevas amenazas, peligros, seres vivos e inclemencias climatológicas que aporten realismo.

Nuevos protagonistas, pero ¿hay lugar para Ciri?

La conversación interna que mantuvimos en la redacción de MeriStation a la hora de plantear un nuevo personaje protagonista nos llevó inequívocamente a un nombre: Ciri. La princesa de Cintra, la Leoncilla de Cintra, un personaje fundamental para entender la trilogía original. Sin embargo, ese medallón que vimos en la primera imagen del juego no se corresponde con Ciri

Robert Malinowski, director de comunicación global de CD Projekt RED, ha confirmado que “el medallón está, de hecho, moldeado como un lince”, lo que echa por tierra las teorías de los aficionados: no es la Escuela del Gato. La Escuela del Lince no existe en The Witcher. Ni en las novelas ni en los videojuegos que se han publicado hasta el momento. Hasta ahora habíamos conocido la Escuela del Oso, Gato y Lobo.

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Por tanto, si Geralt de Rivia, de la Casa del Lobo, completó su historia en The Witcher 3: Wild Hunt, ¿quiere decir esto que el juego va a cambiar de época? ¿Pasado o futuro? Quién sabe, pero el hecho de comenzar una nueva saga nos invita a pensar también en otra época. Quién sabe si ha llegado el momento de dar voz a una cara femenina: la gente lo está esperando.

En cualquier caso, lo verdaderamente importante es que el juego logre cautivarnos por sus personajes, con historias personales, tanto principales como secundarias, lo suficientemente interesantes como para que se diluya esa línea —en ocasiones muy gruesa— entre el contenido principal y el complementario. CD Projekt RED es experta en esto, tanto en la construcción de personajes como en el trasfondo de los mismos. Hay mucho que aprender aquí tanto de The Witcher 3 como de Cyberpunk 2077, cuya ciudad de Night City fue un auténtico arcón de historias entrelazadas que, en definitiva, dieron forma a lo que generalmente definimos como lore.

Mejoras en exploración e investigación: construcción de escenarios

Antes hablábamos de nuestras ideas para dar forma a un nuevo mundo abierto, uno que respire esa capacidad de CD Projekt para crear entornos inmersivos y ricos en detalles. No obstante, si echamos la vista atrás y vemos cómo ha evolucionado el género, es inevitable pedir que se mejore el sistema de exploración e investigación.

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De nada serviría tener ese entorno reactivo que deseamos sin alicientes para explorar. La mejor forma de definir los métodos de exploración de The Witcher 3 es que eran… planos, básicos, lineales. Queremos que sucedan cosas en el durante, que ir de un punto a otro lleve consigo la posibilidad de perdernos. Bien sea visitando lugares que asoman desde el horizonte o bien teniendo dificultades para llegar al otro lado del río. Construcción de mundo, en definitiva, pero sin limitarse a ser un vasto entorno repleto de opciones de farmeo. FromSoftware ha entendido muy bien este punto. Solo falta que CD Projekt sepa integrar estas ideas, las haga suyas y las adapte a un RPG de fantasía como es el universo The Witcher. No queremos minimapas repletos de iconos en pantalla. Ha llegado el momento de superar esa etapa y guiarnos por la curiosidad.

Sistema de combate y opciones de personalización

El sistema de combate de The Witcher 3 es mejorable. No podemos negar que el uso de la alquimia de esta tercera parte dio muchos pasos al frente respecto al pasado, pero si vuelve a ser un juego en tercera persona hay un gran camino por recorrer. Desde las esquivas al propio cuerpo a cuerpo. Hace falta más profundidad mecánica; quizá añadiendo estilos de combate, más habilidades o un abanico de combos más parecido a lo que hemos visto estos últimos años en los Action RPG, tanto japoneses como occidentales. Dar más valor al efecto de la resistencia en el transcurso del combate puede ser otra buena idea. Del mismo modo, la inteligencia artificial de los enemigos, sus patrones y comportamientos deben mejorar de la misma forma que lo haga el personaje protagonista.

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Geralt de Rivia se sentía en ocasiones ortopédico. Por tanto, esperamos que este nuevo videojuego de The Witcher sea más ágil, con una personalización que de verdad repercuta en la forma en que jugamos, no únicamente infligiendo más o menos daño en función del equipamiento elegido. Cyberpunk 2077 es un buen espejo en el que mirarse a nivel de personalización, porque por mucho que haya errado el título futurista del estudio polaco hay también muchas cosas de las que aprender de él. Si CD Projekt consigue diseñar buenos jefes finales y un protagonista que sea gustoso de controlar, estaremos ante un verdadero deleite a los mandos.

Misiones y personajes secundarios: una base para el futuro

Cuando ves que The Witcher 3: Wild Hunt continúa siendo a día de hoy un auténtico referente en lo que a misiones secundarias se refiere, no podemos sino pedir lo mismo para esta nueva entrega. Hay un asterisco, sin embargo, que puede que la empresa no sea tan sencilla como en el tercer episodio de una saga ya establecida. Este título será el inicio de una nueva saga. La responsabilidad es máxima para CD Projekt: crear personajes interesantes, que nos acompañarán en algunos casos durante varias entregas.

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Si Geralt de Rivia y compañía están fuera de la ecuación, esa sucesión de nuevos héroes requiere de mucho esfuerzo para escribirlos, diseñarlos, hacerlos interesantes. Las comparaciones son odiosas y van a estar ahí. Por ende, solo queda aceptarlo y esperar lo mejor de quienes sellaron los nombres antes mencionados en nuestra memoria para siempre.

Por último, sabemos que las misiones secundarias de The Witcher 3 eran muy buenas, cohesionaron con el universo creado por el estudio en los videojuegos y nos dieron incentivos para desviarnos de vez en cuando de los objetivos principales. Algunas son… inolvidables. Esas cotas de calidad no deben ser consideradas un techo, sino una inspiración para ir todavía más allá. Queremos que el nuevo The Witcher corrija cosas que no funcionaron bien antaño; pero también que se perfeccione lo que de por sí destacaba.

Seguramente queden varios años hasta que podamos jugar un proyecto que se ha convertido, de facto, en uno de los videojuegos más esperados de la generación.